This is a SEO version of RC_1965_09_N60. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »Lechuga (Lacfuca sativa), Tomaie (Lycoper– sicum esculenium L.)
I á las cuales debemos añadir varias yerbas indígenas que se pue– den comer en ensalada: el Salcoche, por ejemplo. La alimeniacion pública, bajo es– ie concepio, saca mucho provecho de la fa– milia de las cucurbitáceas: el Ayate (Cucur– bita melopepo L.), la Calabaza (Cucurbita aurantia), el Pipian (Lagenaria vulgaris), el Cohombro (Cucumis sativus L.)
I Y algunas menos conocidas, corno por ejemplo el Cha– yote (Sicyos edulis). Añadiremos los Pi– mientos, ó Chiles (Capsicum frutescens) fuer– tes, ó los suaves (ChiUomate).
12! SERIE.-PLANTAS FRUTALES
La misma observacion que para los ár– boles frutales: hay mucho que introducir. La Piña (Bromelia ananas L.), está represen±a– da solamente por dos ó tres variedades, cuan– do se conocen mas de treinta. Lo mismo su– ceCle con los Melones (Cucumis mela), y las Sandías (Cucurbi±a ci±rullus L.). Enire las Pasifloras cuya fruta es comestible, Ó Grana– dillas, hay una de iamaño enorme (Passiflo– ra capsularis verrucosa) cuyos producfos son muy abundantes.
PaUan ±ambien las frutas de muchas caC±eas, las únicas que Se hallan son la Pita– haya (Cac±us pitaiaya L.), el Teonos±e (Cac– tus panicula±us) y la Tuna (Opun±ia ficus in– dica) .
En rt:\uchos jardines hay magníficas pa– rras de Uva (Vitis vinifera) que dan dos co– sechas anuales cuando están bien cuidadas.
13' SERIE.-FLORES
Nicaragua posee muchas y hermosas cla– ses de flores indígenas, dignas de la a±encion de los aficionados, y aclimaiables en los in– vernáculos de Europa. Las familias mas ri– camen±e dotadas son las Palmeras, las Cica– deas, los Helechos, las Cacfeas, los Orquizos, las Bromeliáceas y tambien todas las ±repa– doras, corno por ejemplo los géneros Bigno– nia (Levya nicaraguensis Bur.) Aris±olochia, Aroideas, Pandaneas, las Loran.taceas, Pasi-floras, etc... (1l. .
Algunos arbustos de los mas comunes, tales como el Guarumo, (Acropia Leviana Bur.), el Caprioto, (Conostegia Xalapensis
(1) Hé aquí una pequeña lista de algunos génelOs: Oreopanax, Salvia, Rhipsalis, Melastomacea, Malglaavia, Soblalia, Stapelia, Plumiela (Flangipanis), Jessneliaca, Acan– thaceae, Cissus, Macleania, OlÍntholÍncos, Labelia, Cephoelis, Posoquelia, AngUlia, Heliocalpus, Vinia, Bouvaldia.
y oh a de algunas plantas notables:
Couroupita nicalagüensis, Godoya scandens, Randia Ran· dia maculata, Pachha acuática, Clidemia hhsuta, Cithalexy– Ion macronatum, Hel'l'ania pUl pUl ea, Costus zebl'inus y ma– loltinnus, 'Cactus pilocelei, PtelÍs aquilina, Cyltodeira ChOllo talensis.
Don.), el Sauce (Casuarina)? el Cornizuelo (Acacia cornigera), faUan en las colecciones de Europa, donde serian acogidas con el ma– yor gusto. En fin, el país en general es muy rico en esas plantas de follage ornamental, Ó
pintado de varios colores, que son mas esti– madas ahora que las mismas flores, en los jardines del exterior.
La floresta de Nicaragua es rica, pero presenia el inconveniente que las especies no están mezcladas (1) Y se localizan sobre ciedos puntos para faUar totalmente en otros, de modo que, á primera vista, no parece muy variada. Su esiudio botánico es bastante di– fícil, porque se ve uno obligado á cambiar frecuen±em.en.te ele lugar, lo que ofrece difi– cultades por los malos caminos. La tierra templada y la fria presenian á los botánicos todas las plantas alpinas del Sur de Europa.
En cuanto á los jardines del país, se ten,,! drá una idea de lo que pueden ser, cuando se sepa que en toda la República no hay un solo jardinero. Los patios de las casas, cui– dados aficionadamen±e por el propietario, contienen las dos ó tres docenas de planias indígenas ó extranjeras que se ha inien±ado cultivar. Esta poca aficion por las flores pa– rece ianto mas extraña, cuanio que el único adorno de la cabeza de las mujeres se com– pone de flores naturales colocadas en los ca– bellos. Es evidenie que solo se necesitaría un ejemplo persistente, acompañado de un éxito completo, para despertar, entre los ni– caragüenses, el amor casi religioso que todos los pueblos aborígenes de América ienian por las flores en el tiempo de la conquista. Es verdad que en Nicaragua se califican co– rno supérfluos ciedos gastos que en oiras pro tes son estimados corno de primera nece– sidad. Sin embargo, no se puede negar que, aun en los pueblos mas pobres, las floles son siempre objeto de un importante movimien– to de fondos.
14! SERIE.-PLANTAS DIVERSAS
Terminaremos por la enumeracion de algunas plantas que no se han podido colo– car en los párrafos anteriores.
La Siempre viva ó Bmbasco (Sapindus saponaria L.) suministra un zumo que, mez– clado con el agua de un rio, embriaga al pes– cado, que viene á la superficie, donde se pes– ca con canastas, para comerse despues sin peligro (2 ).
Ciedos bejucos, empleados con,o lien¡!:os, adquieren, una vez secos, la dureza y la inal– terabilidad del alambre, y se emplean en la
(1) Véase: L'Amérique CClltlale: Recherches sU! la FIOle et la Geograpliie p\lysique de Nicaragua et Costa Rica, pOl Elstedt. Copenhague, 1852.
(2) La Peche au BlUbllSCO, POl P Lévy, en el pelÍódico La C\lasse iIIushée, año 1870-71, pág. 196.
92
This is a SEO version of RC_1965_09_N60. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »