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da con métodos tradicionales de boja productividad Tales regiones producen escasos excedentes para las ciudades y es muy poco lo que tales zonas compran de los artículos producidos en los urbes con excepción, quizás, de las inevitables gaseosos y tejidos toscos pero no obstante Coros

Gran porte de la asistencia extendida a la agricul–

tura, asume la formo de construcción de caminos y

sistemas de comunicaciones para el agro y quizás el

principio de una educación rural básica Los caminos

y las escuelas son, desde luego, una condición necesa– rio para la modernización del agro pero no constituyen una condición suficiente Los cominos y las escuelas en sí no llevan aparejadas automáticamente una revo– lución en fa productividad El campo de los países en vías de desarrollo además necesito generalmente que se cumplan las tres condiciones siguientes más ase–

soramiento técnico, incluso sobre los mercados y lo

comercialización, más fuentes de crédito, para que

puedan aplicar en la práctico ese asesoramiento téc– nico, y mayores incentivos que induzcan al cambio ha– cia métodos nuevos de producción agrÍ'cola o hacia nuevos cultivos

En los Estados Unidos, nuestra gran y continua re– volución agrí'cola se ha basado en el agente de divul– gación del gobierno local, en el catálogo de pedidos por correo y en precios razonables poro la plOducción agrícola, además de contar con créditos agrícolas ba–

ratos

Para saber cómo transformar lo agricultura en un país en vías de desarrollo determinado, se ilecesita decidir qué tipo de cosecha puede producirse eficaz– mente en cada 'región y cuáles son los posibilidades de hallarle un mercado En estas decisiones deben evi–

tarse soluciones generales, a pesor de que en mUChas

regiones de la Amé. ica Latino se ve c10ramente que existe un posible mercado importante en las ciudades, no solamente para los granos básicos sino también para los comestibles de alto contenido proteico, como son los

productos lácteos, las carnes, las aves, etc Así como

la agricultura en el Sur de las Estados Unidos ha evo– lucionado en esta dirección en la última generación, me parece que también veremos este cambio en mu– chos de los países en vías de desarrollo más adelan– tados.

Pero este tipo de revolución agrícola únicamente puede ser eficaz si al mismo tiempo se produce una 'revolución en la comercialización, y esto me lleva al segundo requisito necesario poro la creación de un mercado nacional

Djstribución de Comestibles

Estudios realizados recientemente sobre el sistema de distribución de comestibles en algunas ciudades de la América Latina nos indican que, al establecer méto– dos modernos de comercialización, los precios de los alimentos podrían rebajarse por lo meno~ en un 10 por ciento Para comprender ef significado que esto pue– de tener en un país en proceso de desarrollo, debe re-

cardarse que la mayor parte de fa población gasta más de la mitad de sus ingresos en comida Al producir una revolución en la distribución de los comestibles,

estamos refiriéndonos a índices de aumento inmediatos

y sustanciales en el bienestar humano

Pero, además hay que tener en cuenta qué no se

pueden organizar con convicción, por ejemplo, granjas

avícolas y de productos lácteos, a menos que se tenga cierta seguridad de que los productos van a ser eficaz– mente manejados y distribuidos en las ciudades Los comestibles de calidad superior tradicionalmente se han vendido por medio de métodos íneficaces, él un sector muy pequeño de la población urbana

Por lo tanto, uno de los requisitos necesarios paro que toda revolución agrícola tenga éxito es que, no solamente los productores de comestibles sino también los distribuidores, empiecen a adoptar el concepto de un mercado orientado a las masas, con utilidades bajas por unidad, que serían compensados por un volumen elevado de ventas y que, por lo tanto, redundarían en un provecho adecuado del capital invertido

Al examinar cuidadosamente las ciudades en las

reglones en vías de desarrotlo, pueden ~mpe:!or a verse

los cimientos sobre los cuales ha de construirse esta

economía Por ejemplo, en varios países se está ex·

perimentondo con supermercados, así como también

con el desarrollo de cooperativas de consumo Pero, en la mayoría de los casos, estos dos métodos actual– mente abastecen a un segmento muy pequeño del mercado La mayoría de las mercanCÍ'as pasan por IdS

manos de demasiados intermediarios, que ocasiondh

alzas elevadas de precios, y los productos acaban por llegar a pequeñas tiendas de escasos ventos y con uti– lidades exorbitántes por uilidad Pd, tiendo de las ini– ciativas que ya se han adoptado y de la experiencia práctica que ya se ha recogido, es necesario que todos los que trabajamos en el campo del desarrollo dedi–

quemos mucha mayor atención y recursos o métodos

baratos y eficaces de comercialización de productos agrícolas en las zonas urbanas

Orientación de la Industria

El tercer requisito paro creor un mercado nacional exige que los fabricantes amplíen su producción para >Ibarcar no solamente aquellos productos que pueden ser adquiridos por una pequeña clase media acaudala– da, sino también aquellos otros que tienen posibilidades

Concretas para su comel cialización en masa. Me re·

fiero a aperos agrícolas sencillos, tejidos baratos; zapa– tos de lona, linternas, artefactos paro el hogar, radios de transistores y fas bienes de consumo durables que clásicamente pertenecen o la primera fase de indus– triali70ción, tales coma las bi,:icletas y las máquinas de

coser

Mis visitas a pequeños pueblos en países en pro– ceso de desarrollo me han convencido de que, aun a los actuales niveles de ingresos, en tales pueblos hay mucha mós dinero en efectivo de lo que con frecuenCIa creemos, Generalmente les ha ido bien a los que se

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