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« Previous Page Table of Contents Next Page »pertenezcan a la misma categoría social, porque hay varios factores que influyen en la detenninación de esas diferencias, tales como la dedicación al trabajo, el mayor gra– do de asimilación de nuevas técnicas y la iniciafiva personal, aparle de las situaciones de salud e instrucción que también son im–
portantes/ pero la política que fienda a ha– cer l"t"lenos graves esas diferencias, por lo menos en el aspecfo económico, logrará pro– piciar un grado de equilibrio adecuado a los fines de desarrollo que se desea.
Es claro que para quienes quisieran adoptar co]ono patrón lo que ha sucedido en Rusia y en Cuba, la ley nuestra, que no lle– ga al despojo irracional ni a la destrucción del derecho de propiedad, resulia inconsis– tente e inoperante.
. ¿Qué es Reforma Agraria?
Las opiniones que hay acerca de este ie– ma, que por ser de tanta actualidad es tan importante, son muy diversas en su concep– ción y en su expresión.
Para unos la Refort1.1.~_ Agraria es un re– parto de tien as entre person¡:¡.s qUIil no la tienen, para lo cual el Gobierno organiza un programa de entrega de ±íhilos de propie– dad/ de manera que, como deóa un confe-
o
rencista, un buen día comienza a repartirlos corno si fueran certificados de pensiones de guerra para soldados ex-combatientes
Para aIras la Refonna Agraria es la pla– nificación f~cnica de la producción agr.ícola, llevando . la 1.os pequeños agriculiores los be– neficios de un adecuado sistema crediticio y de un buen~lnercadeo de sus produc!os.
No falta quien Crea que la Refonna Agraria llena su función cuando se provee a los poblados rurales de un intenso programa educativo, con proyecciones en el cuidado de
la salud
También hay quienes consideran que la Refonna Agraria cumple sus objefivos cuan– do está patrocinando un mejor sistema de re– muneración para los trabajadores del cam– po.
Si analizamos las 0l;dniol1es antes ex– puestas, tenemos que acepiar que en cada una de ellas enconiralnos una parte --más o menos importaníe-- de lo que se pelsigue con un programa de Refonna Agraria.
La mayoría, sin embargo, es la que con– sidera que el reparto de Herras es el princi– pal objetivo de estos programas; pero la fal– ta de una comprensión clara del problema agrario es parte de la problemálica que afronta la Reforma Agraria, porque cada sec– tor iíene su propio concepto del asunto. El profesor Moisés Poblefe Troncoso da la siguiente definición: "La Refonna Agra–
ria es un proceso completo de reesiructura– ción de la economía agrícola, que integran
numerosos faC±ores que debieran aduar ar– mónicamente, y que convergen a incremen– tar la producción agrícola en beneficio del bienestar colectivo, y a entregar la tierra a quien la trabaja, para que desempeñe su función social".
El prÍlner facior de progreso de los pue– blos es el u-abajo, siempre que éste sea ade– cuadamente encauzado hacia una produc– ción que responda a las demandas iniernas y externas; pero quien trabaja necesͱa tener el máximo grado de seguridad y estabilidad en su propio trabajo, y esto solo consigue cuando es dueño de su principal factor de producción que, en el caso del trabajador ru– ral, es la fierra.
No se puede negar que hay un mayor estímulo espirilual y un mayor incentivo para dedicarse a jornadas no sólo más dUra– deras, sino de mayor rendimiento económi– co, cuando el p't"oduC±or irabaja su proia tie– rra.
Para un agricuHor que dedica su tiem– po a laborar en su propio terreno, no hay jornadas mínÍlnas ni máximas, porque la misma empresa indica cuánta alención re– quie't"en; los días festivos, que ordinariamen– te los dedica el asalariado rural a juegos y otras distracciones salpicadas de licor, el pe– queño empresario las usa, por lo menos en gran parte, en atender su huerto, sus pocos animales y todo lo que constituye su es±abi· lidad económica.
Las medidas que se tomen, en cuanto a elevar salarios en el campo y hacer llegar prestaciones sociales, pueden tener un im– pacio notorio en la retejoría del habitante rU–
ral, pero no podrá jamás abrir el camino de Un progre~o real y estable, corno lo puede hacer un sistema de ordenada y justa distri– bución de la Herra, en términos de que en forma real y eminenlemente prácfica llegue a ser, en medida conveniente, de quien la trabaja.
Aceptada esta afinnación de que la tie– rra debe llegar a poder de quién la trabaja, podría surgir la pregunta: ¿Cómo realiza't"e– mas esa aspiración'?
Aquí es donde estriba el problema po,· que hay mucha inclinación t'l. las imitaciones.
Siempr~ esiarnos dispuestos a irriitar/ a veces pOlque es el medio más fácil pala lle– gar a una solución con el menor esfuerzo, ya que la tarea de pensar y de planear corres– pondió a o±ros.
También existe sen±ido de imitación por– que frecuentemel1te nos impresiona determi– nado sisielna o bien su expositor, y creemoS que lo apropiado es impor±ar el molde en el cual hemos de vaciar nues±ro problema para darle fonna y ponerle la etiqueta que le co– rresponda.
Es indudable que el conocimiento de to– do lo que existe fuera de los linderos patrios, tiene una lección que debemos aprovechar.
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