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mismo en el Oeste que en el Este, irracionales y obs– tructores del progreso Los adeptos de la tecnocracia crearán una sociedad ajustada a la economía moderna,

yon una organización generol y un racionalismo extre·

modo, un gobierno de planificadores, estadísticos y técnicos, si los grupos privilegiados de intelectuales no se aplican, en todos los campos, °

echar en lo balanza todo el peso de la personalidad humano El hombre ha de seguir dudando y buscando -en esto ~onsiste su humonidad-, pero nunca someterse a una dictadura

cruel de normas económicas ll

iQué sentimiento más desagradable nos invade cuando nos enteramos de los métodos modernos de la crío de animales!

"Una granja avícola model na apenas tiene nada en común con una explotacián agrícola de estilo tra– <Hcienal Podría designársela más bien con el nombre de fábrica de aves, En uno de estos cebaderos de Alemania se encuentran reunidos 85 000 animales, nacidos en una incubadora En los gallineros, total– mente climatizados no ven un solo momento la luz del día Se les alimenta de una manera totalmente auto– mática, bajo la vigilancia de veterinarios y químicos, y la fecho de la matanzo está exactamente fijada En el matadero se sacrifican actualmente 15 000 anima–

les por día ll

'''Lo mismo puede decirse de la cría del ganado destinado 01 consumo En los Estados Unidos se ha llevado a un grado tal de perfección, que, en los cuar– tos dé buey, por ejemplo, sólo se registran diferencias de peso de dos kilos cuando más, mientras que en Ale– mania esta diferencia puede alcanzar de 20 a 30 kilos, Como esta carne Se expende en los almacenes de ser– vicio automático, para calcular más fácilmente el descuartizamiento, el corte central y el embalaje, con– viene que las mitades y los cuartos de los animales tengan, en lo posible, el mismo peso Por esta rozón se empiezo ya en Alemania a adoptar los métodos de crío norteamericanos antes citados Pero la idea de que un ser vivo pueda producirse como el paquete de un producto para la limpieza nos parece extraña", "Los dirigentes de una granja lechera de Mary– lond han logrado casi suprimir los prados Los vacas obtenidas por fecundaci6n artificial sólo pastan al aire libre hasta el momento en que empiezan a producir leche Entonces pasan a un establo de cemento, en el que la comída sale de un silo, oprimiendo un botón, y

va a caer en una artesa El establo se limpia auto·

máti~omente, el estiércol se encamina, también auto– máticamente, hacia los campos inmediatos, en los que se cultiva el forraje destinado a los silos",

"Las vacas son ordeñadas a máquina y la leche

es enviada automóticomente, a través de un sistema

de tuberías. a un depósito central mantenido a baja

temperatura".

¿A qué métodos de cría podría verse también so– metida el hombre, si llegara a perderse la libertad y la dignidad humanas? No sólo su trabajo, sino también su ser primario podría ser dirigida, en cierto sentido, poro su desarrollo, y para formar su carácter, su espl–

~Itu y sus optítudes, mediante tratamientos químicos e Influencias psicométricos.

¿Podrá detenerse esta corriente, sustituyendo el

trabajo pesado o de una mon9tonfa enervante, por máquinas y aparatos, cuando se 'haya llegado a meca– nizor por completo el proceso de producción que au– mente la productividad, o bien se incluirá al hombre en la automación, con el fin de acrecentar lo rentabilidad

económico?

¿Se podrá fin °

lo manipulación del hombre por medio de la propaganda y la publicidad? El valor y las necesidades vitales del individuo están cada vez menas determinados por su propio impulso, porque en

la nueva sociedad de consumidores van interviniendo

subrepticiamente las influencias exteriores

¿Se pondrá término a la violación del paisaje? ¿Qué aspecto tiene el mundo induslrial moderno? He aquí la descripción de una nueva ciudad satélite, a cuatro horas de tren rápido de Londres

"Llegamos en el "Talisman-Express" a Newcastle– upon-Tyne, una de las grandes urbes entre las dos docenas de ciudades industriales mayores o menores que constituyen el complejo del Noroeste. Está situa– da a 440 kilómetros de Londres, que el tren recorre en cuatro horas, sin detenerse en el camino Es el paisaje industrial mós grandioso de la Tierra -sólo se encuen– Ira algo parecido quizás en el complejo de Osaká·Kobe o en Pittsburgo- que se ofrece a nuestras ojos, en cuanto el tren se acerca a los puentes sobre el.Tyne. Casas de viviendas coma cuarteles y edificios de ladri·

110 de un solo piso cubren las bajas calinas En los valles se levantan más casas altas Las fábricas y las hileras de chimeneas dividen este hormiguero En medio se elevan las torres metálicas de los pozos de las minas, las torres de refrigeración de las fábricas de electricidad, los gasómetros y los dep6sitas de petróleo. Abajo, a ambas orillas del río, junto al mar, aparece un bosque de grúas que sobresalen por encima de los cuerpos pardos o de diversos colores de los barcos En el cielo planea una capa de humo que se mezcla con las nubes bajas" (Del artículo de fondo de la "Neue Zürcher Zeitung", del 26 de Julio de 1963)

¿Podrá el hombre colectivizado encontrar la ar– monía interna y externa necesaria para seguir siendo

persono?

La automación del hombre

Es difícil detener un proceso, cuando las razones económicas son lógicas y capaces de imponerse, y su aplicación es, además, productiva Es dudoso que la fuerza de los argumentos puramente humanos pueda prevalecer, porque éstos habrán de ser menos 16gicos que sentimentales, espirituales y estéticos y, en gene–

ral, más humanitarios, pero no utilitarios. Un mundo

automatizado podría considerar absolutamente desea– ble un hombre automatizado

En todo caso, el cambio en las circunstancias eco–

nómicas no produce I/automáticamente" un nuevo tiJ=)o

hllmano, para ello es menester someterlo a un trata– miento El hombre, como consecuencia de sus inves– tigaciones y conocimientos, ha lIegqdo ante una puerta que da paso a un laboratorio psicotécniéo y de orga– nización de masas, donde podrían despojarle de su personalidad El mundo entero podría convertirse en

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