Page 49 - RC_1965_11_N62

naje a la encopetado dama, detalle que I evela el alto concepto que en la Corte había alcanzado el conquis– todOl

Sus dettdctOlGS, en cambio, con esta oportunidad,

llevados pOI el ['rapósito de empeñar su prestigio, re–

(.01 daban que su l1,atl ¡manio lo habia

t ealiLodo olvi–

dando el complomiso formal que había contlOído con

Cecilia Vásquez, prima de Helnán COltés¡ y señolo

de muy Opl eciables prendas

De regreso a Guatemala¡ prematUlamente viudo,

con feb,il empeño inició los prepOlotivos poro la con– quista del Reino de Quito, burlando los capitulaciones reales y desoyendo la opinión desfavOlable a la empie– so, tanto de lo Audiencia de México como uel Cabildo de lo Copitol e su Gobernoción

ALVARADO EN '.I'lERRAS DE QUITO

Garcilazo de lo Vega, en sus Comentarios Reales

de los Incas, refiriéndose a los oplestos de AlvOlado

para la expedición a la conquista de Quito/ nos cuen–

ta "Estando muy pacífico (?) y muy pi óspel o en su Gobernación de HuahllUmallan (GIlatemala) y de Chiapa, p,ocuró licencia del Gobernador poro ir a des–

cubtir en el Quito del Perú, a 1ama de sus riqlJe7oS,

donde no hubiese otros españoles Así que ormó el año de 1533 cinco naves en las cuales, y en otras dos que tomó en Nicaragua, llevó quinientos españoles y muchos caballos Desembarcó en Puerto Viejo fue al

Quitu, pasó en el camino grandísimo ft ío, sed y hom–

bl e" Para el lector ecuntoriano resultan por demás

interesantes los episodios de esta temel 01 io aventUl a

AlvOlado pleparaba inicialmente, de awerdo con lo capitulado con el EmpelOdor, una expedición a las Islas de las Especerías, empreso que igualmehte preo– cupaba a Ilernán COI tés, en vista de que esos produc– tos asiáticos tan voliosos para los europeos de la época, no hobíon perdido vigencia todavío El ines– petado descubrimiento del Amazonos, por ejemplo, no tuvo como móvil sino inicior la búsqueda del poís de lo conela; transmontando los montañas arientoles de Quito

En toles cil cunstancias, un borco procedente de Panqmó tocó en Guatemola Algunos mOl inos cono– cíon el Petú, y Alvarodo los entlevistó al escuchOl los informes de que allá obundaba el oro cambio ron sus designios El piloto Juon Fernández le infOl mó que lo PlOvincia de Quita no hobía sido ocupado todo– vio por las fuerzas de Pizorro, y que hobiendo sido la ontiguo residencia de Atahuolpo, ero muy probable que estuviesen allá Jos fabulosos jesoros delinco Juan Fernández que piloteó lo flota del Adentado, unduvo por tierras del Perú con Sebostián de Benol–

cózar, a quien acompañó desde cuando éste zarpó de

Panamá en navío grande, ele c.ubierto, que adquirió

con su propio peculio, lo apOlejó y con 30 hombres y 12 caballos, ocudió en refuerzo de Pizarra POI seis

o más anos BenaJcázar fue vecino de León en Nicara~

guo, y la fortuno que ollí pudo reunir la invirtió en lo

ernrresa conquistadora de PiZOl ro

Eslos informes de un testigo presenciol excitoban lo codicio de los costellanos, de tal modo que ocudie–

Ion en gran número para olistm se en la expedición Para justifico! su decisión, Alvaraclo razonó segura–

mente poro sus adentros en el sentido de que su vosta experiencio de conquistodar le permitía superor los

hozoños de Plzon o y que, en visto de ellos, el Empera– dOl acobOl ia por justificor su desobediencio y hosto felicitarlo, tanto más que lo provisión del Consejo de ("stillo, de 5 de Agosto de 1531, concebido en formo bastonte vago ( "poro descubrir los secretos del Mor del Sur, por tener noticios de muy ricas islos y de otras ti elfOs en la costo de oquello Mor"), podío darie

asidero, en cdso de precisarlo, para su futura defensa

AlvOl oda escogió lo rodo de Iztopo en la costo

de Guatemala, para armar sus navíos La construc–

ción de esta ormodo costó imponderables trabo jos y veiociones impuestas o los indios El P Las Cosos,

lefiriéndose aesta armada y a la otra que en el mismo

sitio hizo collstruir poco después de regresor de \0 fro– casodo expedición o Quito, dice, incurriendo desde luego en sUp u,suoles hipérboles "Mató infinitas gentes cen hocer novíos, Ilevobo de lo mor del I'lorte o lo mar del Sur, ciento trcinto leguas, los indios COl– gados con onclos de tles y cuotro quintoles, que se los metían las unos de ellos por los espoldas y lomos, y llevó de esto monero mucho ortillel lo en los hombros de los indios desnudos, y yo vide muchos cargodos de ortillerío por los caminos ongustiados. Dos ormados hizo de muchos navíos cada una, con los cuales abro–

SÓ, como si fuero fuego del cielo todns oquellas tiel ros" (P Los Cosos Destl ucción de los Indios) El Ayuntomiento de San Cristóbal de Chiopo proporcionó al Adelentodo dos piezas de su ortillería, de cinco qlle había en lo villa, los cllales fueron trons– pattodas hasta Iztapa en hombros de indios, en un trayecto de más de 100 Jeguos, por caminos frogosisi– mas

Lo floto quedó compuesto de unos navíos que llamó "San Cristóbal" de 300 tone lodos, "Sonto Cla– ro" de 160, "Buenaventuro" de 150, odemás de otros

diez menores

De este pequeño puerto zorpó o finoles de 1533, lIevondo consigo ~ 50 españoles, de ellos 260 de ca– boller ia, 100 bollesteros y escopeteros, y el resto de espada y rodelo Ademós, le acompoñobon 140 morineros, 200 negros ese lavas y más de un millar de indios sirvientes, poro el tronsporte del equipo y bos– timentos cuondo llegaren a tiena

lon él fueron sus dos hermanos, Gómez y Diego de Alvmado, el Capitán Sebastión Gorcilazo de lo Vego, pod,e del inco Gorciloza, autor de los Comen– tarios Reoles, otros tres Alvarodo, parientes suyos, y vorios otros distinguidos por su close y servicios, olgu-

- .. 43-