This is a SEO version of RC_1965_05_N56. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »18
LA PARTIDA DE DOÑA OAMIANA
Si no fuera el escenario inadecuado y los perso– najes humildes, podrían dar estos sucesos motivos a
Ull Shakespeare, un Balzac, pero, con todo, pese a don Jerónimo Pérez, se sienten pasar por nuestro espíritu aiientos de Sófocles soplos de tragedia griega
La infortunada reina de Escocia, viuda de Fran– cisco 11 de Francia, tiene que abandonar el país, y de brazos apoyada en la cámara de popa comenzó a de– rramar lágrimas, dirigiendo siempre sus hermosos ojos hacia el puerto de Calais de donde se ausentaba, repi–
tiendo muchas veces estas tristes palabr as l/Adiós Francia", con el presentimiento terrible de que no la volvería a ver
Doña Damiana se embarca en el puerto de San Juan del Norte, sin tener el consuelo de la reina mártir, de ver, ni el puerto, ni las costas de la tierra que bus– caba anhelante, porque una cortina de tinieblas se lo impedía Solamente se advertía en aquella imagen del dolor el gemido angustioso "Adiós Nicaragua!!~
jamás volveré a verte U!~
Adiós!!! Y, este último, lanzado al espacio llegará qui?á como un ósculo al ser más querido de su corazón
19
DONA PEPA
Pasan los años y no sobemos mós de nuestra he· roína Su nieta doña Pepa, bella, gentil, culta, como dijimos antes casó con don Nemesio Martí,nez de Rivas l"\.lvieron numerosa y honor able descendencia
En Rivas ejerció doña Pepa con verdadero señorío
y distinción, sus dotes de gran matrona, de filantropía
y virtl,ldes Todavía Se la recue) da con verdadero ca– riñC,¡
Doña Pepa conselvó como un tesoro o secreto de familia la corre~pondencia de su mádre y algunos do– cumentos de aquella época, que nadie conoció, y al morir, ordenó que la enterraran con todos sus papeles De modo que paro la verdad histórica no nos queda ningún documento, pues el proceso de Casanova y Gu– tiél rez, se quemó en un incendio (l)
20
La ACTITUD DE LOS MASONES
Las Logias de Masaya y Rivas se pusieron en movimiento para tratar de salvar la vida de los colom-
eUOles cometidos se auancó los oios, lcmmció a la COlona y se lec!uyó en un lugal oculto de su palacío, pelO sus hijos lo expulsalOn y vivió eltante sin más apoyo qne su hiia Antigona. Sófoclcs se inspüó en esta leyenda pala su notable tlagedia que al sel 1 epI e– sentada, ocasionó el alumblamiento inmediato de las mujmes encinta, que asistian a la ¡llimeta leplesen– tación
(1) La descendencia de doña Pepa fuelOll vados hijos, TIlU–
jeles y homblcs muy estimados en Rivas, de los cua– les, apenas queda un varón.
bianos, de un injusto cada/so, pero todo esfuerzo se estrelló ante el inflexible verdugo, sin embargo quedó en el corazón de todos ellos el rencor y el deseo de venganza Doña Ddmiana explotó hábilmente esa ac–
titud, máxime porque la generalidad vio con repulsión el atentado, de modo que, para sus designias, todo le era propicio
CONCLUSION
Lector amabilísimo
Si he tenido el buen suceso de que hayas leído estas páginas, habrás advertido, que, si mi esmirriado entendimiento no te ofrece en ellas exquisito manjar de buen decir, abunda, en cambio, en el sentimiento ca– balleresco de volver por los fueros de una dama que, aunque vilipendiada por el historiador nicaragüense Jerónimo Pérez (Chomba Pérez), ocupa un puesto cul– minante, indiscutible y de gran trascendencia en la historia patria Tan de gran trascendencia, que sim– plificó el problema de la guerra, facilitando la llegada de Dionisia Herrera, que puso fin al gobierno de Argüe–
110 Herrera, hondureño, fue electo Jefe del Estado de Nicaragua, y su primera disposición fue decretar la expulsión de Argüello a Guatemala En esta ciudad don Juan libró el último combate de su vida, en Un
misérrimo Hospital y en el mayor desamparo e indi-gencia Sic transit j
APENDICE
Don Manuel Antonio de la Cerda y don Juan Argüello nacieron en Granada, ligados por muy cerca– no parentesco En 1811 organizaron una de las pri– meras rebeliones contra el gobierno peninsular Triunfaron en la ciudad, pero fallara!'] en el ersto del país El gobierno colonial mdl1dó fuerzas desde León a batir a los rebeldes granadinos Hubo combates en las calles cón muchas bajas de ambas partes Inter– vino el cura de Granada y se convino eh un tratado de paz que dabo garantías a 10$ sublev9dos, pero el CQ– pitón General de Guqtemala don Jase Bustamante no
aprobó el convenio y Ordenó procesar atados los como prometidos Sentenciados a muerte~ fueron indulta– dós y condenados a presidio en las cárceles españolas
DATOS HISTORIGOS TOMADOS DEL
HISTORIADOR GOMEZ
Ordóñez - eleto Ordóñez era un mestizo de Granada de carácter astuto, intrigante y emprendedor Doméstico del Obispo de León Se distinguió como
artillero Estando en El Salvador, llegó a León y se puso a las órdenes de Argüello, que lo recibió muy bien, pero, desconfiando de él, le dio orden de desocu– par el territorio Ordóñez se sublevó, y Argüello tuvo que huir al Salvador Dueño de León, Cerda lo atacó y, aunque este no obtuvo ninguna ventaja, una suble– vación despojó a Ordóñez del mando Regresa Ar– güello y se pone a la cabeza del ejército Cerda era simpático a los guatemaltecos, y don Mariano Aycine– na, le mandó por medio de su agente Pío José Gómez, auxilio de dinero, y según refiere Morazón en sus Me– morias, el General Arce, íntimo de Aycinena, ayudó a
'-64-
This is a SEO version of RC_1965_05_N56. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »