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« Previous Page Table of Contents Next Page »telar, a cuy~ lado le vim?s n~sotros después, por lcirgas y consecuetlv?s horas, infatigable y paciente, combi– nando los ablgal radas colores de sus hilos mientras que de sus labios se desprendía pOI a nosotro; enseñan– zas y consejos! De tiempo en tiempo, y cuando ya había acumulado suficiente cantidad de las telas cu– yos hilos habían sido entretejidos por él mismo e~ las pesadas y fatigosas horas del día, tlOsladábase con ellos a Masaya, Granada y Rivas, de cuyas ciudades volvío con otros artículos de pronto y fácil realización En estas modestas transacciones comerciales, transcurrieron los primeros años de su juventud Ellos le propol cionaban la satisfacción inmenso de poder al'ender en mucha parte a las humildes necesidades de
Sll más humilde hogar Pela no ela, en verdad, aquel
trabajo mecánico el colmo de sus aspilOciones A más elevada nlisión se sentía él llamado una voz secreto le decía que nacido pOI °
lo grande, estaba condenado a lo menor En su almo de joven, sin embargo, aun no habícln tenido tiempo de extender sus dominios las decepciones En medio de aquellas primeros contra– riedades que enlorpecíon el vuelo de su suprema as– piración, quedaba intacto una fibra que respondía simpálicamente al grito de lo esperanza, Si no des– fallecía su voluntad, si su fe no decaía, el momento oportuno tendría que presentarse, y él realizaría en– tonces su generoso pensamiento, acariciado en secreto con voluptuoso sibOl itismo Requirió, pues, todos
las fuerzas de su voluntad, y decidióse o esperar
IV
El año de 1838 el país atravesaba por una cnSls tremendo Nicaragua sucumbía al murmurio de sus lagos, bajo el látigo de lo miseria, como Jerusalén bajo
10 espada de Tito La Administración pública, nece– sariamente, se resentía del malestar general La hoz segadora de los economías se movía sin descanso en todas direcciones, arrasando cuanto encontraba a su poso No quedó en pie más que lo que se creyó ab– solutamente indispensable ni uno oficina que no fuera de todo punto necesaria, ni una escuela El Gobierno, falto de fuerzas¡ no osaba afrontar los gastos que oca– sionoba el ramo importantísimo de Instrucción Público, y la Municipalidad misma, se abstenía de acometer una empresa, para cuyo sostenimiento, aunque en muy mo– desta escala, no contaba con los medios que asegura– sen el éxito apetecido La situación, pues, era asaz desgarradora
Apareció entonces el joven don Gabrie{ Morales,
sin alardes, sin ruido, sin estruendo, sencilla y modes–
tamente, con el propósito generoso de contribuir por su P?rte, y en la medido de sus posibles esfuerzos, 01 ali–
VIO de aquello desesperado situación El momento OpOI tuno, había llegado Una decidida vocación, por largo tiempo comprimida, iba al fin o manifestarse El modesto joven lucha primero con inconvenientes vence obstáculos después, sofoca los pudorosos alerta~
de su tímido carácter, y abre, 01 fir1,¡ uno escuela públi– ca y gratuita, que era el sueño dorado de toda su vida Temeraria en alto grado ha de parecer al pronto la empresa que acometía, pero no era loca vanidad la que
impulsaba su anhelo era s610 el deseo dé hacer ~I
bien, que jamás al oído de aquello alma sencilla, pudb deslizar la pi esunción sus tentadores secretos Su tel– reo ,serí~ apenas la del ignorado obrero que trabaja en el SilenCIO de la mina profundísima arrancándole a lo tiel ra el no conocido cuarzo, del qu~ mano más exper– ta ~udiera sacar después esplendores y riquezas Él
sabra que a su lado no se fOlmarían nunca hombres doctos, ni instruidos, porque conociendo él el alcance de su brazo, no ignoraba, al extenderlo, o dónde podía
Ilega~ ,Per~ si una voluntad inquebrantable, una
concl~ncla ,sm mancho, un juicio claro y recto y un COI ?~on animado para el bien, fueron siempre más que sufiCientes para formar ciudadanos útiles a la patria, o cuando menos a la familia, él se sentía animado para emprender lo labor
Que ~upo cumplir con el deber que voluntaria– mente se Itr;PUSO, es coso que, por evidente, queda fuero de la orbita de ro discutible, que vio satisfechas sus aspiraciones, no cabe ponerlo en duda ahí está si no, para comprobarlo, eso falange de hombres qu~
por l1l10 u ?tro concepto brillan y sobresalen hoy en nuestra SOCiedad, y en cuyos corazones vírgenes im– plantó él la semilla que habÍia de producir los frutos opetecidos
Desde aquello su modesto iniciación en lo lucha incruenta del magisterio, hasta sus últimos días, el maestro Gabriel, como cariñosamente le llamábamos todos, fue siempre el mismo El poseyó, como Cristo, el secreto de hacerse amor
Cuando por el año de 1859 restableció lo Munici–
pali~ad de esta ~abecera la escuela de instrucción pri– maria que sostenla con sus fondos, -y que fue servido sucesivamente por los señores don Indalecio Bravo don Francisco Avilés y don Rafael Medina- el maes~
tro, Gabr~:1 continuó can su escuela gratuita,' y tuvo la satlsfaccJOn de no ver disminuir el número de sus alum– nos Prueba elocuente de que no era lo circunstancia de ser lo única su humilde escuela, lo que la hacía ta~
aceptable algo, que llenaba, sin dudo, las aspiracio– nes de los podres de familia, se encontraba en ella El año de 1866 surgen algunas dificultades en la MU,nicipalidad, por no encontrarse uno persona a quíen satisfactoriamente pudiera confiársele la dirección de su escuela, entonces vacante El Regidor don Sinfo– roso Chávez, por indicación del Síndico Municipal don Esteban Moreila, propone un día con general aplauso o don Gabrie{ Mora{es poro servir dicho plaza No se cuenta de antemano con la áquiescencia del maestro,
pero se toman en considelación sus' excepcionales cua– lidades poro el magisterio, al mismo tiempo que el re– conocido patriotismo, de que tantos y tan gallardas muestras tení'a dadas Hácese el fin el nombramiento
y el maestro decídese a aceptar en calidad de interi~
no (*) I
Posan pocos meses, y la Municipalidad se encueri– tra asediada por personas que objetan el nombramiento de! maestro Gabtiel porque no ostenta el título oficial
I
(*) Se nombra intclinnmente mncstlo de la ~euela. 81 señor d~n
Gnbliel Morales, comunicilndolc dicho nomblumiento ~1 intcletado al cesante
y. n la Junta de Instrucción Pública del dep:u lamento En eons~cuencia Se
ueclaló vacante lo. escuela, y se manl!nlon fijar cnllelcs-M:maaua, 19' de
Febrero de; ~18G(l-I Brnvú--Junn M Solis-Sa.Ivado1: Gutiérlez-8infOlo~o
Chávez-E'ltcban Moreiln-Ftorellcio 8iha-'-(Extracto del act~ muuicipql)~
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