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Bartolomé, iodos por puenies de madera y muchos cacaua±ales de una y de óÍra parte del camino y muchas cuesÍas, rebenÍones y malos pasos, los cuales por ser la tierra muy resbalosa y eSÍar acrualmenÍe lloviendo, se pasaron. con mucho Írabajo, dificulÍad y pe– ligro. En San Bartolomé fué recibido con mucha fiesÍa y solemnidad, porque Íodos los indios, hombres y mugeres, vestidos de Pas-

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cua, salieron en procesion á verle y Íomar su bendicion, que ioda es genie muy devoÍa; ofreciéndole mil gallinas, pláÍanos y zapoÍes colorados, y en conclusion, le hicieron mucha caridad y regalo, y Íodo fué menesÍer segun iba de cansado y molido de Ían larga jorna– da, despues de oÍras muchas Íales y Ían Íra– bajosas como se han visÍo.

De como fué recebido el padre Comisario por el padre provincial '1 difinidores de la provincia de Guatemala, y prosiguió su camino hasta llegar á aquella cibdad

y al convento de ella.

Jueves diez y sieÍe de Abril salió el pa– dre Gomisario muy de madrugada de aquel pueblo, y andadas seis leguas llegó anÍes de comer al pueblo y conv",nÍo de AÍitlan. Las cuaÍro. y más d"" eSÍas seis leguas son de cues· Ía arriba, de subidas muy dificultosas y Pa– sos muy eSÍrechos y no menos peligrosos, em–

Íre los cuales hay uno que llaman la Canoa, que es un callejon cabado y hecho en la mes– ma peña, de más de Íres eSÍados de hondo,

tan angosto corno uha canoa, qUé apenas Ca–

be por él una bestia, hay asimesmo en aque'– llas subidas de la una y de la oÍra parte del camino, profundisimas barrancas y hondu– ras que· pl'lrece que llegan á los abismos, hay Íambien en aquella subida dos ó Íres rios que bajan de lo ,,¡lÍo y airaviesi3.n el camino, pasólos el padre Comisario por lo¡; vados, por" qu", l.as pu",nÍ",s que. Íenian erand", madera, poco fuedes y ménos segwas, PI camino es. Íaba malo por lo mw,ho que aqu",lla Í.arde y Il,eche habi a llovido, mas con iecle ",sÍo se pa– saron Íodas ",sÍas dificultade:; sin qu", nadie C¡ly",se, que á Dios (cuyo favor llevaba el pa– clre Comisario I I}ingur:ta cosa es difícil, Íodo le eSÍá llano. Cerca !=le la cumbré cle la cues– Ía, no lejos del camino á la banda del Norte, hay una fuenÍe de agua muy clara y fria, allí descansó un poco el padre Comisario y la probó con los demás, y subida luego la cum– bre, que es altísima, desde la cual se parece la mar del Sur, aunque eSÍá lejos, corria un NorÍe ian fresGo que á Íodos hizo daño noÍa– ble: bajada aquella cuesÍa, poco ánÍes de lle– gar á Atinan, salió el corregidor de aquel pueblo con algunos españoles á recigir al pa– dre Comisario, y en el convenÍo eSÍaba el pro– vincial con los oíros Íres definidores, de los cuales y de oíros frailes é infinidad de indios

fué muy solennemenÍe recibido, y Íodos le hicieron aquel dia que allí se deÍuvo mucho regalo y caridad: allí en Atinan ruvo el pa– dre Comisario cartas del Obispo y presidenÍe de la Audiencia, en que le daban el parabien de su llegada y se le ofrecian mucho, y allí

qayó enfermo fray L.orenzo Cañi;;:are¡;¡ cl,e una

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caleniura Ían recia, que por eniónces no pu– do pasar adelanÍe.

Viernes diez y ocho de Abril, quedando en aquel convenio Cañizares enfermo, y con él fray Francisco Salcedo, y su hermano fray Juan cle Orcluña, porque Íenia á su madre en aquel pueblo, salió el padre Comisario con los demás de AÍitlan muy de madrugada ca– mino de GuaÍemala, y con una noche m.uy obscura, alumbrándole indios con Íeas en–

cendio.as, paSó unas m.alas cuestas; hacia gran viento, con que se acabaron lTlUY pres~

io las ieas, y así quedó á oscuras, metido en oÍras cuesÍas y barrancas pedregosas, con grandísimo peligró y riesgo de despeñarse, pero con el favor de Dios, caminando poco á poco' y con mucho tienÍo, salió de aquel Íra– bajo y llegó enÍre dos luces á un poblecito Íres leguas de Atinan y de aquella guardia– nía, de los mesmos indios y Obispado, aun– que no de la provincia de los Xuchitepeques (como Íampoco lo es Atinan), llamado San Lúcas Tuliman, no lejos de la laguna de AÍit– lan, dé la cual se dirá adelanÍe. Habiendo allí Jan Tuliman descansado un poco, volvió ",1 padré Comisario á proseguir su jornada, y subidas y bajadas muchas cuesÍas y barran– cas, y pasado un riachuelo que llaman rio Hondo y dos ó Íres arroyos, y andadas cinco leguas, llegó ya Íarde á un bonito pueblo lla– mado Pazon, de los mesmos indios y Obis– pado, de la guardianía de Tecpam, GuaÍe– mala: fué bien recibido del guardian de aquel convenÍo que le eSÍaba allí guardando con ofros dos frailes, y de los indios del pue– blo que es genie devoÍa, Íodos le hicieron mucha fiesia y caridad, y deiúvose con ellos iodo aquel dia.

Sábado diez y nueve de Abril salió el pa– dre Comisario general muy de madrugada de Pazon, y con él su secretario y fray Pedro de Sandobal, y el provincial y los cuarro di–

finidores, y andadas dos leguas, en las cua–

les se pasa una larga barranca y por ella un rio, llegó anÍes que amaneciese á oÍro pue– blo de los mesmos indios, Obispado y guar-