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c) Creación de nuevas instituciones
Cótedras Gemelas Se oye hablar mucho de ello. Entre dos Universidades corre el riesgo de ser un puro
sueño, si se exceptúa el caso Lovaina-Lovanium Mas
factible sería el hecho de cátedras gemelos boja el pa– trocinio de dos Universidades correspondientes, sería también más exigente y más adoptado a los necesida– des actuales Los negociaciones bilaterales son, en este caso, las mejores, sin duda alguno.
Esto no impediría bien entendido, los dones dilec– tos de una institución a otra, y ni siquiera la centrali– zación de oferta y demanda para nuestra Federación
InstlUmentos de trabajo no hablaré aquí· sino de los libros y revistas Se trata de instrumentos de tra–
bajo indispensables a todo estudiante El formar una biblioteca que se respete, completa, exige un impor– tante empleo de fondos monetarios Seria relativa– mente fácil organizar intercambio de libros, de revis– tas, enviar los ejemplares dobles a las bibliotecas que
se instalan Pero para que esto servicio sea eficaz,
una centralización se impone, una distribución bien
organizada que haga conocer las ofel tos y los necesi– dades diversas Es lo que leal iza la sociedad "Uniled States Book Exchange Inc " de Washington Me gus– tDl ía iniciDl un diálogo en vistos a una colaboración de nuestra Federación con este organismo Es una aso– ciación privada, independiente, con fines no lucrativos, que centraliza el intercambio de libros, revistas, perió– dicos entre las bibliotecas inscritas y ,,110 a la escala nacional e internacional Organizada el 1
Q de Enero de 1949, en J 963 la U S B E contaba con 3150 ins– titutos afiliados de los cuales 1512 en U S A. y Canadá y 163 en los otros países Para muchos de los países en desarrollo, los gastos de manutención son paQados por subvenciones americanas En 1962, 90 países gozaban de esa ayuda De este modo esos países pueden recibir dotes especiales de la Carnegie Corpo– lation Si los miembros más afortunados de nuestra Federación enviasen sus ejemplares dobles a esta so– ciedad, los miembros menos afortunados podrían re–
cibir gratuitamente, en cambio, afIas obras o revistas,
pudiendo escoger dentro de un importante margen.
Otra forma de interayuda, aplicada por Lovaina respecto a Lavanium, es el envío de estudiantes ya di– plomadas Ellos pueden continuar sus investigaciones y pi eParar su doctorado al mismo tiempo que parti–
cipan en la enseñanza al nivel univel sitario medio
Para ello, es claro, las Universidades deben canta! con centros de investigación
mera calidad a un país en desarrollo pidiéndole, no un trabajo de suplente en el nivel de la Ikenciatllra, sino la formación de grupos de investigación y de semina– rios en el nivel del doctorado y del perfeccionamiento
de profesores, así la máquina se pone en movimiento
ahí donde no trabajaba aún, y la Universidad llega a ser capaz de formar sus propios profesores
He aquí algunas formas
P,ofesores Es un hecho que a toc;Jas las Uni– versidac;Jes faltan profesores. Las más favorecidas de– ben arreglárselas para enviar al menos dos profesores o
tres a los pai'ses en desanollo Este hech<;> no deja de planteqr numerosas problemas, problemas familiares, problemas de un nuevo empleo futuro, etc Pero es– tas dificultades pueden solucionarse por medio de acuerdos bilaterales (Lovaina, Lovanium) o por inicia– tivas dentro de la escala nacional (Oficina canadiense de ayuda extranjera, Servicio Universitario de Canadá ultramar). Un gran paso adelante en esta forma de ayuda serían los acuerdos garantizados por nuestra Federación entera. No hay que olvidar que esta for– ma de sacar del apuro a esos paises debe ser momen– tánea el fin que debe buscarse en este dominio es
la formación de especialistas en los países mismos o
en un país desarrollado de modo que los países en desarrollo lleguen a bastarse a sí mismos lo más rápi– damente posible
Pueden hacerse notar aquí dos formas de ayuda. Se pueden enviar estudiantes ya diplomados para pre– pararlos al doctorado a un país desarrollado, en una Universidad Ya he señalado que las becas de estu– dios deben reservarse cada vez más a un nivel bastante elevado. Podría también enviarse un profesor de pri-
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b) Ayuda a los establecimientos ya existentes
Episcopado una cooperación más estrecha en lo que se ,efiere a la enseñanza superior La Federación, gra–
cias a este secl etariado pel manente, podría¡ con
competencia especial, estudiar los problemas univer– sitarios y entre otros los problemas relativos a la crea– ción y desarrollo de universidades Llegaría quizás a
tener una voz de consultación, en este plan
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en las conferencias episcopales, nacionales e internacionales
En un nivel más elevado es necesario organizar las re– laciones entre la Fedel ación de Universidades Católi– cas y la Congregación de Seminarios y Universidades
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De nosotros depende el organizarnos sólidamente y eí plesentar, enseguida, a nuestros obispos y a Roma, el instrumento eficaz que hayamos forjado. Si no lo hacemos, los gastos acarreados por este Congreso se– rán un escándalo Nos es necesario discutir la cues– tión.
La existencia de un secretariado permanente nos permitiría trabajar en comisiones Es claro que en el cursa de este Congreso na vamos a resolver los graves problemas que se nos presentan Las comisiones po–
drían tomar en manos estos problemas, buscar su so– lución reuniéndose al menos una vez al año y nos harian conocer los resultados en el próximo congreso trienal Una de estas comisiones debería ocuparse de la Universidades Católicas en los países en desarrollo Podría formarse esta comisión por aquellos que han aceptado tomar la palabra el dio de hoy De este modo haríamos un trabajo sálido, lejos de la improvi– sación que caracteriza esta relación
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