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magisterio nacional de los rectores o directores de instItuciones docentes, inteo pretando lo libertad, no como un acto de demanda por parte del ciudadano (verdadero sujeto de derecho a elección, en lo demo–

cracia) sino comp un mecanismo de "oferta" que, en opinión de los laicistas, sería el único libre, al ser ofre– cido indistintamente a todos, si bien, de hecho, no

merezca el agrada de ninguno, o solo de unos pocos Extroña liber tad, forjado o priori e impuesta o la con–

ciencio libre de los ciudadanos, a los cuales se robo,

de este modo, lo "libertad de opción" Tanto pue– de, de hecho, repugnar O nuestra conciencia de impo–

sición de una creencia O filosofía, como la presencia

"babélica" de todos ellas

El nacionalismo de nuestros países subdesarrolla– dos estó fuertemente influenciado por éstas tenden–

cias, esencialmente antidemocráticas, del laicismo y

del estatismo Mucho tendr emas que luchar, todavía, paro introducir, en la legislación de nuestros países subdesarrollados, la noción ciar a del derecho de elec– ción que corresponde a lo familia, en lo educocióo de sus hijos

AUTONOMIA ECONOMICA Por otro pQlte, sin igualdad de oportunidades también en el troto eco-

nómico, no habrá verdadera libertad de op~i6n; el poboe nunca podrá escoger! El pluralismo escol,ar,

expresión de un sistema auténticamente democrá–

tico, no se podrá implantar donde el Estado tenga su

doctrina propia de "Estado docente" y se erija en "se– ñor de las conciencias" y "dueño de los recursos pú–

blicos"

La enseñanza univel sitería es extremadamente

caro La población en los países subdesarrollados ex– Ilemadameole pobres Aún en los países de alto ni–

vel económico, el derecho de los ciudadanos, menos ric..as, de frecuentar una universidad confesional queda

anulado, cuando el Estado se adueño y "oficializo" los

recursos públicos, que tienen su origen en las contri–

buciones tributarias de todos y, los emplea, a su arbi–

Ir io, solamente en beneficio de algunos, es decir de los que desean o soportan el ambiente amorfo y sin

convicciones: del laicismo anodino

He aquí" pues, un motivo de verdadera angustia para las Universidades Católicas Sin embargo, creo que todas nuestros Universidades defienden y propug–

nan el régimen de autonomía, aunque, económica–

mente, ninguna de ellas, hasta el presente, posee los

medios que la permitan sobrevivir, sino es a base de

un esfuerzo sobrehumano

[n caso de libre ini~iativa, la indispensable "base eco–

nómica y financiera" podría resultar

1 -De anualidades escolares Esta modalidad queda excluida en los países subdesarrollados, donde

tan parca e in ¡soria es la "renta per cápita"

2 -Donativos Poco se puede esperar, normal–

mente, de nuestros grandes poopietarios y capitalistas

1\10 existe entr e ellos mentalidad de contribuír para el bienestar y desenvolvimiento de la sociedad Más fácilmente se hallan dispuestos a auxiliar obras de caridad y de mera asistencia Consideran a nuestras instituciane'i ricas, por una deformación de los hechos Baste con estos dos datos a) si la actividad educacio– nal se evaluase por normas del mundo de las finanzas, aparecería la situación deplorable de "déficit" perma– nent, neutralizado solo por el desprendimiento cristia– no y por el voto de pobreza de las Congregaciones Religiosos lo) Pocos también conocen hechos edifi– cantes como éste Lo Asociación de Educaci6n Cató–

lica tenía, en ] 962, en sus establecimientos, cerca de

200000 alumnos gratuitos, lo que representa un ín– dice supel ior 01 30% de su matrícula Y esto sin cobertLlla de becas o auxilios ponderables, por parte del Estado

3 -Financiaciones Poca esperonzo podemos poner en esta modalidad de auxilio, en esto hora que, la busca impaciente y desesperado de capital, por parte de la industria y del comercio, llega a ofrecer, v gr en Brasil, intereses altísimos, que fácilmente lle– gan y con frecuencia ultrapasan el 33 %

4 -Legislación adecuada Nueshos países, en su mayoría, a{,n están muy lejos de contar con los be–

neficios de uno ley democrático, que se inspire en lo

distribución proporcional del presupuesto destinado a la Educación

SINTESIS FINAL

Al concluir este tr abajo, en el que se han estu– diado algunos de los múltiples problemas que tienen

planteados la enseñanza univel sitaria católica, en los

países subdesarrollados, se nos viene a la imaginación,

como síntesis final, un doble aspecto, que exrlica la aparente falta de éxito de nuestras Univer sidades

1

Q vigencia tiránica de una LEY DE CONTRASTES, en el contexto geoeconómica y político-social de

nuestros continentes,

2 Q carencia absoluto de base económica, paro sus– tentar y dar alientos a nuestros esfuerzos deno– dadas y o nuestros arrojadas ideales

LEY DE CONTRASTES Esta ley se resume por ejemplo en

-Enoo me extensión territoo ial y escoso densidad de poblacíón

-Civilización esmerada en pocos centros, aisla–

dos dentro de vastos territorios, en los que per–

durcm condiciones infra-humanas de existencin

-Riquezas fabulosas y procedimientos pr imarios de extracci6n y aprovechamiento

-Explosión demográfica, con índices mínimos de

producción y los más altos de mortalidad infantil -Atraso de siglos y pretensión de alcanzar el progreso, a corto plazo, a{,n dentro de esta gene– ración

-Juras democráticos, sin bases de autér1tíco sis– tema electoral

-Ansias de libertad, y , al mismo tienlpo, por parte del pueblo, embelesamiento por los mesia– nismos totalitarios y procedímíentos radicales de los demagogos, y por parte de los gobernantes, tendencia calculada de crecíente ,,,estatización de la libre iniciativo"

CARENCIA ABSOLUTA DE BASE ECONOMICA

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