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« Previous Page Table of Contents Next Page »tico Se hizo evidente o todos que estaba boja lo influencio de Ooña Irene, lo que se vio al dio siguiente de su victoria Este ero Domingo, y él asistió a Miso de ocho en la Catedral de Granada, donde escuchó un
sermón que aconsejaba "pqz, moderación, y dejar a un
lada las pasiones revolucionarias". Después llamó a su lado 01 cura párroco que habí'O pronunciado el ser– món, el Podre Agustín Viji! --más tarde su Ministro en los Estados Unidos- y publicamente aprobó sus senti–
mientos
Este fue el primer movimiento de Walker en su política de conciliación hacia lo Iglesia Católica Ne– cesitaba -y sabio que necesitaba- lo gran influencia del clero a su favor Sus enemigos en el exterior, así como en Nicaragua, daban informes que él fomentaba a sus hombres a profanar ermitas e iglesias, aun había uno leyenda que había enterrada un tesoro de joyas y
de aro robados a los sagrados lugares del país, mas ta– les historias fueron encontradas más tarde que eran elucubraciones calculados para desacreditarlo En su "Cincuenta y tres Artículos del Código Militar por los que el Ejército de Nicaragua se ha de Gobernar", el Artículo I dice "Se recomiendo formalmente a todos los oficiales y solda'dos asistir o los servicias divinos, y cualquier oficial o soldado que en alguno forma se com–
porte impropiamente en cualquier sitio de servicio divi~
no será castigado de conformidad a su ofensa por
sentencia de una corte marcial"
En una ocasión, las autoridades eclesiásticas de Granada le concedieron un préstamo de 1000 onzas de plata en banas, ciertamente sín esperar que fueron pagadas Lo verdad de las relaciones de Walker con
lo Iglesia en los primeros días de SU régimen, se sugiere en una carta dirigida a él en 26 de Noviembre de 1855 por el Vicario General de la Diócesis de NicaraguQ' "Felicito a Su Excelencia por la victoria obtenida en fa– vor de los principios liberales Felicito a mi país, pues ahora saldrá de las ruinas en las que ha estado
sumida por mós de treinta años" Por ese tiempo, el
Vicario General estaba bajo la impresión de que Walker se estaba desligando de los extremistas partidarios De_ mocráticos Mas tarde, cuando las actividades políti– cas de Walker comenzaron a desviarse marcadamente de las preferencias de la Iglesia, la mayoría del clero del país se volvió contra él, mas las disputas entre ellos eran sobre ideoiogía política, y no sobre religión Aun los ingleses, parecería, lo consideraban en
aquellos primeros meses como una esperanza Una
carta de Thomas Manning, -con quien Walker había altercado en Chinandega, sólo unas pocas semanas antes-, y quien había sido nombrado Vice-Cónsul In– terino de Inglaterra en Nicaragua, decía "Como tes– tigo ocular de todos los horrares y acontecimientos que han ocurrida desde Mayo de J 851 (el comienzo de la actual revolución nicaragüense) nadie puede apreciar mejor que yo el restablecimiento de la paz y el or– den Esté persuadida, Señor, que el Gobierno de Su Majestad Británica estará dispuesto a simpatizar con Usted" En Londi es, el Economista, publicación altamente considerada, estaba aun deseosa de conceder todo Centro América a Walker y los Estados Unidos. "Nosotros na podríamos impedir la final absorción de Centro América por los republicanos Anglosajones, si
es que quisiéramos -definitivamente no estamos segu–
ras de que deberíamos"
Capítulo Once
EL ARDIENTE SOL DE NICARAGUA
Sea que Walker realmente se haya enamorado de Irene Charan o na, sus hombres murmuraban libre– mente acerca de ellos Su sobrenombre popular en Granada era "La Niña", y por el tiempo en que los rumores se habían abierto poso en las filas de la fuerza
americana "Lo Niña Irene" se había convertido en
"Nilo Mairena". Baja este nombre apareció después,
como una figura de misterio, en los escritos norteame~
ricanos sobre Walker Los hombres perciblan, sin embarga, que este no era un problema prosaico de la carne Mucho puede leerse entre las líneas de sus prapias comentarios sobre Lo Niña Inicialmente la
describió como "una ágil y acuciosa 09servadora, con
toda la gravedad y aparente indiferencia de la raza na-
tivo fértil en recursos poro enviar informes a sus
amigos Ella le habia prestada muchas servicias al partido Legitimista en días pasadas, y aun la severa naturaleza de Fruta Chamorro reconocía sus atractivos y se rendía o su influencia, cuando otros habían fraca–
soda"
De pronta, sin embargo, aparecen en su relación fuertes indicios de algo más que respeto par su tolento
político Descubrió que tenía un amante de alta posi–
ción liLas relaciones privadas", escribió Wolker en una vena de extraordinario amargura, "que se dice, y
probablemente con verdad, existieron entre_ella y Don
Narciso Espinosa, un personaje prominente entre los
Legitimistas, le permitió infundir su espíritu en el par– tida después de la muerte de Chamarra" Sus senti·
mientos acerca de Espinoso, a quien describió como
"Un hombre sin principios y sin honor", estaban teñi–
dos con un resentimiento personal que no demostró hacia ningún otro nicaragüense¡ y que tomó¡ finalmen–
te, la forma de una acusación de complicidad en un supuesto complot Legitimi.,ta contra el nueva ré~imen
Cu61es eran la., pruebas contra Espinosa? Walker mis–
mo admitió que eran IIvaqas e inciertao;;lI, sin embargo,
hizo que fuese deportado a la fuerza de Nicaragua
Ese desacostumbrado ardor en él, sugiere emociones
que eran algo m6s que políticas Desde entonces las conexiones entre Walker y La Niña se volvieron sim– plemente protocolarias
Antes del incidente de Espinosa, sin embargo, Irene lo guió por entre la maraña de la política nicara– güense y lo adoctrinó en las técnicas de las luchas po– líticas, estilo Centroamericano. Al hacerlo, ella bien
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