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nos de Masatepe±1 lo llamaban Popocatepil, que tenía la misma significación en su idio– ma mejicano.

Todos esos pueblos, cuyo origen era di– riano, eslaban sorneiídos a la autoridad del cacique Tenderí, que residía en Nindirí, ciu– dad enionces muy animada y floreciente.

Los Nagrandanos, aunque de la misma raza que los Dirianes, y hablando como ellos el chorotegano, se habían visto abligados a separarse en1eramente de ellos despues de una guerra encarnizada ( 1) que había de– jado entre ambos pueblos un odio morial. Vencidos en los últimos encuentros, hablan abandonado sus antiguas residencias y con– quistado sobre los Niquiranos la parie que se extendia enlre el lago de Xolotlán y el mar. Sus principales ciudades eran Imbila, cerca de la orilla occidenial de dicho lago, y Sub– fiaba en el ceniro de su comarca.

3 9 -Los "Chontales", que hablaban el idioma Maya (2) y cuyo nombre significa "exlrangero", ocupaban todas las vertientes de la cordillera central mas allá de los lagos. Sus relaciones con los airas pueblos eran ca– si nulas. En las caries de Tended y de Ne– quecheri eran considarados como salvajes. Es difícil precisar su orígen y la época en que vinieron a interponerse entre lós Choro– tegan05 y los Caribisi de la costa oriental; pero corno se habla el chonlal en toda la ex– tensión de la cordillera Americana, desde Ni–

caragua hasta Oaxaca, es probable que sean una rama de los Ma ya, que en Hempos re– motos abordaron el dis±ri±o de Copan para

ex±~nders~ ': la vez por el Norte y por el Sur, y Sln Opos1clon alguna en±:re las sinuosidades despobladas de la cordillera Sus principa– les pU:~,blos eran L?viguisca, Matagalpa. y Pa– lacagulna; no ±enmn grandes ciudades.

4 9 -En fin, los "Caribisi", dueños de to– da la ver±ienle oriental de la cordillera has– ±a el Océano A.tlántico. Sin población fija, erra1:'an divididos en iantas grandes familias o .tnJ;>us corno hay grandes hoyas de rios prll'lClpales; hablaban cada una un dialecto diferenie, pero podían referirse todos a una lengua madre co:r:nun, el "Caribisi", que pro– bablel'nente ha SIdo eJ. idioma primifivo de los aborígenes Centro-americanos. Los Es– pañoles, encontrándoles alguna analogía con los indígenas antillanos, que llamaban ca– raibes, les dieron este nombre, que se ha per– petuado hasta nuestros dias (3) Vivian siem– pre en las orillas de los rios, en pequeños grupos de familias esparcidas.

(1) Alcedo - Vocabulario de las voces plOvinciales de la Amélica Madlid, 1186

(2) Los Maya eran uno de los pueblos euya aglomelaeión fOllnaba el leino de Quiché Habitaban el distlito de Copan.

(3) La cieneia etnológica ha lesel vado la denominacion de Cataibe exclusivamente á los abo) ígenas de las Antillas

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Es muy probable que los Caribisi, aborí_ genes Americanos, ocuparon primifivamente todo el pals de mar a mar, V que fueron arro_ jados de la parte occidental, la mas férfil y

la mas apelecible por la hermosura de sus lagos y su clima, por los Choroteganos. Es– tos lueron mas tarde despojados de la costa occidental por los Niquiranos, entre tanto que los Chontales, avanzando por la cordille_ ra, se esfab'tecian entre ellos y los Caribisi. Así se el1.Contró poblado Nícaragua, al Este por dos pueblos semi-salvajes, los Chontales y los Caribisi, y al Oesie por dos pueblos se– nlÍ-cu1±os, los Choroleganos y los Níquiranos.

Esios dos úl±imos habian llegado a un grado basianie notable de civilizacion; des– graciadamente no cOllslruiall con pieura y

no nos queda nada de ellos sino unos ídolos de basalto, objefos de barro, annas y peque– ños u±ensilíos. Sus casas eran de madera o de cañas V cubierias con palmas o zacaie¡ pero, a pesar de aquellos pobres reCUlSOS ar– quilecfónicos, algunos de sus edificios públi– cos presentaban un aspedo imponente. Su ves tido no carecía de cierta elegancia, y su ±raio era afable y cortéf:l.

Tenian libros, ya sea de un papel grueso y gr~s, fabricado con fibras vegetales, ya sea de p1eles, sobre el cual escribian, con figuras !,!eroglíficas pintadas, sus leyes, ritos V haza– nas men1.orables. Estos libros eran de una sola :l:íra de doce palmos de largo y de uno de ancho, doblada en doce ó veinte y cuairo pliegos y plnfada de ambos lados 11}. Sus conocimientos astronómicos eran tan adalan–

~ados como .los .4e los Mejicanos, que excita– lon la a~~mraclOn de los sabios de Europa. La duraclOn del año entre ellos, basada so– bre los movínlienlos de la luna, era de 18 lneSGS V 20 días. Tenían un sistema de nu– meracion muy ingenioso, cuya base era 20.

Eran grandes "Herbolarios", es decir, cono– cedores de las virfuades terapeúticas de las plantas (2). Su moneda usual era el cacao que dividian por "conties" de 400 alrnendra~

c';J-dél; ~no. 20 coniles eran un xiquipil, y tres xlqu1pl1es una carga. 200 granos tenian el valor de 12 centavos TIlaS 6 O1.enos de ahora en la época de la conquisia.

T1:?-bajan ad;n.í,rablemente el barro pa– ra va]lllas dOmeS.L1CaS y conocian buenos

La palabla Cm ibo, C011 upción da Cal iba, usada an el idio– n!a vulgal, hf;l acabado p01 Vlevalecel en Amél ica, y de– SIgna ,ahola a todos los IlIdlOS, sea mansos sea feloces que Vlvell aun en el estado plimitivo,' ,

(1) :rodas esos documellt~s, de un valor luqueológico illes– tllnable, fuelcn lecogHlos con Iln cdo digno de laejol causa, pOl el R, p, Bobadilla, y queu1ados en la ],laza de

l\fa,lI~p,na (l52~),. e,on Un glan númelO de mapas, pintUlas le]¡gIosas é hlstollcas, calen<lalios, zodiacos etc Muchos manUSCl iLos de la misma clase existen en 'la bibliotecas de las grandes ciudades de Espaíía, Emolla y Méjico

(2) González Felnalldaz de Oviedo y Valdez _ Relacion de las ploducciones llatulales del Nuevo-Mundo M _ Mu-d1 id, Biblioteca Real. .. ,