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4~ SERIE.--PLANTAS MEDICINALES

(2) Sche1zer: Memorias sobre varias plantas de la tera– péutica indígena de la cAmérica Central. Viena, 1861,

Aquí enlramos, sea penuilido decirlo, en el infinito. Es una verdad ya bien reconoci– da, que casi iodas las plantas de la zona in– tertropical son aC±ivas (2); si no se ha podi– do, hasta ahora, establecer de un :modo :muy formal las propiedades especiales de cada

Se encuenlran ademas en cierfas parias de Nicaragua: el Llanteli (Plan±ago mayor), la Borraga (Borrago officinalis), la Hojasen (Cassia acutifolia), varias Coloquintas (Cu– curbita colocynÍhis), varias Arisfochias, va– rias Jafrophas, el Cedron, el Espino blanco y el Alcuian, confravenenos :muy activos (1), la Linaza (Linurn usitafíssimurn L.), la Mos– taza (Sinapisnigra L.), una Matricaria (Ma– tricaria parfhenium?, la Ruda (Ruia grave 0–

lens L.), varias Malvas (Malacra radiosa. M. hurnilis), un Malvavisco (Hibiscus ... ), la Chia (Salvia hispánica), el .Jalapa (Convolvulus jalapa'?, la Salvia (Vernonia... ), la Sirnarou– ba glauca, etc. (2) ...

(1)Ot10 conhaveneno muy eficaz, y empleado con mucho éxito en el B1aGil, es el Lygodium venustum..Sw. (L, Vinee– toxieul\l St-Hil) Abunda en Nicall~gua, pero nadie le cono–

Cl! esa virtud, ni aun conoce la planta. Es un helecho, eo– mun en los montes, y que los campesinos llaman plIlmichito, como á todos los demas helechos. Se emplea la raiz hervida en agua! diente

VéaSe: Flora medical de lllé Antillas; ~ Tratado 'de las'

una, es que la ignorancia. del hombre es fo– davía :muy grande, respecto á la botánica :medicinal de las regiones intertropicales dé América. Se encuenira en abundancia en Ni– caragua la Zarzaparrilla (Srnilax medicina– lis H. B. K) (25 á 27 $ quinfal), la Ratania (1'\rarneria ixiria L.) (25 $ quin.J:al), la Ipeca– cuana (Cephoelis ipecacuanha) 1100 $ quin– ial), la Confrayerba (Dorsienia lUexicana Benth.) (80 $ quintal), el Castor de que aca– barnos de hablar, el Máfico, llamado en el país Cordoncillo de hoja larga (Arfan±he elonga±a á Piper angusHfolium), (45 á 46 $

quintq.l), el Mechoacan (Convolvus mechoél– can) (raiz 10 $ quintal), el Chichicasfe (Croton figlium L.) (semilla para extraer accHe 35 $ quinlal), el Eleboro (Verafru:m albulU L.) (8 $ quintal), la Cebadilla (Vera– trurn cebadilla) 112 $ quintal), el Guaco á

Condurango (Mikania gu"tCO á Serpentaria) (150 $ quinfa1), la Belladona (Afropa bella– dona). Pero cuantas planfas, por hablar so– la:men±e de las usadas en la terapéutica vul– gar del país, que :merecerían la atencion de los ho:mbres co:mpe±enfes, y los ensayos en los hospitales; la Cor.l:eza de Elequeme, la Lornbricera (Spigelia anthelmia), laHoja An– cha, la Escobilla, la Escorsonera, la Yerba Té (S±encodia), el Guarumo (Acropia Levyana Bur.), el HuasilUo (Guasu:ma ullUifolia), la Malinche (Poinciana... ), la Juanislama (Ocy– m1..UU rnicran±hu:m), el Serenconiin, la Uña de Ga±o (Madynia fragrans), la Raicilla, el Poroporo (Cochlosperrnu:m gossypiu:m D. C.), la Purga de Fraile (.Jafropha... ), el Tigüilofe, el Zorrillo (Achiran±hes... ), el Tapate (Daiu– ra... ), el Friegaplato (Solanum asierotribho– fu:m), el SOÍa Caballo, la Leche de Perro (As~

c~epias longicornus), la OUBssia Brnara L., eÍc;

Ch. Regnaud: Historia natulal y económica del Coco– Palia, 1856

(1)

telO.

ra) I es una indusiria entera que esiá todavía para crearse, y que produciría cieriamente :mayores renias que el café. La se:milla del Jolio (Alfomiia oleifera H. B. K), que llena los bosques del valle del rio San Juan y de la Mosquitia, produce un aceite magnífico. afro lUUY esthuado en la droguería es el llarnado aceite de Ebo 6 Iba; se dice que los Indios le sacan del alrnendro. El Te:mpafe (.Jatropha curcas L.) (40 $ el qL de sernilla), la Higue– ra (Ricinus cornunis L.) que invaden las planfaciones, están abandonados sin prove– cho, y colUbafidos co:mo yerbas :malas, cuan– do, en fantas partes, forman plantaciones de ellos. Muchas personas creen que el aceite de higuera á cas.J:or no se usa :mas que en lUedicina, y se figuran, por consecuencia, que su consu:rno es m.uy lirnitado. Pero este rno– do de ernplearlo no constituye siquiera la rniléslm.a parte del consu:mo fofal que se ha– ce en elluundo de este producto (1). Se pue– de presentar en pri:rner lugar que los aceites, en general, falfan á la induslria actual, en iodos los ra:mos, sobre fodo para suavizar los :movirnien±os de las :máquinas, y para la fa– bricacion de los jabones. El Castor, Higuera

á Palrna Crisií es una de las planias oleagi– nosas rnas agradecidas en su cultivo; su ren– dirniento en sen-ülla es igual al de las :mejo– res, y, en la fabricacion, produce 62 por 100 en aceite, es decir ianio como cualquiera nuez, á ioda ofra planta de las m.as aceitos.as. (P-recio 15 á 16 $ ql.) .

El Cacaguaie (Ar~chis hypogoea L.) (5

$ el ql. de semilla) se reproduce éldrnirable– rnente en Nicaragua, donde Se conoce :muy poco, y se USa solo co:mo cOluesfíble.

El Marango (Moringa aptera)

I

cU.yas se– rnillas dan el precioso aceife de Ben, esfá des– preciado á pesar de la rapidez espanfosa de su desarrollo. Hay algunos aceifunos (Olea europea L.), pero no dan fruia en la fíen a caliente. Si recordamos que, en las costas, hay inmensos cocales, y que, en el inferior de la MosquiHa, hay selvas in:mensas solo de pal:ma coyol, que la explofacion :mas gigan– tesca no seria capaz de acabar, se verá que, en 10 que toca á planfas oleaginosas, Nicara– gua desprecia una fuente de riquezas ian abundanfe como espontánea.