Page 62 - RC_1965_08_N59

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mente, las nOrn1.as y procedimientos que se están estableciendo para llevarla a cabo, ar– monizan con la organización política y la tradición cultural de la nación.

CO"Iplejidad de la Refol'lna. Si bien existe un conjunto de principios generalmen– te admitidos, los problemas agrarios son tan complejos y diversos que es indispensable adoptar fÓrn1.ulas distintas para enfrentar su solución. Como se expresa en el esiudio "Relaciones entre la Reforma Agraria y el Fomento Agrícola", publicado por la Orga– nización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO I :

"No existe un patrón uniforn1.e de refor– ma agraria: en cada caso y lugar, es preciso hacer un plan distinto, ya que las circunstancias naturales, económicas y sociales e incluso la respuesta huma– na a las mismas, varía grandemente en los países que están maduros para ella".

En consecuencia, la aplicación de la Ley Agraria de Nicaragua se basa en el estudio de la realidad nacional y es lo suficien±e– mente flexible para considerar las diferen– cias que existan entre unas y otras r,egiones del país y aún dentro de una misma región. La heterogeneidad del medio físico, económi– co y social es una razón más para la adop– ción de criterios selectivos en las acciones de reforma, especialmente en las que se refieren a la propiedad y tenencia de la tierra.

Por la naturaleza y amplitud de sus objetivos, y por la complejidad de los pro– blemas que es preciso resolver para alcan– zarlos, la reforn1.a agraria consliiuye una po– lítica permanente.

Esto quiere decir que no bastará la ex– pedición de leyes y reglamentos, la creación de organismos, la inversión de capitales, ni la realización de determinadas obras.

La reforn1.a entraña una profunda trans– fOrn1.ación social y económica, que no se rea– liza por el mandato de la Ley, y cuyo éxito depende tanto del acierto en la concepción de los planes y programas corno en la con±i– nuidad y regularidad de su ejecución. Al– canzar esa transformación es tarea de largo alcance en el tiempo y requerirá la revisión periódica de sus planteamientos.

Finalmen±e, la reforma agraria está aso– ciada a una política de fOluento agrícola, y ambas comprendidas en una política gene– ral de desarrollo económico. Ninguna refor– ma agraria por comprensiva que fuere, pue– de resolver del todo el problema de los bajos niveles de vida en el campo.

Por ello es absolutamente indispensable que, al mismo tiempo que se atienda con de– cisión el problema particular de la agricul– tura, se estimule el desarrollo de airas activi-

dades coma la industria, la minería, el co– mercio y los servicios.

Tal desarrollo debe absorber el creci– miento demográfico que exceda la capacidad de empleo en la agricultura, y determinar a la larga una baja de la población agrícola. De este modo la reforn1.a podrá lograr con plenitud su objetivo de elevar el poder ad– quisitivo y el nivel de vida de la población rural, facilitando con ello la expansión del mercado para las industrias y servicios; mientras que el desan-ollo de esias ac1ivida– des ampliará a su vez el mercado para los producios agrícolas.

El JAN Y su política. Para la aplicación de la Ley de Reforma Agraria y la ejecución de sus objetivos, se creó, ellO de Julio de 1964, el Ins±itu±o Agrario de Nicaragua

Después del primer año de labores se considera que ya se tiene capacidad para de– finir la política a seguir dentro del marco establecido por la Ley, basándose en las ex– periencias logradas, en cuanto a organiza– ción, y los recursos financieros con que se puede contar, tanto nacionales como exter– nos. Los lineamienlos de esta política pue– den resumirse en la siguiente forma:

a I el desarrollo de áreas grandes para re– ducir costos administrativos, organizar la producción en escala regional, abrir opor±unidades para industrias prima– rias y llevar a cabo, simu1±áneamente, programas integrales;

bl titulación de tierras nacionales; cl titulación de tierras m.unicipales; y

dI por excepción, compra de iienas para

11.0 descuidar proyectos Requeños cuan– do su ejecución conlleva la solución de problemas a g 1" a 1" i o s específicamente graves y atención inmediata.

Comentario lIinal. Bien sabido es pues el hecho de que la sociedad se encuentra en un período de desarrollo, lo cual significa no sólo la elevación del ni.vel de vida de las masas campesinas, sino también el de una mejor y más justa distribución del Ingreso Nacional.

Si se planea el desarrollo social, su fi–

nanciamien±o de nuestra agricu1±ura, lo cual implica lógicamente tecnificar los sistemas agll'lÍcolas, es decir utilizar, combinar y racio– nalizar los recursos para tener una buena agricultura que proporcione, no grandes ga– nancias un año y muchas pérdidas otros, si– no que asegure, tanto a cario como a largo plazo, ganancias moderadas pero siempre ganancias.

Cuando se habla de utilización, combi– nación y racionalización de los recursos pa– ra un buen l/Sistema Agrlcola", se debe en-

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