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« Previous Page Table of Contents Next Page »"Yo soy aquel, que cuando amor me inspira,
Según el fuego que mi ser inflazn8,
Acorde el corazón, calla o delira".
Un hombre de genio, meditando y arre– glando sus concepciones, durante su inspira– ción, se halla en tal estado que parece un verdadero demente, "Aut insanit hamo aut versus facU", y en esa situación tiene el pul– so pequeño, la piel pálida ;r fría, la cabeza caliente, los ojos brillantes y encarnizados. Cuando el moznento de la inspiración ha pa–
sado, se convierte a menudo en un hombre
común, que llega muchas veces hasta lo vul– gar. A ese cambio, tan frecuente en esta cla– se de individuos excepcionales, se llama "do– ble personalidad".
Otras de las características de los genios son: ser olvidadizos y distraídos, su origina– lidad, su poder de adivinar los hechos antes de conocerlos. Goethe describió muy bien a lialia antes de visitarla. Bien sabido es có– mo se recibieron los descubrimientos de Co–
lón, de Fulíon y de Papin.
La tendencia a crear palabras especia– les es otra de las originalidades del genio, corno lo es taznbién de los dementes; pala– bras poco inteligibles para otros, pero a las cuales atribuyen sus inventores gran signifi–
cación e iInpor±ancia.
Especialidades del genio de Daría fue– ron: la tendencia al aislamiento, a la medi– tación y a la trísteza; la superstición exage– rada y reñida con el buen sentido, hija ya de la intensidad iznaginativa, la pasión por los viajes, realizados por él más fúiil motivo y aun con cualquier pretexto, a veces en per–
juicio de su bienestar, recorriendo ambas
Américas y Europa casi entera, la facilidad de la elaboración intelectiva, permitiéndole
frecuenfes irrlprovisaciones y la consecutiva
fecundidad de producción, la asombrosa asi– milación de los idiomas, pues poseía el espa– 1101, el francés, el inglés, el portugués, el ita– liano, y la adapiación rápida al medio so– cial, que le conquistaba intensas amistades entre los hombres de gran cultura y de ma–
yor representación en política, en ciencia y
en literatura. Entre sus particularidades, ex– terorizando su carácter son dignas de men– cionarse, el hablar poco y despacio, la im– provisación, la mayor brillantez de inspira– ción bajo el influjo de un licor fuerte, del que por desgracia abusaba con frecuencia. Era buen conversador en inlirnidad, pero des– pués de sus crisis permanecía callado y fris–
te. Prefería ±rabajar por la mañana y por la noche. Escribía personalmente, por lo co– mún acostado o reclinado sobre alznohadas.
Era muy nervioso, negligente, enarn.oradizo
y débil de carácter. Cuando estaba bajo la influencia del alcohol padecía delirio de grandeza (megalomanía). Sufría insomnio. No le agradaba hablar en público. Tenía una memoria prodigiosa. Unas veces fuma– ba con exageración. Tomaba té. No usaba
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o sea:
define el genio biológicamente, com,:, una va· riante rara y extremada de la espeCle huma– na, que presenta ligera e~ta.bilidad. Hay ~n
los genios faras esquizofrenlcas, o .de ~sC?cla
ción desordenada, y las hay esqulzotímlcas, o de interrupción en los argumentos, por re– cuerdos que se interponen.
Aristóteles observó que muchas persa· nas, bajo la influencia de la congestión. de la cabeza se volvían poetas, profetas o slbilas,
corno Márcos el Siracusano, que tenía bue–
nas inspiraciones poéticas mientras estaba trastornado, pero ya en su juicio no podía
escribir un solo verso.
Hombres distinguidos en la poesía, en la política, en las aríes, han sido con frecuen– cia melancólicos o locos; como Ayax, o mi–
sántropos, COIll.O Belerofon±e.
Demócrito llegó hasta creer que no po– día ser un buen poeta quien no estuviera fuera de sí. A tal grado alcanzó esta supers– tición en la antigüedad, que los locos eran venerados como seres inspirados de lo Alío, influencia que siguió hasta Pascal, éste pre– tendía que la extremada inteligencia está muy cerca de la extremada locura, y desgra– ciadamente, resulíó ser él mismo un ejem– plo, lo que contribuyó a que Diderot excla– mara, "Ahl Qué cerca está el gen~o de la
locura''',
La esterilidad se observa con frecuencia en los hombres superiores. Muchos de los grandes genios prefirieron permanecer solíe– ros y por eso un poeta francés escribió: "Les grands espirits, d'ailleurs trés-esti–
(mables, Ont trás peu de talent pour former leurs
(semblables". Por lo general, casi todos los hombres de genio no tienen parecido físico con sus padres.
Tienen también los hombres de genio la tendencia a viajar mucho. De aquí que di– jera F6scolo: "Mi padre me dejó como he– rencia el genio de viajar", y un gran poeta de nuestra América, al juzgar a Byron ha di–
cho: "Errar de clirna en clizna es un instinto en. ciertos genios corno en ciertas aves".
El sonambulíszno es muy frecuente en los genios. Pertenece a Bertinelli este pen– samiento: "La poesía casi puede llaznarse un sueño que se desarrolla en presencia de la razón con los ojos abiertos".
Muchos hombres de genio que han he– cho estudios de su propia personalidad des– criben la inspiración como una fiebre dulce y seductora que se desarrolla rápida e invo– luntariaznente cual la llazna de una antor– cha; y el Dante, en ±res líneas, graba ese pen–
samiento:
"I'mi son un che, quando
Antare spira, noto ed in quel modo
Che dáfia deniro va significando"
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