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Los Salones

A la par de la Academia, pera no necesariamente con ella, otro grupo trabajaba también por el embe– llecimiento de la lengua y la gloria de las letras fran–

cesas Tal grupo, esparcido en varios "solonesll,

muchas veces antagonistas entre sí, era el grupo de la

"gens du monde", el mundo social y oristocr6tico, "/0

société mondaine et precieuse"

El principal de esos '''salones'', el que era el mo– delo de los que habían de seguir después, era el de Catherine de Vivonne-Savella, Marquesa de Ram– bouillet

Cansada de la vida de la Corte, probablemente por raz6n de salud, Madarne de Rarnbouillet se retir6 a su mansi6n de la rue Saint-Thornas de Louvre, en un barrio que fue m6s tarde demolido para dar paso' al Boulevarg Carrousel y la rue de Rivoli. Su esposo era Maitre de la Garde-Rabe, y ella era rica, rnuy culta, sabío italiana y español, y su mansi6n llegó a ser el rendez-vous de un gran número de damas escogidas, caballeros distinguidos y gens de lettres.

En , Ó 18 comenzó la construcción, de acuerdo a un plan original de su propia concepci6n, de una alcoba que lIegqría a representar un importante papel en sus designios Ella era Jo primera, dice Tallemant de Reaux, en tener una alcoba de otro color que no fuera el cornún rojo o gris La suya era de terciopelo azul, bordado en oro y plata, que se hizo farnosa.

Su lecho, colocado contra la pared del fondo, y sobre el que permanecía lo más del tiempo, por roz6n de su frágil salud, estaba aislado del resto de la pieza por una balaustrada Ese espacio íntimo, el inner

sanctum de la casa, era la ruelle Amueblada con, de doce a diez y ocho asientos que consistían en me–

cedoras, sillones y sillas Las visitas eran sentadas de acuerdo can su posici6n social Un arte muy difícil En la alcoba azul eran recibidos los Grandes de Froncia Bossompierre, Mariscal de Schomberg, la Princesa de Candé, las Duquesas de Rohan y de Che– vreuse, Mademoiselle de Bourbon, futura Duquesa de langueville, Mademoiselle de Montmorency-Bouteville, futura duquesa de Chatillon, hermana del duelista Francois, las dos hijas de la MOl queso de Vigean, y muchos otros

Además de estos nombres escrestados, se mez– claban con ellos, Mademoiselle Paulet, ·10 belle lionne,

cuyo cabello rubio y belleza encantadora, pero sable todo, su esprit, les hacía perdonar y olvidar su dudosa pasado, Georges de Scudéry, y su agradable, aunque fea, hermana Madeleine, el exquisito Abate Cotin, el juicioso Vaugelas, el sabio Menage, el influyente Cha– pelain, el pequeño Godeau, quien de la noche a la ma– ñana, ante el asombro general, se convirtió en el Virtuoso Obispo de Grasse, y muchos otros

Alli eran también recibidos con igual distinción. Malherbe y Corneille, y Voiture, quien era el rey de esta corte "El Rey Chiquito", llamaban, así; en es–

pañol, a Voiture, debido a su pequeña estatura, y de quien el hecho de que era hijo de un comerciante en Vinos, 'jamás era recordado, sino más bien olvidado en las explosiones de risa producidas por sus divertidas, y a veces pesadas bromas, y sus finas boutades.

Además del salón de Arthenice, -como Madame de Rambouillet era apodada por Malherbe en un feliz

anagrama de su nombre Catherine-, habían otros que seguían su ejemplo y dieron a Pari's la costumbre tradicional de la fraternizaci6n del mundo literaria can el mundo social y aristócrata

Otro de esos salones era el de Marie 8runeau, Madame de Loges, esposa de 'Charles de Rechigne– voisin, Señor de lages. Su matrimonio con Charles había sido un poco apresurado Ella tenía apenas quince' años yero sumamertte gorda Tallemant de Reaux cuenta que ella decía, en broma, que no supo como sucedi6, siendo ella y su marido tan j6venes En su casa de la Rue de Tournon, ella recibía a

la sociedad Hugonote del Faubourg Saint-Germain. Rohan, Gombauld, Contart y Boissat l'Esprit, escritores prolíficas de la Religi6n reformada, se reunían can fre– cuencia Nicolás Faret, mciestro de elegancia y bue– nas maneras, a pesar de SIJ reputación como pilier de taverne; d'Hosier, el genealogista; Racan, el discípulo de Malherbe, Cosnac, el poeta limousin, se reunÍOn también

lo que Voiture era en el salón de Madame de Rambouillet, -una especie de ángel tutelar-, esa mismo era Balzac en el de Madame de Lages Y así como Malherbe había bautizado a Madame de Ram– bOl.illet con el nombre de Arthenice, así Balzac había

dado a Madame de Loges el nombre de Uranie

Desde su aislado retiro provincial, Balzac se mantenía en correspondencia con Madame de Loges,

y en sus intermitentes cartas magistrales la llamaba

su Décima Musa, la Divina"l-d Celeste, epítetos éstqs que Malherbe encontraba fuera de orden y de tono

y así como Voiture estaba dando constantes bromas a los asistentes del salón de Madame de Ram– bouillel., los de Madame de Leges se las dabart entre ellos mismos.

Una vez Uranie le dio prestado un libro o Racon Era el Bouelier de la FOi, un trabajo teológica por Du Moulir'l, Debe recordarse que las simpatías religiosas de Madame de loges eran las mismas de sus amigos Hugonotes Racan, molesto por las teorías del autor, escribió en la primera pógina del libro una paco cari– tativa estonza contra él Malherbe lo supo, proba– blemente por Racan mismo, y una vez que Racan estaba ausente, entró a su pieza, se llevó el libro, y se lo entregó a Uranie Esta creyó que el verso era obra de Malherbe y pidi6 a Gombauld le escribiera uno en respuesta Gombauld así lo hizo, y en él llamaba a Malherbe, le pére la luxure, una referencia a la ju– ventud licenciosa del maestra. Racan permanecía a

un lado, riéndose de la broma que de rechazo había herido a Malherbe

La vida de los salones aristocráticos estaba llena de tales incidentes, en los que el esprit de los actores de las farsas estaban siendo puestos constantemente a prueba.

la fraternización de la Nobleza y la alta burgue– sía con la gente de baja cuna, cuyo propio título de nobleza estaba en el talento, produjo un magnífico efecto sobre los hombres de letras, quienes, al fin, en– contraron un puesto digno en el mundo social de Francia.

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