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Tolal . . . . .. 1000,00

El agua es fria, se descomponen muy pronto por el trasporte, y despide entonces una fuerte proporcion de gas ácido sulfídri– c6, debido á la descomposicion de los sulfu– ros que contiene, en presencia de la aHera~

cion de la materia orgánica; esta aHeracion parece provenir de la muerte de un sin nú– mero de anÍlnales infusorios que contiene el agua. Luego las demas sales se trasforman, en sulfidra±es insolubles y el agua pierde sus virtudes. El agua de Nejapa es ciertamente una de las mas noiables del mundo; su abun– dancia es excepcional, así como las facilida– des para hacer uso de ellép ell~do que se en-

sí solas suministrarian n\ateria para un tomo interesante. Nos limitaremos á hablar de las lagunillas sin desagüe.

Las hemos descrito ya bajo el punto de vista topográfico (capítulo III. El agua de la de Diriorno es ligeramente alcalina y sa– Jada y no es potable; pero los animales la beben con mucho gusto y provecho.

La de Masaya conliene una lijera pro– porcion de cloruros y una materia orgánica ó albuminosa mal conocida; es potable pero no es buena. Su composicion química y su temperatura varian frecuentemente. Esta la– g-una es el cráter de alzamiento que ha sumi– nis±rado la materia necesaria á las erupcio– nes y á la formacion del volean de Masaya, mientras que la de Diriomo de que acaba– n)o13 de hablar, no es mas un hundimiento adventicio y crateriforme de los que suelen producirse en la esfera de actividad de los volcanes.

El orígen de la cons±ifucion alcalina de fodas esas aguas es fácil de reconocer: las lluvias han suministrado el agua y fuentes minerales situadas en el fondo han disuel1:o en ellas las sales ó los gases de que están cargadas. La laguna de Tiscapa contiene una lijera proporcion de muriato de magne– sia, la de Asososca sulfuro de calcio, }'S- la de Jiloá, cloruro de magnesia y sosa.

La de Nejapa, la mas notable de todas, ofrece una fuerte solucion de bicarbonato de potasa y sosa, que saponifica inm.ediatamen– te los cuerpos grasosos, y por consecuencia hace espumar la cabellera de los que bañan en ella. Conliene tambien una proporcion ex:traordi.Ilaria de una materia orgánica mu– cilaginosa y difícil de analizar. He aquí su cqmposicion química, fuera del pormenor de la materia orgánica:

Bicarbonato de sOSa . - Bicarbonato de potasa . Sulfato de magnesia .

ó •• Cloruro de sodio .. . Sulfur? de c¡:.l~io, de hierro, etc. Matena organica . Agua .

3,ao

4,aO

1,10 0,10

2,50

9,70 986,00

cuenira en las márgenes de la laguna puede ser considerado corno una solucion recon– centrada, y por consecuencia muy activa, de las mismas sales que contiene el agua. Es:ta tiene un iérmino medio entre las aguas de Vichy y las de Uriage. Aplicada al exlerior, su accion terapéutica es notable en las afec– ciones del cutis y en el tratamiento de los reumaiísmos inveteradosl tomada al interior produciria sin duda una reaccion favorable en las enfermedades de la vejiga y de la ve– sícula biliar, así como en todas las afecciones de origen escrofuloso.

En lodos los lugares donde ha habido lava, la superficie, p:con±amente enfriada y solidificada ha dejado chorrear por debajo de ella la parle aun líquida. y se han forma– do, de este modo, largas cuevas subterráneas en fonnas de túneles ó ialadros. Aquellos á veces presenian disposiciones acúsficas que les dan la propiedad de reproducir los soni– dos de un modo mas ó rnenos extraño, y la imaginacion popular COlno tarnbien la leyen– da, no han dejado de ejercerse sobre ellos, inventando pretendidas maravillas.

A lo largo de la sierra de los lv1:arrabios se encuentran muchas veces: "infiernillos", especies de pequeños cráieres en miniatura, en los cuales borbotan varias soluciones mas ó menos calienies y alcalinas, con desarrollo de vapores sulfurosos y de fuegos fatuos vi– sibles en la noche: otro campo vasio abierio á la supersiícion.

En cuanl0 á los terremotos, son dema– siado frecuentes, para que su historia no sea fastidiosa, y son demasiado débiles en Nica– ragua para que su estudio ofrezca algun in– ferés. En 1844, hubo uno bastanle fuerte en Rivasl pero hacia parie de un sacudiroiento general comunicado á iodo el Sur de la Re– pública por uno de los volcanes de Costa Rica (el Irazúl. Hay una inmensa diferencia en~

±re los ligeros lnovimientos ondulaiorios y parciales que registra de cuando en cuando el periódico oficial, y los :terribles accidentes que han reducido á escombros, algunos años

h~ce, á algunaS ciudades del Pero, y á la ca– pl±al del Salvador. En cuanto á afirmar que hay alguna relacion entre los :temblores y los cambios de esfacion las tempestades, los equinoccios y oiros fenómenos meterológicos ó as:tronó~icos, es una opinion tal vez ver– dadera, pero, hasta ahora, sin fundamento y

sin pruebas científicas. La única relaeion for– mal;rnente reconocida consiste en las periur– baClones que los ±errernofos hacen experi– mentar algunos minutos, y á veces muchas horas, antes del sacudllnien±o, al bal'óme±ro, á la brújula de inclinaeion, á la de declina– cion y á todos los aparafos eléciricos ó elec– tro-méignélicos. En esto podrá hallarse ±al vez algun dia la confirmacion de las teorías emitidas sobre el orígen y la explicacion del fenómeno, y si no Se enconrrara quizás, al menos Un medió detUenuar sus e~ec±Qs 6 de

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