Page 133 - RC_1965_09_N60

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aquí la presencia inesperada, y hasta ahora inexplicada, del Tiburon (Squalus requiem), del Peje Espada (Xuphias gladius), y del Pe– je Sierra (Pristis squalus), en I¡ll lago de Ni– caragua, cuya agua es d~lce, cuando estos peces están organizados para vivir en el agua salada. eLlegan ellos hácia el lago, subien– do el rio San Juan, ó son especies particula– res de este gran receptáculo de agua? Hé aquí una cuestion zoológica muy interesan– te y todavía sin solucion (2). Sea lo que fuere, los tiburones del lago de Nicaragua no han perdido nada de su voracidad prover– bial, al pasar del agua salada á la dulce.

La enumeracion de los pescados de mar sería indefinida, tanto mas que no se pescan las mismas clases en la costa del Atlántico, que en la costa del Pacífico. Los principales, son: el Pescado de Roca (Labrax lineatus), el Puerco (Helops), el Rey (Humbrina albu– runus), la Baracuia (Sphyroena baracula), el Colorado (Coracionus), el Porgo (Sagrus), el Papagayo (Tetradonl, la Garupa (Serra– nus), y una multitud de oíros pertenecientes á estas clases que se pescan bajo todas las latitudes y en todos los mares. Ambas casras se presentan, lo mismo que en todo país con su cortejo acostumbrado de monstruos ma-rinos y huéspedes peligrosos. • Los procedimientos de pesca y Caza no ofrecen nada de muy pariicular. El harpon, las redes, ó el envenenamiento de las aguas por medio del barbasco, hé aquí lo que toca á la pesca, y el fusil y las trampas para la caza. Entre los indios caribes, las flechas se emplean para ambas operaciones.

6~ SERIE.--MOLUSCOS

La costa del Pacífico abunda en Concha de Madre Perla (Avicula margaritifera), y los "busos" de Panamá ó Puntarenas vienen frecuentemenfe á pescarla. Se encuentran ±arnbien buenas Ostras (Os±rea) comestibles, y Ostras de Mangle. Hay una infinidad de Caracoles, variados hasta el extremo. Se en– cuentra entre ellos el "Murex purpureus", que sirve para teñir en púrpura antigua cier– íos íegidos indígenas de algodón, 10 que pu– diera ser la base de una industria de primer orden.

En los lagos se hallan varias clases de bivalvas, y entre ellos una Almeja, que hiede á lodo, pero da una concha nácar muy her– mosa y pequeñas perlas. En todos los rios exisíe en abundancia extraordinaria un. Ca– racol Fluviatil y comestible (Helix), que los indios caribes consumen en grandes cantida– des, y que sería una comida delicada, si fue– se bien preparada. Hay tambien varias cla– ses de Caracoles Terrestres¡ sin embargo en

(2) Acaba, sin embal'go, de señalal'se (1872) la presencia d!l tibulones en el alto Nilo (Egipto).

Nicarag-ua hay una repugnancia general por esíe alimento, lo mismo que por las ranas. . Los Anelidos están - representados por una pequeña especie de Sanguijuela (Hiru– do) medicinal, que se halla solo en ciertos rios de la tierra templada.

En los grandes rios del declive del Aflán– fico se encuentra una hermosa clase de Ca– maron (Cancer crangon), muy agradable, y que, siendo de una especie nueva, merece– ría en Europa los honores de la aclimatacion. En los mares se encuentran Cabrajos (Cancer homarus), y Langostas (Crangon mariti– mus), corno tambien innumerables varieda– des de Cangrejos (Crapsus). Uno de ellos, el "Crapsus yecarcinus", ha pasado en los la– gos y los ríos, donde procura á los ribereños un alilnen.to fácil y agradable.

7~ SERIE.--INSECTOS

Son muchos¡ algunos úiiles, pero por la lnayor parte incómodos y nocivos.

Entre los útiles debemos mencionar en primer lugar la Grana ó Cochinilla (Coccus cadi) , cuyo cul.tivo está muy desatendido ahora¡ se produce espontáneamente sobre el nopaL

En Segovia, los Gusanos de Seda apare– cen naturaIrnen±.e sobre ciedos árboles, has:l:a ahora mal conocidos. Por desgracia, corno :l:odos los gusanos abandonados á sí solos, sin procedimiento regular de educacion, hilan, no un capullo, sino una especie de telaraña, cuyo desenredo es muy difícil y produce un hilo sin resist(;')ncia. En el país, muchas per– sonas se hacen muy demasiadas ilusíones so– bre esfe prodl,lc±o, el cual, en efecto, no deja de íener un ciedo valor comercial (1), pero' muy lejos del de la verdadera seda, y poco

proporc~ortado 4 las dificultades de la cose– cha sobre árboles elevados y espinudos.

La apicultura es poco floreciente. La mayor parie del la miel de palo se recoge en rarnas ó íroncos de árboles, en los cuales las Abejas (Apis padilla?) establecen espontá– neamenie una colonia. Muchas veces la ra– ma se lleva hasta la casa y se suspende, por

,<1) aq!!í lo que ~lle ha sido contestado pOI ulla de las pumelas fábrlCas de genclOS de seda ell Lyon (Fwncia) á d?nde habia mandado, pala examinaIla, una muesba de s¿da sll;:esbe plOveniente de Estelí (Segovia -Nicmagua): Esta seda es la misma que emplean los Chinos y J apone– ses pala enfardar la veHladew seda de capullos; se utiliza en EUlOpa pala la fablicacion de pañuelos y OtlOS artículos Hamados de. fantasía, po~' sus dibujos, y de expOl tacion, po; su mala cahdad; el pl eclO en Lyon es de 4 á 8 fl ancos de kilógl . (2 liblas lh), segun el valol de la buena seda, que se eleva a veces hasta 100 flancos el kilógl (difeIencia de am– bas sedas: 1:12

"En Méjico, y en el Sur de los EE UU esta seda puede subir á un pl ecio un poco mas elevado, porque se hace un consumo relativamente imIlOl tante de ella ell la conieccion de liendas, flenos, canchas y OtlOS aitículos do talabaltería llamados á la Mejicana; pelO de tot\os modos el plecio II~

pasa nunca de 1 dollar la libIa".

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