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prevenir las mas fémibles de las desgracias que suelen producirse.

VI

Siendo casi desconocida la parÍe no civi– lizada de la República, el leelor no puede es– perar que le den1.os porrnenores sobre su consfllucion geológica; nos limi±arel1."1.os, pues, al exál1."1.en del declive occidental de la gran cordillera. Sin embargo, en la n-uneralogía, no dejaremos de penefrar en los deparian1.en– tos de Segovia, Mafagalpa y Chontales, aun– que se encuentren en parle siluados en el de– clive orienlaL Pero han sido y son todavía el teatro de algunas explotaciones l1."1.etalúrgi– cas que pennifen prescindir de la naturaleza de su suelo.

El único punio en que el subsuelo del valle aparece levantado encima de las capas volcánicas del Talpeiale ó del Cascajo, es el relieve montañoso que se encuentra iras la cosia del Pacífico, y la sigue parale1al1."1.ente como una pequeña cordillera que se despren– de de los espolones septentrionales del Orosí para juntarse al Norte con la sierra de ]05

Marrabios, pasando por la gran meseia de alzal1."1.ien±o del Masaya. En ella se encuen– ira, al Sur, un ±rapp esfrafiforme secundario que fiene el aspecio de la esquifa y encierra una fonnacien de hulla independiente en1re él y un calcáreo azul de 3~ formacion.

Al Norte de Rivas, en el cerro de Coyoie– peque, se hallan esparcidas rocas seudo-vol– cánicas, y una l1."1.01e de asperon de forl1."1.acion irregular, apoyada sobre rocas de ±ransicion. En varios puntos se encuehfran, en el lecho de los ríos, indicios de la proximidad de már– moles COl1."1.unes. Por fodas partes se ven fíe– rras propias para la fabricacion del ladrillo, de la feja y de toda clase de vajillas: son ge– neralmen1e arcillas coloradas ó negras, pro– cedenfes de la descol1."1.posiclon de esquifas silicosas l1."1.e±afórficas. Los rios acarrean una arena bastante fina, pero forzosamente ±e– rrosa por la irregularidad de su caudaL Las aguas, en :\:iel1."1.po norn,al, son un poco ±ur– bias, pero sanas, aunque ligeral1."1.en±e carga– das de magnesia ó barita. Los calcáreos de que hemos hablado suministran una callnuy buena y de una hidraulicidad muy notable. Surten ±ambien una piedra de canta basian– ±e regular, pero demasiado blanda, y cuya porosidad no pern1.i±e em.plearla en el hasa– l1."1.enlo de los edificios. Los traquitas son pre– feribles para este objeto, porque la hUl1."1.edad no irepa en ellos por n,edio de la capilari– dad.

Al Nor.l:e del ceno de Coyo1epeque, el subsuelo, en los raros puntos donde se puede observar, perienece enteramente al calcáreo es±ratiforme, blanco ó gris, de 1~ formacion, apoyado, de cuando en cuando, sobre sienita ó sopre el asperon colorádo antiguo. Esie úl-

fimo es generalmente usado para dar filo á

los fien os de la agricultura. Del o±ro lado de los lagos abundan "gipsos" es±rafiforl1."1.es, en capas delgadas, de loIna trasparencia excep– cional y que sunúnis±rarian un excelente ye– so. El l1."1.ar y aun los lagos ofrecen, en l1."1.U– chos lugares, l1."1.orillos basál±icos muy propios para el en,pedrado de las calles, y la "Piedra

Qu~mada" .es una mina inl1."1.ejorable de l1."1.a– tenas propIas para la consiruccion de exce– lentes caminos rnacadal1."1.izados. En la cosla

de.~ Pacífico, nUl1."1.erOSas salinas naturales per– mlJ.en recoger la sal necesaria al consumo lo– cal. En cuanto á la hulla de que he hablado y que se encuenlra en las cercanías de la ba– hía de Salinas, y varios puntos de Chon±ales (1), perlenece á la variedad conocida con el nombre de "Brown Coal", aunque ciedas ve– tas se parezcan l1."1.ejor al "Pi±coal". Es la mlSl1."1.a que, en Europa, se encuentra en Aus– tria, Polonia, Silesia; y en Al1."1.érica, en el va– lle del Missisipi, Méjico y Salvador Nueva Granada, Chile, elc. Su gravedad e~pecífica

es de 1.'57 y su cOl1."1.bus!ion deja un reliquio de cenIzas de 10,5 p. '/0. Es posible redu.. cirla á "cake", y no es suficientemente rica en materias bi±un1.inosas para poder el1."1.plear– se con provecho por la navegacion por va– por. En cal1."1.bio, seria muy útil á ioda in– dus±ria local y fija. Ademas, se presenta acol1."1.paí'íada de carac!eres que hacen muy probable en sus cercanías la presencia del petróleo.

Puesto que he llegado á habl ar de la parie Sur del ísfl1."1.o nicaragüense, que confi– na con el Guanacas±e, y por consecuencia con lo que, provisionall1."1.enie, Se considera bajo el dominio de la República de Costa Ri– ca, l1."1.e parece bueno explicar en este punto la presencia de cier±os yacin1.ien±os me±alífe– ros, en con±radiccion aparente con las ieo– rías eInifidas mas arriba. Hay en efedo ve- . tas de cobre al Sur de la bahía de Salinas, y algunos de los rios que descienden del 01'0–

sí, que es un volean, acarrean sin embargo pepitas de oro. Pero el leelor se dignará re– cordar que, en el grupo cosiarricense, la lí– nea de division de las aguas ha efectuado su alzal1."1.iento sobre la línea misma de los vol– canes, y ha agrupado su masa alrededor de sus conos. Si se quisiera pretender que los volcanes de Costa Rica se han alzado pos±e– riormen±e á la cordillera y han aparecido en su cumbre, esa opinion, aunque l1."1.uy hipo±é– tica, no cambiaria en nada lo que queremos establecer. El hecho innegable es que, allá, los volcanes y la cordillera no hacen n1.as que una sola masa. De l1."1.odo que los volcanes cos– ±arricenses pueden n,uy bien presentar en sus alrededores veías de metales mas 6 menos preciosos. Pero aquellas veías pertenecen á la cordillera y no al volcan. Es eso una dispo-

(1) Acaba de denuncialse una mina de hulla en la jUl"Ísdic-cion de Tipitllpa, al N. del Salto. . .