Page 30 - RC_1965_05_N56

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zaban porcentajes que variaban enfre el 0.32% y 0.57 % ,

Al revisar la estrucfura del "nivel me– dio" para toda Centro Amér~ca, enconframos que las personas con este nlvel aprobado en la fuerza de trabajo sólo representaba el 2.25%. La mayoría de los países estaban cerca del promedio, con excepción de Costa Rica, que prácficamente duplicaba ese por– centaje.

En el año 1974 el nivel superior de la fuerza de ±rabajo necesario para llenar las metas econqmicas previstas en los diferentes planes de lós países, tendría qu~ var~ar des– de 0.57% E¡n 1963 a 1.50% en 1975 y el ni– vel medio de 2.25% a 4.34% en el mismo lapso. Ert ambos casos se ~xige casi un.a du– plicación de los porcentaJes en lbs nlveles superior y. medio.

El último grupo de la clasificación que corresponde a los que Henen un nivel menor al de primaria aprobada debería incluir en 1947 el 77.8% de las personas que corres– ponden a la fuerza de trabajo centroameri– cana. Este porcentaje es inferior al de la In– dia en 1955 y al de Italia en 1951, que eran por su orden, de 95% y 85% respectivamen– te. Para los Estados Unidos de Nddéiá.rnérica esa relación en 1950 era de tan sólo el 23%' Corno puede verse claramente, no és posible, ni fácil, lograr que las personas en la fuerza de trabajo con ninguno o casi l1ingún nivel de insfrucción puedan reducir su participa– ción.

4. Los Requerimientos Educativos de Nivel Universitario en 1947

Para apreciar la magnitud del cambio que debe producirse en la· formación profe– sional de nivel superior, basta citar dos ci– fras importantes. En el año 1963 teníamos 21.600 personas con este nivel en la fuerza de trabajo, ese número de acuerdo con la de– manda debe ser llevado a la cifra de 48.600 personas en ~l año 1974, lo que significa mul– tiplicar por 2.25 el stock disponible en 1963. Sin embaÍ"go' el esfuerzo a realiZar :para lle– nar esos requerimientos es más elévado, pues una Parie de los existentes, por mueries o por retiros no llegarán al año 1974.

Corno consecuencia de lo anferior, las cinco universidades de la región deberán for– mar alrededor de 33.250 profesionales, lo que representa un esfuerzo extraordinario, pues de seguir la eficiencia en este nivel corno lo ha venido haciemClo en el período histórico, sólo lograría llegar a producir una suma de 14.000 egresados, que representarían tan só– lo el 40% de los requerimientos en ese año. , Es importante ver el esfuerzo que debe– ran hacer las diferentes universidades para

lograr alcanzar las metas económicas que se han fijado en los respectivos países. La Uni– versidad de Costa Rica deberá formar alre– dedor de 7.600 profesionales de nivel univer– sitario/ la Universidad de Nicaragua 4.755; la de Honduras 4.900; la de El Salvador 6.450 y la de Guatemala 11.400. Parte de esto po– dría reducirse por los profesionales que in– gresen formados del exterior, pero aún así, algunas universidades deberán duplicar y

hasta triplicar su producción de egresados. De 10 contrario no podernos esperar que se cumplan totalmente las metas económicas fijadas en los planes de la integración eco– nómica centroamericana.

5. Un Paso más en la Reforma Universitaria

A través del Consejo Superior Universi– tario Centroamericano, se ha logrado avan– zar mucho en la reforma universitaria, pero hasta el momento sólo se ha cumplido la pri– mer face. La situación que nos plantea el futuro constituye un reto, no sólo para las universidades, sino tamb.ién para cada uno de los sistemas educativos nacionales. Por lo que se refiere a 2 las universidades, la refor– ma apenas se encuentra en la etapa inicial del proceso, la próxima y más importante, será aquella que tienda a producir dos co– sas simultáneamente: la primera, un mejo– ramiento de la eficiencia y la calidad de la mano de obra profesional y la segunda, no menos importante, encontrar los métodos y procedimientos para lograr esa reforma. Es cierto que no podernos pensar en duplicar o triplicar la producción de profesionales a ni– vel superior, si antes no hemos establecido y encontrado soluciones para. hacer las modi– ficaciones necesarias en los niveles medio y primario. Sin embargo es demasiado ambi– cioso y quizá utópico, creer que las univer– sidades ante una situación corno la plantea– da, podrán llegar a llenar todas estas nece– sidades, pero al menos hoy conocernos me– jor la situación y el punto de partida. Los cambios no se limitan sólo a los contenidos programáticos y a las horas destinadas a la enseñanza, se refieren también a los cam– bios administrativos y de procesos y sistemas de la universidad. El mejoramiento de la eficiencia deberá ser en todos los campos, para reducir casios y dar oportunidades a un mayor número de personas, que son y serán las que llevarán el liderazgo en la formación y producción futura, liderazgo que deberá proyecfarse sobre los ofros niveles de la en– señanza, para inducir en ellos los cambios y reformas necesarias para lograr una integra– ción efectiva, en la que fados y cada uno de los miembros de la sociedad cenfroamerica– na comprendan el papel que desempeñan en tan ml7lgna tarea.

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