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De como el padre COll1isario llegó al primer convento de la

provincia de Guatemala, y prosiguió su viage. ,----------:

Miércoles diez y seís de Abril salió el pa– dre Comisario general de aquel pueblo tan de madrugada, que andadas tres leguas, lle– gó aun muy de noche á oiro llamado San Martin, visita de clérigos del mesmo Obispa– do y de los mesmos indios achíes, fué menes–

ter encender allí unas candelas, con cuya luz

bajó una mala cuesta hasta llegar a una puente de madera, por la cual se pasa un rio furioso llamado de San Martin, que corre por

enlre unos peñascos con un ímpetu y ruido

espantoso, por una gran profundidad, entre peñas tajadas y peflascos adonde es imposi– ble llegar. Certificaron al padre Comisario que los indios de aquel pueblo, para pescar en aquel rio, atan unos mecates y cordeles largos y fuertes á los árboles gruesos que es– tán en lo alto, y atados ellos á los mecates van poco á 'poco biijando -hasta el rio, donde así atados están pescando, y acabada la pes– ca se iornan á subir poco á poco con mucho trabajo y dificultad; si ello es verdad, traba– josa pesca es y no poco peligrosa Por aque– lla puet1±e pasó el padre Comisario aquel rio con no pequeño miedo y pavor, porque con la serenidad y quietud de la noche sonaba tanto el ruido y la corriente del rio, por aque– lla profundidad, que al más valiente y ani– moSo pusiera algun temor; luego en pasando la puente subió otra costezuela, y andade;> un buen trecho llegó á oiro bonito pueblo de los mesrrtOS indios, Obispado y visita, llamado San Antonio, pasó adelante, que aun no ha– bia amanecido, y pasados tres riachuelos y algunas cuestas, llegó ya de dia á otro buen pueblo llamado San Francisco, dos leguas de San Martin, de los mesmos indios, Obispado y provincia: caen aquellos tres pueblos en la provincia de los xuchitepeques, rrtuy rica de cacao, como atrás queda dicho. Pasó de lar– go el padre Comisario por aquel lugar, y an– dada como media legua, llegó á otro llama– do Santiago Zambo, de los mesmos indios, visita, Obispado y provincia, junto al cual

nasee en una fuente, en el mesmo camino, de

rrtuy buen agua, donde se refrescó con sus

compañeros, y prosiguiendo luego su viage, pasados arroyos sin cuento, é infinitos caca

uatales de la una yo de la otra parte del ca– mino, y andadas dos leguas largas, llegó á las ocho y media de la mañana á un buen

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pueblo de los mesm.OS indios, Obispado y pro– vincia, llamado Zan,ayaque, donde hay un.

conventico de nuestra órden, el primero de

los de la provincia de Guatemala á los que

van por aquel canüno¡ recibiéronle los i~_

dios con mucho conlento y alegria, haciéron_ le mucha fiesta y caridad, los frailes asÍrrtes_

mo rnosfraron el mesmo sentimiento con su

llegada, y le regalaron y hicieron buen hos– pedage. Deste convento se dirá, con los de– más, á su tiempo, cuando se trate de la vi– sita de toda la provincia y de cada uno en particular.

Aquel :mesrrto dia por la tarde, miérco– les diez y seis de Abril, salió el padre Com– sario de Zmnayaque, y andada una legua por carrtino real entre muchas huertas de ca– cao, llegó á un rio y pasóle por el vado, por– que aunque tenia puenie estaba desbarata– da; halló de la olra parte á un clérigo muy honrado, que con muchos espafloles le esta– ban aguardando, agradecióles aquella corte– sía y buena obra, y acompañado de todos pasó adelanle, y andada olra buena legua llegó á un gran pueb¡o qe los mesmos indios, Obispado y provincia, llamado San Antonio, á cuya entrada se pasa un riachuelo por una puente de piedra. De aquel pueblo era be– neficiado el clérigo sobredicho, y jW1lándo– sele allí otro pasó el padre Comisario adelan– te con todo aquel acompañamiento, los cua– les no le quisi.eron dejar hasta que andaba

meclia legua, en que se pasan algunos arro–

yuelos por puentes de madera y muchos ca– cauatales de una banda y oira del camino, llegaron á otrq buen pueblo llamado San Juan, de los mesmos indios, Obispado y pro– vincia, beneficio del otro clérigo. Allí se que– daron los dos clérigos y los espafloles para volverse á sus casas, y el padre Comisario

prosiguió su viage, que aun no habia acaba–

do la jornada de aquel dia, y bajada allí jun– to á las casas una costezuela muy pedregosa y pasado luego un rio por U1'1a puente de ma–

dera, comenzó a llov~r y no cesó de caer

agua en toda una legua larga que hay desde allí á otro pueblo bueno de los meSrrtOS in– dios, Obispado y provincia, llamado San Bar– tolo:mé; allí llegó muy mojado antes que fue– se de noche, habiendo pasado algunos arro– yuelos y un riachuelo junto al mesmo San