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« Previous Page Table of Contents Next Page »el sol, la luna y algunas constelaciones; la
luna, sobre iodo, cuyos movimientos cono..
cen perfectamente, y sobre cuya influencia
tienen un sinnúmero de preocupaciones.
Todos los que he visto hablaban algo de' español, que han aprendido poco á poco, pOr su contacto con los nicaragüenses de los de– patíamentos lirní±rofes, y sobre todo, por los
criminales que, frecuentemente, se refugian
entre ellos, para escapar á las persecuciones de la justicia. Subsislen entre ellos numero– sas tradiciones, algunas interesantes, en las
cuales se irafa siernpre de ~egros cirnarrones,
de misioneros, y, sobre todo, de soldados es– pañoles feroces. Muchos creen que los espa– ñoles mandan todavía en Nicaragua, y les tienen mucho odio, y á la vez mucho miedo. Los pocos que saben que no hay mas que ni–
caragüenses, les temen igualmente; incapa~
ces de comprender la igualdad republicana, se in,aginan que aquí hay dos clases, una que oprime y otra que está oprimida, y con– vencidos de que si se civilizan los colocarán en la última clase, se empeñan poco en salir de su eslado actual. Su mayor temor es que les hagan soldados y les :manden despues á hacerse maiar por algun motivo descono– cido de ellos. Lo que sentlrian mas sería ver– Se obligados á trabajar, á no pintarse el cuer– po, á vestirse, y á no poder embriagarse casi per=anentemen±e, como lo hacen en su tie–
rra.
Algunos que hacen periódicamente un viaje hasta la cosia, han aprendido un poco de inglés con los mosquitos, y con los resi– dentes extranjeros que han frecuentado. Es probablemenie en la misma fuente que han aprendido que la Inglaterra es el país mas poderoso, rico y grande del universo. Se fi.
g~r:",?- la reina V~ctoria C01:'O una especie de diVInIdad, de q1.uen son trIbutarios tádos los demás pueblos de la fierra.
E~, su lengua.je se expresan con una fa. cilidad extraordinaria; háblan eritre sí con un 10m? ~elancóli,co, ~onótono i¡ sordo, pe. ro preCIpItado. He aqui un pequeño vocabu. larío de su idioma: .
ó huérfanas, y á veces las hermanas de su
mujer, las cuales, encontrándose sin medios
de subsistencia, por la rnuer±e de sus ITlari..
dos ó parientes, han buscado asilo en la casa de un amigo, que en verdad las protege y las mantiene, pero que tan,bien USa de ellas co– mo de sus propias mujeres, hasta que en–
cuentra con quien casarse.
Esios Indios no conocen religion alguna, y tienen solo prácticas supersliciosas. Entre ellos no se ve ni un templo, ni una imágen de un dios cualquiera; en cambio tienen una multitud de fatiches y de creencias en la vir– tud, ora bienhechora, ora maligna, de una infinidad de objelos nmi01i"les. Confiesan ellos que debe haber un espíriiu del bien, el cual ha creado todo lo que es hermoso y bue– no; pero, segun su idea, no pudiendo este es– pírilu del bien hacer aira cosa que el bien mismo, no hay que ocuparse de él, en lugar de que estando constantemente el espíritu del mal, alrededor de nosotros para perjudi–
carnos, es este solo que es preciso invocar y
rogar. Partiendo de esla base, reconocen dos espíritus n,aléficos, uno que preside á la tierra y se llama "Olase!"" y el airo que pre– side á las aguas y se lla:ma "Lerrirre". Para dirigirles preces, se tienden boca abajo en el
suelo, y pronuncian una oracion ininteligi–
ble, formando una bocina con sus manos. A pesar de la insuficiencia de esle siste–
ma religioso, ~os crímenes son raros enfre
esos indios, y su honradez es n1.uy notable.
Puede viajarse entre ellos con la n,as com– pleta seguridad; no hay mas que dominar la impresion que caUSa su aspecto infernal. Ma– nifiqsJ:an mucha avidez por hacerse pagar sus servicios, pero el precio que piden es ín– fimo, y, fuera de esto, tod8,J3 SllS lransacciones se hacen con la mas entera buena fé. Ade– más,. s",rian castigados por sus jefes si mo– lestaren á un extranjero. Se encuentra en. ±re-ellos la hospitalidad mas completa, y sus pobres recur~os esián todos á la disposición del forastero; les gusta' cambiar de "nOlubre
~on él en prueba de anUstad; pero debemos prevenir á los viajeros imprudentes, que los
caribes son inlra±ables en cuanio á su honor
conyugal Son excesivamente celosos de sus mujeres, particularmente con los blancos; y el que se permitiera alguna teniativa atrevi–
da, la pagaria probable=enie con su vida. La absiencion es tanto mas fácil ya que la ma–
yor parte de sus mujeres son horribles, y que ellas mismas miran al exlranjero con desden.
En general, esos pueblos eslán regidos únicamente por la costumbre, el sentido co– mun y los instintos naturales. Ignoran la lectura, la escritura y no tienen signo alguno para figurar la palabra ó los números Cuen– tan con los dedos do las n,anos y de los piés; pero se enredan siempre cuando pasan de cincuenta. Miden el tiempo, las edades, etc... por lunas, y los dias por sueños. Sus conoci– mientos astron6micos se limitan á observar
Amigo Casado Esposa Mujer ... Hombre Padre Madre Hijo Hija Chiquito Muchacha Hermano Sol Día Luna . Noche Estrella
Aniicí. Yalki. Loana. Yualki. AUian. Pasiki Mamskin. Paonima. Paocoma. Tiguiz. Batanil. Uakaini. Maa. Maada. Uaigo. Baruca. Maabka.
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