This is a SEO version of RC_1965_05_N56. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »En vista de la gran importancia de la integración económica, conviene que, por una parte, hagamos todo lo posible por ob– tener, con la oportunidad y en la magnitud necesarias, los recursos externos que nos ayu– den a realizar efectiva y aceleradamente la integración; gestión que debemos efectuar con dignidad y patriotismo, con agilidad, di– ligencia y organización. Por otra parte, no debemos olvidar un solo momento que la in– tegración y el desarrollo requieren grandes esfuerzos internos de nuestros países, y que es esencialmente la magnitud y efectividad de esos esfuerzos, lo que determinará el éxi– to y los beneficios de la integración y del desarrollo.
Uno de los aspectos fundamentales del esfuerzo interno centroamericano es el de la organización integral de la planificación so– cio-económica en los diferentes países y pa– ra la región, aunque muchos factores de di– ferente naturaleza hacen que esta tarea sea sumamente difícil de realizar eficientemente en un cario tiempo o de un golpe
Debido a que el movimiento de integra– ción se inició y tomó impulso mucho antes de haberse comenzado a encarar la necesi– dad de organizar las funciones de planifica– ción nacional y regional, en la cual tarea nos encontramos al presenie, ha resultado más difícil acometer la trascendent,al empresa, y afrontar las inevitables vicisitudes y obstácu– los por que necesariamente ha venido atra– vesando el desenvolvi:rniento de la integra– ción.
Dentro de las imperfecciones de ±od,o ti–
po de nuestro medio socio-económico, usan– do este término en su acepción más alta, una planificación nacional realmente operativa y funcional, y una programación regional a ba– se de coordinación efectiva y oporiuna, son los medios requeridos para lograr que el de– sarrollo y la integración de nuestros países se vayan alcanzando con suficiente rapidez y estabilidad, dentro de condiciones que per– mitan ir afrontando y venciendo de modo sistematizado las dificultades y obstáculos que ineludiblemente se encontrarán siempre en la vida de nuestros pueblos, tanto en los aspectos nacionales como en lo regional.
No existen principios mágicos ni medios indefectibles para resolver perfecta y defini– tivamente los problemas del desarrollo y de la integración. Lo esencial es que organice– mos dinámica y funcionalmente los sistemas de planificación nacional y de programa– ción regional, y que, guardando una decidi– da actitud de cooperación racional, patrióti– ca y constructiva, nos empeñemos en contri– buir a que los sistemas operen en la forma más efectiva que fuere posible.
Entre diferentes normas o modalidades relativas a la programación del desarrollo, existe el principio d,el desarrollo equilibrado que, adecuadamente definido, puede aplicar– se tanto dentro del orden nacional como del regional El principio, enunciado en térmi– nos generales y con carácter de orientación básica, seguramente es aceptado sin difi.cul– tad, pareciendo, por ejemplo, que el concep– to subyace tácitamente en la base del con– venio sobre el régim.en de industrias de in– tegración. Sin embargo, el término puede causar por lo menos inquietud en algunos sectores temerosos de que, sin haber un acuerdo preciso sobre su definición, una in– terpretación o aplicación concreta del mis– mo en el campo regional, pudiera conducir a una situación de desventaja de un país en relación con afro
Yo no conozco que hasta hoy se haya hecho un esfuerzo por llegar a convenir en una definición categórica y precisa del desa– rrollo equilibrado en términos regionales. Es.l:e podría ser uno de los aspectos a cubrir en un futuro serrúnario suficientemente es– pecífico, que permilieraesiablecer conclusio– nes claras y concretas al respecto. Por aho– ra sólo señalaré que el concepto es suma– mente complejo, de modo que implica la consideración y adopción de algún criterio def;inido sobre un gran número de elemenfos tales como los siguientes: medios de deter– minar el grado c;ie desarrollo de un país po– co desarrollado en comparación con airo también poco desarrollado; medición de la potencialidad comparada de desarrollo de los ciistin.±os países; efectos del más rápido desarrollo de un país en contraste con el más lenfo de airo, pan;t la región y para los paí.– ses; dentro de las reales limitaciones de re– cursos de toda naturaleza, forma de recon– ciliar en la práctica el trato preferencial a un país más retardado, con la necesidad de recursos que tenga otro país que esté en po– sibilidad de avanzar más rápidamente ha– ciendo un uso pó±im.o de su potencialidad; efedos para la región y para un país, si éste, por no coniar con adecuado financiamiento externo complementario, no logra acelerar su crecimiento de acuerdo con su potencialidad, o no lo hace en la medida que podría reali~
zarlo si obtuviera el financiamiento necesa– rio; manera de evitar que un trato preferen– cial cause una nueva o imprevista distorsión, o tienda, no necesariamente a corregir el de– sequilibrio, sino más bien a cambiar la situa– ción relativa de los países entre sí, forma de evaluar el autoesfuerzo de cada país en re– lación con el trato que se le asigne; evalua– ción, y utilización óptima de las respectivas ventajas comparativas de 16s distintos países, en la producción de determinados bienes y'
servicios; necesidad de diferenciar claramen– ±e entre desarrollo equilibrado y desarrollo uniforme; necesidad de aclarar la relación
-30-
This is a SEO version of RC_1965_05_N56. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »