This is a SEO version of RC_1965_06_N57. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »castellana nUnCa '{i un muchacho qUE;! las supiE;!r.a y E;!n aritmética no pasábamos de las cuatro primeras reglas El castigo más usual era el de azotes (con disci– plinas), ios que se daban generdlmente sobre la ropa; pero cuando ia falta era grave se aplicaban .0 raíz de las carnes, para lo cual era conducido el delincuente a un extremo del salón, se le desnudaba y el maestrQ le aplicaba tres, seis o doce azotes, según era la gravedad de lo que se tenía que castigar
Mientras duraba esta operación, cuatro mucha– chos de los más grandes, con capas extendidas, ocul-taban aquel espectáculo al resto de lo escuela (])
y José María Baralt, célebre historiador venezola–
no, a quien tendremos que citar más adelante, a
propósito de los humos de que estaba henchida "la
aristocracia ll de Ja América Latina, nos relata en Jo siguiente forma el estado de nuestras escuelas colonia– les y de las ideas que llenaban la cabeza de sus maes–
tros
liMas ¿cuál era el método que se seguía en esas escuelas y quienes eran los maestros? Estos eran per– sonas de la más baja esfera, de ninguna instrucción y que las más veces abrazaban esta profesión (la más importante de todas) para procurarse una subsistencia escasa El método nos va a ser explicado por el licen– ciado Miguel José Sanz letrado venezolano a quien el gobierno español confió a principios del siglo el impor– tante cargo de formar las leyes municipales <te Caracas
No bien adquiere el niño, dice, una vislunibre de razón, cuando se le pone en la escuela y allí aprende a leer en libros de consejos mol forjados, de milagros espan– tosos o de ,una devoción sin principi<?s, reduckJo a ciertas prácticas exteriores propias sólo para formar hombres falsos o hipócritas Bajo la forma de pre– ceptos se le inculcan máximas de orgullo y vanidad que más tarde le inclinan a abusar de las prerrogativas del nacimiento o de la fortuna cuyo objeto y fin ignora Pocos niños hay en Caracas que no crezcan imbuídos en la necia persuación de ser más nobles que .Ios otros y que no estén infatuados con la idea de tener .un ·abuelo alférez, un tío alcalde, un hermano fraile O por pariente a un clérigo ¿Y qué .oyen en el hogar patér– no para corregir esta perversa educación? Que Pedro
era de la sangre azul como Antonio, el cudl cqn razón podí1a blasonar de ser muy noble y emparentado y jac– tarse de ser caballero que la familia de Juan tenía tal o cual mancha y que cuando la familia de Francisco entroncó, por medio de un casamiento desigual, con la
(1) Este "sistema" de Ellucnción Pública, no fuo suptimído sino en tiempos de la !.Jcnéficll, administlaeión del DI Mariano Gálvez, Jofe del Estado de Guatemala en la Federación Centro Amel:'Íeana, diez años despué8 de la Independencia El DI Gálvez fue el ptimel' lefolmadol u fondo -de
las institúciones coloniales en Hispan.u América En materiu de insbllc– cíón pública llegó hasta lefornHU' la caduca UniWlsidad de San Carlos de
DOllomeu y Santa 'rclesa de Jesús, Que se habla venido lhdendo por los Es– tatutos de dun Carlus n, "El Hechizado" y que n pesal de la gran leforma ,¡U e le iJltlodujo el, Padre Flay Antunio Lieh~lo v Golcoechea, no hn.bía lo– glarló sino cíerto grado relativo de prOg'H!so Gálvez la SU¡¡tituyó DOl una modelnlEima Academia de :E:studius, Que funcionaba bajo un plan que res– lwndla a las necesidades de la época Mandó a fOlmar el Plan Gell.elul de Enseñanza que deberla extenderse a todo el país, adoptó el siBtema de en– señanza "luncasteriano", etc
Caido el DI.' Gálvez en vÍl tud de la doble conspiración de los plUpiol lib¡;lrall:'s (a cuyO Plutido IJertenecia el DI.' Gt\lvez), cuyos líderes máximOS, Jos.é 1t'1uncisco BluruIidia y el DrPcdlo "Malina, exiglan mús Iibertade3 cada vez (la p,terml denltlgogia y la etcl'n¡¡; inconformidad .con Jo que- ge– tiene, aunque lu que se tenga sea lo mejol a que puede aspiral el país) y la "sublevación" de ,lOl indio<l de la montañu, que por prim~ra vez hallaban ocasión de deS¡l..tar .la gUe.rrll de ('astas, ('ayó el país en la leacdón colonial, y por la' l,ey ,del Mipistro PavóJl, v,olvtó ~l silltema de educación pJ1blica a sel Jo Que ant~ "
de Diegp, esta se vio de luto Puerilidades y miserias éstos que entorpecen el almo, influyen poderosomente en las ca,tumbres, dividen Jos familias, hacen difíciles sus alianzas, montienen entre ellos lo desconfianza y rompen los lazos de la caridad, pues a un tiempo el motivo, la ocasión y el fundamento de la sociedad " Y como apéndice escribe Ramón A Solazar "'Nos– otros asistimos a las escuelas antes del año de 1871
en que imperaba en la república el régimen pseudoaris– tocrático que tan rudo golpe sufriera en el año de 24, en que se dio la famosa Constitución Federal que tuvo fuerza de ley, con una pequeña alternativa, desde aquella fecha hasta el infausto día en que fue derro– cado el gobierno del ilu,tre patriota Dr don Mariano Gálvez suceso ocurrido en el año de 37 Vemos des– pués lo reacción Carrero se hizo dueño de Guatemala Los aristócratas regresaron del destierro, fueron perse– guidos los liberales, quienes para salvar la vida tuvieron que tomar el camino de la emigración Las leyes co– loniales fueron restablecidas y la escuela primaria vol– vió a ser lo que había sido en otro tiempo A esas escuelas nos tocó asistir de niños, pues bien, allí oímos lo que el Señor Sanz refiere que pasaba en las de Cara– cas hoce más de un siglo allí contemplamos las mismas necias pretensiones de nobleza, fas mismas as– piraciones de ciertos niños, quienes por tener por pa– dres a ciertos señores alcaldes, consejeros o diputados se creían de alta alcurnia y superiores a los niños ple– beyos que asistían junto con ellos a la misma aula, y que por lo general, aunque más pobres y de más hu– milde origeh, eran más estudiosos e inteligentes Se ve, pues, que estas ridiculeces son de la raza y de la educación" (1)
se ACUSA A LA CONSTITUCION DE NO CONCEDER A LOS AMERICANOS IGUALES DERECHOS QUE A LOS eSPAliIOLES. - EN CAMINO HACIA LA ABOLlCION
DE LA ESCLAVITUD
La crítica contra el sistema colonial se producía con toda franqueza Se combatían las propias íeyes que daba España con el carácter de "protectoras" para sus colonias Y si esto sucedía can las protectoras, ¿con qué rudeza no serían combatidas todas las demás, en que el carácter opresor y tiránico estaba manifiesto? Citemos un pasaje notable del Editor Constitucional
"Andando un día de estos dice un colaborador, entre un numerosísimo concurso de gente, y en medio del estrépito de tambores, aclamaciones, música y co– hetes, celebrando la publicación de nuestra famosa Constitución, dí en un corro de varias que oían aten– tamente lo que un estudiante les decía Acerquéme y ví que el tal estudiante, con la Constitución en la mano exclamaba levantándola "Equo ne que redite thencri" Escuché y oí que seguía contando el pasaje del caballo troyano. Entonces le dije Pero, amigo, ¿a qué viene esa desconfianza? ¿Es posible que cuan– do celebramos la sanción de nuestra libertad, quiera uno agriarnos? A esto me contestó él, un poco
QCQ-
(l) Ramóli A Sala.zar, blillantíBimo histoliadOl gl,latemalteco, en su obra '!Los Hombres de la Inilependencía": "Maliano de Aycinena"
':?ág 18
12
This is a SEO version of RC_1965_06_N57. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »