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La libertad en un Mundo Planificado

¿la consecuencia de planear será la planificación del hombre?

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Dilectol GcneIaI del "Ballk fih Albeit

llnd Wh tschaft" de Viena

Lo que Carlos Marx y Federico Engels no sabían, ni siquiera podían suponer cuando profetizo. on lo ex– t·inción del Estado (]), fue el aumento cada vez mós rópido de los habitantes de la Tierra, la "explosión de población que iba a producirse" En su tiempo, la población del mundo era de mil millones doscientas mil personas, pero entretanto ha subido a mós de tres mil millones, en 1970, serón cuatro mil millones aproxima– damente, y poro fines del siglo, por el año 2000, se preven seis mil millones La alimentnción, lu construc–

ción de viviendas! la administración y la ilJstrucción

necesarias para esla humanidad que se desarrolla a un ritmo tan acelerado, creando problemas completamen– te nuevos¡ cuya solución se conseguirá difícilmente con la formación de esa "nueva humanidad" que habrá de presenciar la extinción del Estado Esta fecundidad se convertirá en la preocupación de todos los países, que se verán obligados o hacerle frente, aun cuando en el territorio de algunos dé' ellos este aumento se produzca éan "más lentitud ' ,

En este ejército de miles de millones de seres se creará un "grupo selectó", con la tendencia, y el peli– gro consiguiente, a reinv.indicar la "dirección", ya sea en el interior de un Estado, ya como Estado que pre– tendo dominar á lós demás Y esto será incluso ine– ludible para evitar que se produzcan, en dete. minados

r~giones de la Tierro, situaciones anárquicas, que pue– dan tener repercusiones de carócter general Esta "dirección" podría llevarse a cabo sin violencias¡ y

hasta ser humana, si se organizara baja el patronato de las Naciohes Unidas La democracia nacional o internacional, local o global, sólo favorece el progreso, cuando es ejercida por individuos mayores de edad, pues de lo contrario, será causa de la vuelto a sistemas totalitarios, o bien, después de uno etapa caótico, con– ducirá al totalitarismo, poro desembocar en lo tiranía Esta puede adoptar muchas formas y hasta dominar con mano suave

Lo superpoblación de la Tiena y la exploración del espacio cósmico que se han impuesto los grandes po-

(1) CarJO!J Mau. en el IIolanifit.'!llo COII'IllIli"ita: "Si en el curso de la

evalu'l161l desap81ceen las dlCetendRs de clases y I>¡ toda la producción se concentla en la=i lIlanos de los indiviciuos asoeindos. el Ilutler público peldcll" su carfi'ltet político El podel pallUca e>!. en su \'cldndclól sentido, la fucua ori'aniznda de una t;lase pala destruir a oha" Y Federico Engels en "La

evoluci6n del Ilocialillmo desde la \ltopia a la ciencia": " En lugar del goblC!rno sobre las petsonas. npnr('ce la ndminishaci6n de las cosas y la

dirección de los sistemlls de 1l1oducción El Estado no s(.' "s\lplime". sino

Qut! se cxtillgue"

lenGios, plantean o la sociedad del porvenir problemas ton enormes¡ que será menester buscar los sistemas económicos y administrativos más eficaces para poder lesalverlos El poso fue,a de la órbita de la Tierra

~por lo que puede juzgarse hasta ahora- no es de ul1a importancia vital para la humanidad, pera ya se ha dado y ahora no es posible volverse alrós, como no es posible desconocer la conquista de otros continentes por los europeos, o principios de lo edad moderna El otro p,ol>lema, el de lo superpoblación de la Tierra, constituye, en cambio, una cuestión de vida o muerte parct el géne, o humano

En vista de las enOtt-nes dificultades a que ha de hocer frente la humanidad, adquiere todavía mayor ,alieve la cuestión de saber lo que replesenta el hom– bre como individuo y hasta qué punto ha de englobár– sele en la planificación necesario para dominar lo si– tuación El hombre libre, individualista y consciente <.le su volO!, que hoy opa. ece yo como un ejemplar excepcional en el conjunto de la población mundial, tendrá cada vez mayores dificultades para' afirmarse en el porvenir y para transmitir a las generaciones veni– deras su concepción de la vida, como un ideal por el que merece lo peno luchar Todo orden requiere una ideología i Pobre de lo humanidad, si h iunfa el cri– terio de que los valores materiales son los únicos vale– deros!

El universo se ensancha Ya exploramos el cosmos fuera de la eshatósfera, hasta las planetas más inmediatos, pera es posible que denho de poco se haya reducido el espacio vital del hombre. Cuando España conquistó la América Central, en la metrópolis dominaban la falta de independencia ideológica y la inquisición No es que el pasado haya de repetirse exactamente, pela lo concentración de fuerzas poto alcanzar objetivos suprodimensionoles podría obligar o Iimilar el libre juego de los fuerzas en el espacio La libertad de acción y la libertad del espíritu -o menudo asociadas con obligaciones- fueron al pI incipio el privilegio de unos pocos El común esta– ba sometido a un orden que suponía de origen divino "Dios creó o los hombres altos y bajos y determinó su estado" Un número codo vez mayor de privilegia' dos logró, no obstante, abrirse comino o fuerza de san' gre y lágrimas, pues la historia de la humanidad no es, después de todo, sino lo historia de la lucha por la Ii–

perlad.

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