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« Previous Page Table of Contents Next Page »La América Continenlal habia sido des– cuhieda en 1498 por Colon (3e1". viaje), reco– nocida por segunda vez en 1499 y t500 por Americo Vespuci y Ojeda, y en 1501 por Gue_ rra y por Cabral. El primer esfuerzo para descubrir el eslrecho natural es el 4 9 vi"lje de Colon en 1502
En 1505, llegada de Nicuesa en el ishno
de Darien y ll.UnlerOsas expediciones por fo–
dos lados. En 1513, Núñez de Balboa, que oía siempre á los indígenas hablarle del gran Inar del Ponienle, se puso resueltamente en camino por tierra, y, despues de 26 días de IT\archa en medio de los monies, descubrió el Océano Pacífico: este fué el primer "viaje
interoceánico" .
InmediataIT\ente nuevos aveniureros se lanzan sobre este luar desconocido; en 1515 Se descubre el Perú; en 1516, Ponee y Hurla-
do reconocen la costa occidental de Cosia Ri–
ca. Sin embargo, los reconocimienlos siguen
tambien por el lado del Atlántico: en 1517, Córdova descubre las coslas del Yucatap, y
en 1518, Grijalva reconoce las de Méjico,
Entonces empieza un nuevo período: en
J 520, Magallanes encuenJra en fin Hn estre– cho, en verdad demasiado al Sur, pero en
fin un esirecho que perrnltia pasar, sin lras–
horde, del Atlániico al Pacífico. Al mismo tiempo, Cortés conquista á Méjico (15201, Al– varado á GuaJemala, y Pedrarias á los de– mas de la América Central. Pueden enion– ces formarse mapas del Coniinenle A,nerica–
no, los que, aunque muy imperfectos, basían
para probar que dicho continente Se compo– ne de dos grandes tracciones, unidas por un
islmo relativamente eslrecho que se exfiende
de Tp.huan{epeque hasta el Darien. Desde
luego los esfuerzos para encontrar un 1uga"r favorable para la aperlul"a de una comunica–
cion artificial entre all1bos IT\ares fueron exactamente limitados enite Jos dos puntos
extremos que acabamos de mencionar, y que
con,prenden la An"lérica Cen1ral propiamen– te dicha. Despnes de aquella época, es fá– cil encontrar en la hisloria de la ocupacion
española en Arnérica la \-,rucba Jnas conclu–
yente de que esta cuestion de un pasaje ma–
rílin1.o ariificial ha sido la pl"eocupacion cons–
lante de los Reyes de España, del Consejo de
Indias, de los virre yes y gobernadores, y, en fin, de los propios colonos
¿,Cólno, pues, no ha podido ejecutarse
eslé:l obra cuyas consecuencias hubieran sido tan glandes para la civilizac.ion? Las causas
de aquel a1raso son múltiples, y daremos en– seguida una reseña histérica que probará cuantos esÍuerzos inúiiles Be han hecho en
favor de esla cuestiono Pero puede decirse
que el obs1áculo lnayor que ha encontrado ha sido la d iticnllad de practicar operaciones
geodésicas fonnales en las selvas espesas de
la A,nérica iniertropical. Y aun en nuesiro
siglo, en que se tienen instt:'umentos, armas, erc... , n1as perfeclos, ingel1í~ros mas capaces, conocin-1"1en+os mas adelanfados en la mata–
lia, es, sin en'1.bargo, lnuy difícil lodavía ob– lener un plan cxada ele una rula nueva. Aca–
barnos de ver UHa prueba de esto en las di– íicullades que han ¡enido que vencer los in– genieros mandados por el Gobierno de los Estados Unidos para verificar las condiciones de los irazados propuestos por el Daríen (1870-71) .
En esle concepto, Nicaragua ha sido, y
es lodavía, el nl.as favorecido de iodos los
puntos del islrC10 americano La mayor paríe del trayecto de un canal que se hiciela al tra–
vés de esie paí~ consiste en aprovechar el rio
San .Juan y el Lago, ambos tanto mas fáciles de explorar, cuanto que están trajinados
conslan±emen±e desde la conquisfa En cuan–
io á la parie comprendida entre el Lago y el Pacífico, y en la cual, debería praclicarse el corle por lierra que formaría el canal propia-
200
l'-Del Pacífico á Moabita (fenocarril).
XI
HESUMEN DE Ll\ CUESTION CANAL
3'-Fcrrocal ril entre ambos lagos.
4'-Travesía del gran T,ago (vapor}.
5"-De San Cm'los a San .Juan del Norle
(vapor) .
9.' --Travesta <lel lago <le Manag1.,a (va– por) .
"HISTORIA de los esfuerzos hechos hasta
nues1ros días para procurar una comunica–
cion marítima al tificial, directa y sin Jrasbor– de, allrayés del Continente l\luericano".
Hemos vislo en el capíiulo I que la Amé–
rica fué rlescuhiería pOl~ casualidad, buscan–
do un luodo de llegar a las coslas Oí ientales de China siguiendo el rumbo al Poniente de Europa. De aquí que el Nuevo Coniinente haya sido considerado desde el prillcipio co mo un obstáculo y nada mas, y todos los pri–
lYleroS corql:lis±adores españoles, excitados
por los Reyes Católicos, no :Tuvieron, chllanle
los primeros ailos, 011'0 objelo que el de en,.
conirar el pasaje natura], que, segun peI1sa–
ban ellos, no podía dejar <;le existir al iravés
de los ±erriiorio5 1 ecieniemenie descubiertos: esfe problema se llamaba enJonces el "Secre–
to ",el Eslrecho",
Cuando fué averiguado, por numerosos recoll0cimientos sucesivos, que el lal es±l'echo
no exiatía, s~ existencia parecia tan deseable,
su necesidad lan absoluta, que se pensó en
crearlo ar±ificialmenie.
Tal fué el orígen de la "cuestion Canal" en América, y á pesar de los progresos cien– tífieos y del aUlnento prodigioso de las rela–
ciones cOlllerciales no ha sido resuelta aun.
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