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tado y su hijo, Frederick Seward, puedan recobrar de las heridas inflingidas sobre ellos.

DE FINAGIERE E MORAO Encargado de Negocios en los

Estados Unidos

El Presidente Abraham Lincoln ha sido asesinado en el teatro, casi en los

m.isrnos brazos de su esposa!

La perpetración de este acto cruel ha causado profunda pena en América y en cada corle de Europa. Cada gabinete y cada parlamento han dado sa– lida a sus más profundos sentimientos en tan penoso suceso .

Este no es un rey que desaparece en la oscuridad de la tumba, enterrán– dose con él, corno con Enrique IV, la realización de grandes esperanzas. El es el jefe de un glorioso pueblo, dejando un sucesor en cada ciudadano que compartió sus ideas, y que simpatizó con sus nobles y bien fundadas aspira– ciones. No es un trono cubierto de púrpura el que ha sido cubierlo de cres– pones, es el corazón de un gran imperio el que ha sido cubierto de luto. Aque– lla causa de la cual él era un valiente campeón no ha dejado de existir, mas todos lloran ante su pérdida con horror al crimen y a la ocasión, y por las es– peranzas que sus puras y generosas intenciones habían inspirado.

Lincoln, un mártir del prolífico principio que él representaba en el po– der y en la lucha, ahora perlenece a la historia y a la posteridad. Corno el nombre de Washington, cuyo ejemplo y principios siguió, su propio nombre es– tará ligado con la era memorable a la que perleneció y a la que él supo apreciar.

Como campeón de la liberlad en América, Lincoln sacó, sin recelos, la espada de la República, y con la punta de la misma borró del código de un pueblo libre ese esiigma anti social, esa blasfemia contra la naturaleza hu– mana, el triste, vergonzoso, infame codicilo de arcaicas sociedades, el negro y

repugnante abuso de la esclavitud, el que Jesucristo fue el primero en conde– nar desde la altura de la Cruz cuando proclamó la igualdad de los hombres an– te Dios, y la que diez y nueve siglos de civilización, iluminado por el Evange– lio, ha proscrito y condenado corno el oprobio de nuestros tiempos.

L. A. REBELLO DA SILVA Miembro de la Cámara de los Pares

Corno par del Reino torno parte en esta noble manifestación; corno Mi– nistro de la Corona he hecho en mi propio nombre primero, cuando meros rumo– res circularon que el crimen se había cometido, y después de haber recibido la orden de Su Majestad, tan pronto corno desgraciadamente no había duda sobre el tema, lo necsario para demostrar los sentimientos del Gobierno porlu– gués.

CONDE D'AVILA

Ministro de Relaciones Exteriores

PRUSIA

En vista de las tan felizmente existentes relaciones amistosas entre Pru– sia y los Estados Unidos, el suscrito no puede dejar de expresar a su gobierno la sincera simpatía del gobierno real por la gran pérdida que este crimen les ha causado. Por lo tanto pide al Enviado Extraordinario y Ministro Plenipo– tenciario de los Estados Unidos de América que envíe la expresión de estos sen– timientos a su gobierno.

BISMARCK Canciller

Usted sabe que Alemania ha visto con orgullo y contento a los miles de sus hijos que en esta lucha se han colocado tan resueltamente alIado de la ley y el derecho. Usted ha visto con qué alegría las viciorias de la Unión han sido ensalzadas, y cuán cQnfiada la fe en el triunfo final de la gran causa y la res– tauración de la Unión ha sido siempre aun en medio de la adversidad.

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