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« Previous Page Table of Contents Next Page »que, por lo tanto, esta labor que hemos considerado
como /Iliterario" tenía en ellos un setHido bien didinido,
pues no sólo se limitó a los octos del Paraninfo y al diá· lago ocasiol1al de ciertas ha, as de clase, sino que se Ilevq hasta la est ructlll ación del mism(') Pian de Estu–
dios inc.orporóndose a 0ste materias como "Litelotura
[spañolo e Hispanoomel ic:mo", "Filosofía de lo Histo–
tio" y JlOrafario Forense"
Fs pasible 'lue esta mentalidud le haya dada a nuestra Escuela cierta amplitud de mi. as y de aDjeti– vos <Jue nos pelllliten hay camprender y valorO! en toda su significación y trascendencia Ins necesidades de cambio y de reforma que animan a 10 Universidad de
nuestro tiempo y mós urgentemente todavía Cl la tS–
ruelr¡ de Derecho
Es, ell verdad, algo muy satisfactorio para nos–
otros, que así se nos I econozca y se nos encuentre pOI
quienes vienen a traelnos, desde otras universidudes
hermnllns, el mensoje dé lCl If:{ormo
EXIGENCIAS Or: REFORMA
Las exigencias de lino sU5tancial y lodicol refor–
mo de nuestro Escuela de Del echa son más que evi– dentes Ellos se imponen desde una doble realidad que toca, por UlKr 1'01 te
l
ton la vidu y la fundór, en general de la Universidód, y por otra con la misión que corresponde desempeñcrr al abogado en los tiempos presentes
En efecto Algo que ya está totalmente fue,o de duda es, que la Universidad de nuestros dios cobra coda vez más un nuevo sentido, que a la vez que la dife, encia y lo distingue de la del siglo pasado, la acer– ca y la lleva a la recuperación de su original y auténtica na tUi alezo de "carpo, ación del sobej" Todos $.dbe–
mas cómo el siglo XVIII desOJ tiruló la unidad es! ructu– rol de la Ul1iversidad al recor)ocer un valor propio y
autónomo a coda COIllpa del saber
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y cómo, a su v~z
el siglo XIX dotó de uno orientación "profesionalistá" o coda L!n!il de estos campos particulOles Cada Fa· cultad se hizo re;;ponsable por sí sola del campo que le correspondía y se preocupó únicamente 1'01 p,eparár eficientes eXflerlos, capaces de satisface. los deseos de
l/n "c1iente" En el coso concreto del derecho un
magnífico conocedor del Código (o de la jUl ispr udencia de los tribunnles) y un hábil litigante, 1'010 quien no hada folla otra cosa más que el conocimiento de los fuentes formales del derecho y de un buen manejo de ellas De la misma mnl1era que al médico no le basta– ba más que conocer las enfermedcrdes y sus métodos
de curación, o 01 ingeniero linos cuantas fórmulas físi–
cas y matemáticas. Y es cloro que 1'01 a esto, a nadie más que a cadCl Facultad (o escuela profesional) com–
petía exdusivamente, y por sí' mismo, lo orientación y
plClneamiento de cado clase de estudios Lo Universi–
dad había desaparecido como "universitas Jl
,
o sea,
como una estructuración en unidad de lo vario y lo diverso, y se habia transformado en un simple ag/egado
de pequeñas unidades docentes Algunas universida· des no tomaron este sentido "profesionalista" (des– arrollado y propagado en toda nuestra América de con· formídad can el modelo francés) sino que, como las
universidades alemanas, se encerraron, dentro de un
cientificismo puro, mas, siempre s'óDre él rompimiento
de la unidad estructural
PelO más que todo esto, lodos sabemos cómO nuesl ro siglo ha reaccionado violentómel1te contra tal concepto Ya no es posible considerar esos campos aislados del sabm, porque un concepto integral de
"e ultura ll nos obligo a reconocel en todos una interde–
pendencia y una interacción
I ecíproco ton potente y
ton nccesOI io, como qu~ no hay invento o descubl i~
miento efectuado en cualquiera de cada uno de estos rampas que no hiera profundomente a los otros Es
necesario¡ pues, volvet a tomar una visión de conjunto
y de unidad de todas las ciencias y de todos los estu– dios Es necesario que la Universidad, (Dma institu– cián encargada de promover y dirigir el conocimiento
ci(~ntífico vuelva a tOlYlal su sentido de " universitas ll
I estructurándose de nuevo (y tal como surgió de la 110– "lada Edad Media) sable un sentido integral de "CorpOl ución del Saber" Tal el alcance que hoy da– mos al establecimiento de los "Estudios Generales"
ccnio bnse, o mejor aún, como tronco del árbol univer–
sitario del que tienen que ir brotando las diversas
IOITICS de In especialización
Frente a este nuevo concepto se encuentra abo_ cada la Universidad Hispanoamericana En lo que respecta a la nuestra, el paso ha sido dado ya con toda
d0'éisión y energía, encontrándose en pleno funciona–
miento los "Estudios Generales" en el área de las cien
w
das bioquímicas
Sin embOlgo, qLIn al1tes de que esta reforma se implantara de mallora clara y definitivó, la Escuela de Ciencias JurídicCls y Sociales había ~ntrado ya en ella efectivamente, en 1960 s~ llevó o cabo una re– forma del Plan de Estudios de la cárre, a de Derecho en Ir¡ que tomomos 1'01 te activa el enf.onces Decano Doc– tor Salvador Mayor'ga OroiéO y los doctOl es MOl iano ,FiaHos Oyanguren, Carlos Tünnerrl),'án Bernheim, Oscar HenJocia Lacayo y ~dgo! do Buitrago
Se trátó en esp oportuniddd de fundamentar lós estudios profesionales sobre una bóse humanístico, po–
I Ó lo cual se aumentó en un año lo carrera, pero de
modo que siempre quedaban cinto pál a el estudio de las motel ias propiamente jUl ídi~ás ya que el primelO venia a ser, en realidad, de Estudios Generales. Es el plan que rige en la actucrlidad y así podemos ve, que en el referido Primer Añao se imparten Historia de la Cultura, Fundamentos de Filosofía, Castellano Supe–
I ¡or, Inglés, Principios de Economía, Sociología e Intro–
ducción al Estudio del Derecho
Con todo, no puede decirse que con tal reforma se haya cumplido ya por nueslla Escuela con las exi– gencias de nuestro tiempo Ella, como hemos dicho no fue mós que un intento de alcanzar lo que en 1960
no el a más que uno aspiración de nuestra Universidad Hoy se hace urgente la ~ompleta incorporación _de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales a las Estudios Generales POI a este fin, se está contemplando yo lo
constitución, dentro de éstos, de una nuevo área que
comprenda a los estudiantes que deseen seguir lo ca· nera jurídica ParCialmente se les ha incorporado yo en alguna cátedra como la de Historia de la Culturo. Lo Junta Directiva de nuestra Facultad está tra·
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