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De modo que durante este período nos limifam.os á dar la lista de los gobernadores con la fecha de los acontecimientos mas im– portantes:

1692.-Gabriel Rodriguez Bravo de Hojos.

1693.-Sublevacion en Sébaco. 1696.-Luis de Colmenares.

1701.-Formacion de un establecimiento

inglés formal con gobernador en Blewfields.

1705.-Miguel de Cam.m-go. 1706.-José Calvo de Lara.

1709.-Los Zambos asolan á Chont¡;lles. 1720.-Sebasiian de Aransivia y Sasi. 1722.-·An±onio póveda.

1722.-Sublevacion en Ma±agalpa. 1724 -4 piraguas arm.adas en guerra salen de Granada para atacar á los Zambos instalados en la boca del rio Jimenez (Colorado), de donde in1– piden toda clase de circulacion. Los Zam.bos son vencidos, á pesar de la superioridad de su m.arina. 1728.-Tomás, duque de Estrada. 173Ó.-Badolomé González Pitoria.

Ü·40.-"-EI comedoro inglés "Handyse"

traía de apoderarse del Realejo. 1754.-.-D. José La~ayo.-"La guerra Gon Ingla–

±erra interru¡npE) ±oJ:almente el cOl;nerGÍQ. 1746.-Advériirhieni.±6 de Fernando VI. 1747.-Alonso Fernandez de Heredia.

1748.-- -L c s "ingleses se apoderan del puedo de San Juan de.l Norle; per.c:.> lo re:;tifuyen casi iI).me.diaiamen±~

por la paz de Amiens.

A pesar de la paz, los ingleses perseve– ran en su sisterna. En 1749 Comalapa y Boa– co son arruinados por los Mosqui±os, al man– do de cuatro ingleses de Blewfields. En 1759, al advenim.iento de Cádos nI, se averigua que el con±rabando en vasta escala es uno de los m.edios em.pleados por Inglaterra para continuar el desarrollo de sus planes (1).

El gobernador Pantaleon Ibañez (1759), ,rió llegar al último extremo esos odiosos ata– ques. Duranle su adn1inis±Iacion, los Chon– tales son invadidos por lodas parles y com– pletam.ente arruinados (1760-62). Jinotega, Muym.uy, Lovago, Acoyapa, ciudades flore-

(1) Representacion hecha al Rey el 19 de enelO de 1769, pOl

D. Jerónimo de la Vega y Lacayo, salgento mayor de

Granada. - A1Chivo de Guatemala.

cientes, son incendiadas y saqueadas y las mujeres jóvenes llevadas co11.1.o esclavas. Un grito general de indignacion se levanta con– ira la Me±rópoli, que tiene tan poco cuidado por una colonia que, sin em.bargo, Cárlos V había siem.pre m.irado com.o la m.as preciosa de iodas.

Nos aJ:reveriamos á decir que es desde aquella época que los ánimos empezaron á fermentar y á ±om.ar los hábiios que debian poco á poco atraer la proc1amacion de la in– dependencia. Nos pennitirem.os pues una ojeada general sobre la siiuacion de CenTro– An1érica en aquel mon1.enio.

En prim.er lugar, los Indios siempre so– metidos á las encom.iendas, y mucho menos pro±ejidos que en Méjico, form.aban una cas– la aparte. Los descendienles de los caciques ó nobles habian sido sislem.á±lcamen±e apar– fados de los negocios públicos y hundidos en la degradacion. Los Indios estaban reduci– dos á una m.inoría legal; su residencia en clerios pueblos ó cierlos barrios era obligato– ria. Ningun esfuerzo se habia hecho para ins±ruirlos. Dominados por el ten1.0r de los castigos horrorosos que recib'ian por la me– nor falta, esperaban m.ejores J:iem.pos en una apalía aparente; pero Íonnaban una frac– cion de la poblacion enieram.enle dispuesJ:a á sus oidos la palabra mágica de Liberiad.

Los negros, COlno todos los esclavos del mundo, debian ±ambien eslar dispuestos" á s051e11er á cualquiera que les ofreciera rom-per sus cadenas." "" .' Los mestizos de toda clase, obligados á

i~ibu±os ef:lpeciales~ .debian soportar :hnpa– cJen±emente. la pOS1Clon envilecida á que es–

~aban s9m.e±idos Y el cuidado con que se les aparlaba de varias carreras. Dueños de to– dos los pE;'lqueños" oficios y artefactos, hapiE).u co;nquislado ciertos privilegios para S\78 gre–

mlOS, y de E;'l!'lt§l modo pOSeiE).11 qi?ria unidad de ideas y de ª"ccion que hacía c;le ellos ün e!e;nE?l1io rl1uy importante en C9,SO de ¡;€;volü-

cicn... '. '.,

En fin, la misma pobJacion Qll;lnca paci– da en Nicaragua, es decir criolla, poseedora de la m.ayor parie de las riquezas y propie– dades y dueña del com.ercio, clase inteligen– ie y am.iga del progreso, no soportaba ya ni el yugo del absoluJ:ism.o que pesaba sobre ella, ni la pre±ension que ienian los Españo– les poninsulares de serles en iodo y por todo superiores (1). Mas al corrienle de las co– sas del país que ningun Español, convenci– dos de Su superioridad, como sucede á todos los hom.bres in±eligenies cuando se encuen– tran desde su nacimiento en contado con ra– zas reputadas inferiores, no podian compren-

(1) El oidOl Batallel, de la Audiencia de Méjico acostulll– bIaba decÍl, <jue mientlas quedala un zapatel'o en Cas– tilla ó un mulo en la Mancha, selia de ellos el gobiel110 de Amélica (Chevaliel: Le lHexique ancíen et modellle. PalÍs 1864).

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