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(1) COI011 nació en 1436. - Véase Washington Irving: Vida
y viajes de Clistóbal Colon,
(2) ~e lla~1ó dUl'ante mucho tiempo á la bahía y al país ve– cmo: Hlbueras, por el glan numelO de palos de calabaza (Jica1o) que se veian en él. Las calabazas, en español, se llamaban entonces hibueras, Ó ybuelas; mas talde el nomble de HondUlas le fué dado, POI las hondUlas ex· t1aOldinalias que presenta el mar á lo lalgO de esta costa.
(8) El cabo Caxinas fué nomblado así por ser cubielto de álboles flutales llamados caxinas por los natUlales Se llama ahola cabo Hondulas Toda esa costa fué bautiza– da costa de la Oleja, POI tener los indígenas las Olejas exhaoldinaliamente hOladadas y lalgas
(4) Por una coincidencia singular, el 15 de setiembre es el aniVClSal'io de la Independencia, y el dia antclior se fes– teja fin NicaIaglla, en lecueldo de la victOlia de· Sall Ja– cinto.
Una vez doblado el cabo, Colon sigue la cop±a actual de Mosqui±ia, y el 16 de setiem– bre, "despues de haber navegado como 60
leguas" (5), fondeó frenfe á la desemboca-
róicamen±e emprender un cuario viaje, ienia entonces 66 años! (1),
Desde aquel momento, la cuestión de una comunicacion marítima in±erocéanica al través del Nuevo Mundo se dió por seniada. Se llamó primero el "Secreto del Estrecho" I
Nicaragua le debe su descubrimiento, y ve– rernos mas adelante que su historia entera ha estado siempre ligada del modo mas ín– timo á esa cuestiono
El almirante salió de Cádiz el 9 de mayo de 1502, con cinco caravelas y 150 hombres. Pasó primero por las Canarias y despues por las Antillas, donde arregló varios asuntos en las colonias ya existentes de Santo Domingo
y de Cuba, y, de esta última, se dirigió hácia el Sudoeste, y descubrió el 30 de julio las is–
las de la bahía de Honduras (2).
El 4 de agosto descubrió el cabo de Ca– xinas (3), y luego el cabo Camaron¡ y el 17
desembarcó en la boca de un gran rio y fo– mó solemnemente posesión del país, á nom– bre de la Corona de España; de aquí el nom– bre de rio de la Posesion (ahora río Tin±o).
De aquel punio en adelante una ±em– pestad :fremenda y que duró cerca de un mes, acometió la flofilla, y varias veces ame– nazó aniquilarla. Las tripulaciones 8e ha– llaban extenuadas, Colon moribundo, los bu– ques casi inútiles, las provisiones averiadas, cuando de l-epen±e, el 14 de se±iempre de
1502, vieron que la cosla formaba un cabo
y daba vuel±a al Sur, abriéndoles así una na– vegacion libre y desahogada. Al momento, la esperanza renace en fados los corazones cada uno encuentra nuevas fuerzas, y esie cabo, que todos habian bautizado ya "Gra– cias á Dios" es doblado en medio de las acla– maciones de la armada eniera.
¡Nicaragua esiaba descubiertal (4).
(5) Las palabras entre comillas bastan para comprobar la
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(1) Su mérito e1a tanto mas gUlllde, que en 1500 habia sido llevado de Santo Domingo á España calgado de cadenas.
Jamáica. Embarcado por -tercera vez, reco– nocia en 1496 la costa de Paria y América coniinen±al del Sur.
Pero en 1497, Vasco de Gama, almiran– ±e portugués, doblando el cabo de Buena Es– peranza, llegaba á la India y á la China; en
1501, volvia á Europa por el mismo camino.
Los productos que llevaba de aquel asombroso viaje excitaron un en-tusiasmo universal. La Europa, decían, podía desde luego ir á comprar á las propias fuentes de producción, con sus propios buques, y sin pa– sar por el oneroso intermediario de las cara– vanas de la Persi.a ó de los marineros árabes del m.ar Rojo, los tejidos de oro y seda, de di– bujos inimitables, las piedras preciosas, y sopre lodo las especies, mucho mas eslima– das en.l:onces que ahora
En medio de las alabanzas que suscitó aquel gran acontecimiento, se olvidó casi que, cinco años, antes, Colon, buscando el camino para esas mismas Indias, por el Oes– ±e, habia encontrado un mundo.
¿Es±e mundo pertenecia acaso al confi– nenie asiá.l:ico, á esa maravillosa cuna de to– das las civilizaciones modernas, á esa Asia que entonces, en la cumbre de su desarrollo, dejaba muy atrás á Europa, iodavía semi– sumergida en las finieblas de la edad me– dia'?
Era difícil creerlo, haciendo la compara– ción de las admirables muestras que habian ±raido los Portugueses, con los objetos ordi– narios que habian hallado los Españoles. Los viajes sucesivos emprendidos por Colon á las islas descubiertas por él, y al continente ve– cino, no habian dado afro resultado que en– cbnlrar poblaciones en un salvagismo man– so, y cuya industria, aunque no desprovista de gracia, era muy inferior á la de los Asiá– ±icos de la India, con los cuales habían sido confundidos al principio. Se empezó ~n±on
ces a creer que las tierras descubiertas por Colon habian sido bauiizadas Indias Occiden– tales co~ del"nasiada precipitadon, y que era un con±1nente separado, en medio del Océa– no.
El "almiran±e" no se disimulaba la im– por.l:ancia del buen éxito de Vasco de Gama. Comprendia que su gloria personal nunca seria completa sino cuando él tambien hu– biera logrado llegar á la India por su cami– no del Oeste; ¿y qué dificultades podian pre– sentarse? Si un nuevo confinente se hallaba realmente inierpues±o entre él y su objeto no podia este obsiáculo cerrar el paso de un~
á airo polo, debia presentar soluciones de con!inuidad, estrechos, comunicaciones con ese mar todavía desconocido que, sin duda, bañaba la casia asiática ian ambicionada.
Esos estrechos, este pasaje, no quedaba mas que buscarlos, descubrirlos. Es±e hom– bre verdaderamenie grande (l), resolvió he-
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