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« Previous Page Table of Contents Next Page »¡Sin men±ira para tí, Inadre, sin mentir, madre!
No esiá en mi sangre ser falso
Tú has sido para mí la amada sobre iodo, Pero yo amo esia hen-a, y mis baude1as son dos"
Mas luego recuerda las afrenlas de Ni– caragua y Sanlo Domingo, la coníradicción política deslruclora de lada fe y confianza, y dice al Nade,
La guena ya no es un n1.endigo a fu pueda
I
Has cruzado el mar conlra el terrible extranjero Has retado a la noche del malhechor de Bélgica Temerario ie enfreuias como el vengador alado
Dejarás que se diga esio de tí?
Que revestido de nlal sostienes el derecho? Que a la América Hispana infiel has sido? Que has grH aclo justicia con la lengua culpable'?
Oye a quien 1101 a por esa abierfa llaga Convierle en bien esíe mal que en mí llevo Como una punia de lanza eú el pecho, Para que sin culpa y con derecho fu fuerza sea
el manifiesto peder de Dios sobre la tierra
y este gran poe1a nicaragüense, no bien
±ennina de canlar su dolorido amor por Nor– ±eamérica, loma el rifle, combale en el lodo y la espesa niebla de las lrincheras de Flan–
des, y tras la paz victoriosa, nos trae en su
mochila de guerrero su primer libro de poe– mas en caslellano, El Soldado Desconocido.
Había demoslrado que na solo en el ver– so sino lambién en la· vida, sus banderas eran dos, y que por Nodeamérica y Nicara–
gua, hermanadas en su corazón, se había ex–
pueslo a morir la muerle del soldado
*
Alemania fue vencida, pero el más irn– parlante creador de la vicioria, Wilson, fue a la vez vencido por su propio pueblo. El había ideado y creado la Sociedad de las
Naciones, para resolver pacíficamenie los conflictos ITlundiales, pero los nor±earnerica–
nos lemían la ingerencia en la polHica del mundo, y los republicanos aprovecharon las
circunstancias y ..I:ornarol1. el poder por abru–
madora mayoría. Nadie presló alención al
gran presidente que ya cercano a morir de–
cía: "Tuvimos oportunidad de convertirnos
en lideres del mundo. La perdirn.os, y pron–
lo veremos las consecuencias trágicas de
ello".
Los Estados Unidos se reconcentraron so– bre ellos rrtiBl'TIOS y sobre el continente, y rea– pareció la política intervencionista, la 1.1 bien
apreciada por los republicanos. Pronlo len– drían ocasión de practicarla. Aquel Presi– denie nicaragüense, Adolfo Díaz, que en 1912 pidiera el desembarco de marinos para que lo líbrasen de ser vencido por una revolu– ción, repile su pedimenlo anle una silua– ción similar. Cinco mil ml"lrinos desembar-
can, amenazan a los revolucionaribs, y és–
los se rinden. Pero no lo hace el guerrillero Augusto César Sandino, quien duranle cinco
años rnantiene lucha en las montañas, y se
convierie en un verdadero milo. Desde en– lances, hasla que Nicaragua es desocupada y aun más larde, desde México hasla Chile'
surge una apasionada y densa literatura an~
±inor±earnericana, de los más variados mati–
ces y lemas.
He aquí algunos poemas llegados a nues– lras manos, U.S.M.C por Pablo Anlonio Cua– dra; Epifanía, por Julio Ycaza Tijerino; A Lindberg, por Alí Vanegas; Ruido de Cade–
nas, por Aura Rostand¡ A Nicaragua, por Ra–
fael Arévalo Marlínez; San Jacinto, Canción del Alma Anligua, Eslán en pie los árboles, La Esposa del Capitán, por Luis Albedo Ca– brales; Anle los Bárbaros, por Gilbedo Gon– zález y Conlreras; Piedras de Sacrificio, por Carlos Pellicer; Ll"I Danza de Jos Millones, Canlo a Cuba Republicana, por Agusiín Acos– la; Tierra de Jaguares, por Alfredo Arévalo Lavvira; A la Bandera Americana, por Aza– rías n. Pallais, Miguel Angel Orlez, por Ma– nolo Cuadra; Símbolo Ro±o, por Rafael Gue– rra, Al guerrero de los ojos azules, por Gus– tavo Alemán Bolaños; Sandino, por GuillElr– lno Bustillo Reina, La Islita y los yankis, por Emrna Pérez; A Roosevel±, por Graciany Mi– randa Archilla; El llamado, por Amparo Ca– samalhuapa; Islas y Puedas del Caribe, Vein– le Minulos en la Marlinica, Yo lambién can– io Am.érica, Barco a la vista, Casi Son, New York, Goajiras Burlescas a los banqueros de Wall Sireel, por Rafael Albedi, Visila a un Solar, Calalino en un Bar, Dale con la mo– cha, dale, por Nicolás Guillén; Los Abogados del Dólar, La Anaconda Copper Mining Ca, Ll"I Slandard Oil, La United Fruil Company, por Pablo Neruda.
Una nueva modalidad aparece en eslos poemas, No son ya los versos más o menos ron"tánticos y sonoros sobre el honor palrio, sobre la raza latina, conlra los llamados bár–
haros rubios. Son poemas sociales, poemas contra la explotación económica, contra las
grandes compañías exlranjeras y sus aliados nativos. Son poemas en que ha desapare– cido la violencia oratoria y aparece la burla y olros senlimienlos más matizados y menos brulales. Quien inició esla modalidad eS el poeta nicaragüense Salomón de la Selva con su poema "A Song for Wall Slreel", escriío en inglés, y publicado en el libro Tropical Town and Olher Poems.
Rafael Alberti uiiliza los sones cubanoS, lo mismo que Nicolás Guillén. Tratan de llegar al pueblo, a las masas, por medio de los ritmos creados por esle mismo pueblo. Es innecesario decir que lanlo Guillén corno Albedi y Neruda, son mililanles del Partido Comunisla.
Casi Son, de Alberti, es modelo en la nueva poesía. Uliliza el rifmo afrp"cubanO,
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