This is a SEO version of RC_1965_05_N56. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »cales queda claramente definida en el ins– trumen:l:o mencionado.
El régimen de industrias de Integración que ampara a industrias excepcionalísirnas que requieren tiempo J?ara acceso a,l Merca– do Común CentroamerIcano y un clerlo pe– ríodo de exclusividad, para establecer en Centroamérica, es el instrumento selectivo que hace posible que industrias que dejan beneficios indiscutibles pueden establecerse en el área Anexo al régimen de industrias exis:l:e el sis:l:ema especial de promoción de aciividades produc:l:ivas en virtud del cual se puede lograr una protección arancelaria. pa– ra industrias nuevas cuando la capacIdad instalada cubra por lo menos un 50% del consurno del área
Las instituciones básicas para el desa– rrollo indus:l:rial son el Banco Centroamerica– no de In±egración Econórnica y el Insti±uto Cen:l:roarnericano de Inves±igación y Tecnolo– gía Indus:l:rial (ICAITI). La situación adual de Nicaragua deniro del Mercado Común Centroamericano es aparenlemente mala; si anallzamos las cifras del comercio intercen– troam.ericano se ve inrnediaiarnen±e que la mayor parte del intercambio se verifica en– tre Guatemala, El Salvador y Honduras. Tal si±uación es completarnente lógica pues Ni– caragua llegó al Mercado Común con 8 años de re:l:raso y para poder superar tal si±uación se están haciendo toda clase de esfuerzos.
Si analizamos las imporlaciones y expor– taciones de Nicaragua, vemos también que la balanza comercial es desfavorable para Nicaragua, en 1963 en 2 millones y medio de pesos Centroarnericanos. Nuestra Balan– za Comercial con Guaternala nos es desfavo– rable en 2 millones 300 mil pesos Centroa– mericanos en el año 1963; con Costa Rica y cori El Salvador la balanza comercial es li– geramente desfavorable y con Honduras nos es favorable.
Esta situación no debe ponernos pesimis– tas, porque si analizamos las perspectivas a corlo plazo y si consideramos que para que una industria ·de rnediano tamaño pueda empezar a exporlar adículos se requiere des– de el momento de la decisión de establecer– se en un país hasta que inicie sus operacio– nes un término núnimo de 2 o 3 años; que una vez iniciadas sus operaciones la norma general es empezar a cubrir su propio rner– cado nacional y sólo entonces proceder a ve-
rificar exportaciones. Las indus:l:rias estable– cidas con rniras al mercado cornún, aún no exportan. Los Ministerios de Econornía y de Hacienda en el año de 1960 clasificaron al
arnparo de la Ley de Protección y Estímulo al Desarrollo Indus:l:rial, 22 industrias nue– vas; en 1964 se clasificaron 75 y en los pri– rneros 5 meses de 1965 se han clasificado 53
y se encuentran en proceso de clasificación
63.
Estos datos revelan que hay un empuje enorme en Nicaragua en lo que hace al pro– ceso industrial, que hay un despertar de nuestros ernpresarios y que se está utilizan– do en forma ópiíma las nuevas oportunida– des que da el Mercado Común Centroalne– ricano.
El desarrollo agrícola de Nicaragua que cuenta con suficientes tierras de alía calidad para producir los granos básicos, tornará nuevo inl.pulso a través de programas de fo– mento a la producción llevados a cabo por las instituciones nacionales de crédito.
El plan de desarrollo de la industria lác– tea que llevará a cabo el INFONAC con la participación de la Nes±1é e inversionistas na– cionales y que cubrirá los departarnentos de Matagalpa, Boaco y Chontales fiende a cu– brir básicamente las necesidades de leche en polvo consumidas en la República de El Sal– vador. Para poder llevar a efecto este plan de beneficio genuinos para Nicaragua los países centroamericanos impusieron aforos proteccionistas a las leches de fuera del área
y pondrán en vigor un sisierna de cuotas de irnporlación que garanticen la eficiente ope– ración de la industria láctea en Ceníroamé– rica.
La planta de soda caústica e insecticidas que ha sido adjudicada como industria de integración para Nicaragua, además de su propia importancia, creará alrededor de ella nurnerosas industrias que consumen tales materias primas y que ayudarán considera– blemente a la expansión de nuestra produc– ción industrial.
La política industrial que contiene el Convenio Centroamericano de Incenfivos Fis– cales tendrá efedos diredos e inmediatos en las actividades agrícolas y comerciales pues colocará, sin duda alguna, en primera cate– goría a aquellas ernpresas que produzcan con materia prima nacionales.
-21-
This is a SEO version of RC_1965_05_N56. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »