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« Previous Page Table of Contents Next Page »A !ravés de todos los Estados Unidos continúa la escasez de maestros de escuela. Para atraer al profesor cubano refugiado, la Universidad del Estado de lowa ofrece un
curso de verano en el que ambos, profesores
y abogados, son entrenados como profesores de Español. Hoy, 27 de ellos están en las facultades de varias escuelas en ese Estado El año pasado, otros 50 profesores cubanos estudiaron por un año en el Colegio Estatal de Indiana, en Terre Haute, después del cual año tomaron puestos como profesores de Es– pañol en el Estado de Indiana. Al mismo
tiempo, en Ransas, 25 fueron entrenados en
el Colegio Normal del Estado de Ransas, en Emporia, y ocuparon posiciones en la facul– tad de varias escuelas de Ransas.
Muchas alabanzas y reconocimientos jus– tos se le han dado al Condado Miami-Dade por el espléndido empeño en aceptar y ayu– dar a los refugiados, y no existe mejor prue– ba de esa actitud que en las escuelas públi– caS. 20.000 alumnos que no hablan inglés fueron agregados rápidamente a las escue– las del Condado, lo que significó unas 600 aulas llenas de nuevos alumnos. Estos hi–
cieron excepcionalm.ente rápido a van e e
aprendiendo el idioma y adaptándose a las
nuevas costumbres cón un mínilTIo de difi–
cultades.
Aun la delincuencia juvenil, un probl~
ma serio en la mayoría de las comunidades
Nor±earnericanas ha sido casi nula entre los
niños Cubanos. Informes recientes indican que sólo cuatro casos de delincuencia juve– nil cubana han sido lo suficienlemente se– rios comó ·para negar a las cortes, y esto du– rante los seis años desde que los refugiados llegaron EÍMiaIni.
Trabajadores sociales profesionales creen que la razón por la que los niños -aun aque– llos completam.ente separados de sus pa– dres- aceptaron su situación sin serios de– sajusles em.ocionales es por razón de la uni– dad espiritual de la fam.ilia Cubana y de la fuerza em.ocional que genera.
Niños cubanos
Las más trágicas víctimas de la tiranía de Castro entre los refugiados Cubanos son los 13.000 niños que fueron enviados fuera de la patria por sus padres que quisieron evitar el adoctrinamiento Comunista en las escuelas, el peor aun, el que los llevaran a Rusia para tal adoctrinamiento.
El primer niño sin compañía que llam.ó la atención del DireC±or de la Oficina de Be– neficencia Católica de Miam.i, Monseñor Bryan Walsh, fue en el otoño de 1960. Era Un jovencito de 15 años que había estado
en Miami hacía ya un m.es y que había es– tado pasando un día con diferentes familias. Nadie podía hacerse cargo de él. Su situa– ci6n, adetnás ele los rum.ores de niños deja– dos al cuidado de extraños en el aeropuerto de La Habana y enviados a Miami, perturbó a lar; autoridades y finalm.ente dio por resul– lado el Program.a de Niños sin com.pañía. En Diciembre de 1960 el primer grupo de niños llegó a Miam.i. Hasta la fecha l3 000 niños en esa categoría han sido aten– didos. De ellos, 5.000 viven con amigos o bajo la jurisdicción de agencias privadas. El Gobierno Federal financia el cuidado de otros 8.000. Nueve de cada diez niños son Catóiicor; y han sido cuidados por la Oficina de Beneficencia Católica En Miam.i, esta
agencia ±1 ansfonnó varias facilidades en ho~
gales para grupos de niños, o fueron colo–
cados en 36 Estados en casas de crianza u
oiras instituciones.
EsperanzCis cubanCis
Los Cubanos hablan con frecuencia de
volver a casa. Para unos es tan real COInO
el día; para otros es un sueño. Muchos se han unido en. grupos con varios m.onvos en
una Cuba Libre, Organizaciones como el
Movimiento de Recuperación Revolucionaria,
DireC±orado Estudianlil, Alpha 66 y Movi– mienio 30 de Noviem.bre están dedicados a luchar por la libertad de Cuba. Sus m.iem.– bros se han infiltrado secretam.ente en Cuba o llevado a cabo atrevidos ataques desde desconocidos puertos del Caribe, mientras oíros Se han unido a unidades guerrilleras en las montañas de Cuba. Otros grupos, ta– les corno la Aeociación para la Reconstruc– ción Económica de Cuba, están creando pro– gramas para un desarrollo económico esta– ble en úna Cuba libre.
De los m.iles de Cubanos integrados a los Estados Unidos, algunos no volverán. Mas el deseo de volver a Cuba aun arde en los corazones de casi todos los exilados. Pa– ra un hom.bre, que está feliz y bien adapta. do en Miam.i, es sólo una chispa viva que ilumina sus ojos cuando alguien dice: "Vol–
veremos" .
Mas para otro, C01TIO el revolucionario
activo, el sueño da una Cuba libre es el fue– go consumidor que envuelve su vida. Es la
pasión viva que arde en sus ojos, que colora
sus frases. Es la fuerza dom.inante que lo empuja a abandonar sus m.etas personales
para tornar azarosas aventuras, para sacri– ficar todo, quizás aun su vida misma, pues
para él, no habrá nunca otra patria que Cuba.
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