Page 20 - RC_1964_12_N51

This is a SEO version of RC_1964_12_N51. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

Clasificación ele los Petroglifos:

al Cronológicamente: Según los úlfi– mos datos de la: arqueología, los. $'rabados rupestres de Nicaragua pueden dIvIdIrse en tres grupOS, tomando c?mo base las fechas aproximadas del ImperIO May~.

l._Primitivos, los esculpIdos entre <;1 Viejo Imperio Y el Nuevo Imperio Maya (SI-glo I a. d. J. al X d. d. J.). .

2._Recientes, los grabados del SIglo X al XVI.

b) Artísticamente: los grabado,! rupes-tres de Nicaragua pueden reunirse en 2 gran– des divisiones: dibujos representativos y di– bujos abstractos. El primero abarca: graba– dos ¡le manos, pies, animales aislados o en grupOS, hombres y animales, e±C. El segun– do, comprende sígnos simbólicos, tales como

los dibujos geométricos, adornos, y todos los demás con significación recóndita o esotérica.

Cada una de las dos grandes divisiones aníe– riores se subdividen a su vez en ofras más reducidas, divisiones que no incluyo aquí por amor a la brevedad y a la claridad.

el En cuanío a los autores: Teniendo en cuenía las relaciones élnicas y culfurales de los grabados rupestres de Nicaragua con las civilizaciones de Centro América, pueden atribuirse a:

1 -Una íribu arcaica procedente del Noríe o del Sur (Arawac'?l.

2.-Los Sumos y Miskifos primitivos pobla– dores de la Cosía del Pacífico, y de las orillas de los lagos Rocibolka y Xoloilán. 3.-Algún .9rupo ét.nico afín culiuralmente de los Maya-QUlche. 4.-Una rama de los Lencas. 5.-Los Pipiles.

6.-Los Chorotegas huyendo de los Pipiles. 7.-Los Nicaraos en sus éxodos y peregrina-ciones a través de ·la jungla, ríos, lagos

y montañas de Nicaragua.

B.-Algún grupo de filiación Caribe. En efec– to los pej;roglifos de Nicaragua tienen muchos puntos de contado con las civi– lizaciones Maya-Quiché-Chorotega-Azte– ca-Chiboha y Caribe.

Símbolos más comunes de los Petrofligos de Nicaragua

Es frecuente tropezar con dibujos simbó– licos repetidos bajo las fonnas aníropomor– fas, zoomorfas y geométricas, al examinar el arte rupestre de Nicaragua.

Comunes son las representaciones helio– morfas, aunque aparezcan de modo diverso: a veces una cara adornada de rayos, oiras, círculos sencillos, doble o triples con sus co– rrespondientes apéndices laterales.

Figuras antropomorfas de todo íamaño,

severa o lujosamente ataviadas solas o acom– pañadas, impresionan por su realismo. Ani– males tales corno el jaguar, la serpiente, el lTIono, la rana, el venado, el lagarto. la le– chuza, el perro de m.onte, la lortuga, e±c., inseparables de los mUos y relígiones de los

pueblos m.esoarnericanos, aparecen frecuen–

temente en los grabados rupesires de la Re– pública.

Hay dibujos zoolTIorfos de todo tamaño

y fOrlTIa, la posición del animal varía de uno a oiro ejemplar. Las estilizaciones son co– munes, el rombo sirnboliza la rana; el espi– ral, la culebra, etc. Las figuras geométricas se reducen a cuadrados, rectángulos, círcu– los, espirales, rectas, paralelas, etc., cada una con sus correspondientes sin-lbolismo y sig– nificado.

La revisión sucinta de los símbolos más com.unes en los peíroglífos de Nicaragua, arrojará más luz sobre lo antedicho.

El símbolo crucifol'lne en el arte rupestre de

N jearag!Jo

Sorprende la repetición incesanfe del signo de la CIUZ en los petroglifos de Nicara– gua. hecho por demás comprobado en la ma– yoría de las naciones del Nuevo Mundo, des– de Canadá hasta Patagonia

Tan arcaica y plimitiva es la veneración de la cruz en América que su origen Se pier– de en la noche de los tiernpos y es imposible determinar su aparición. Trátase, pues, de un símbolo universal, por 10 menos en Amé–

rica.

Abunda el signo cruciforme en.. muchos de los monuluenios rupestres de la Cosía del Pacífico, parfícularmente, en el departamen– to de Carazo y en las islas y orillas del Gran Lago, Zapatera, isla del Zapofé, Ometepe, ele. Lo eneontran"los también, en la alfarería pre– colombina desenterrada en los siguientes de– partamentos: Rivas, Granada, Masaya, Chi– nandega, León, en las Islas Solentináme.

El signo crucifonue de los peiroglífos ni–

caragÜenses nada tiene que ver con el sacro–

sanio símbolo de Clisío; la cruz rupesfre eS genuinalnente aborigen, esto es, americana, y como bien dijo el Marqués de Nadillac, "era para el americano el signo de los pode– res creativos y ferlilizantes de la naturaleza".

El número cuatro en el arte rupestre do Nicaragua

Inlilna relación exisle en:lre el signo cru– ciforme y el número cuatro: aparece este úl– timo solo o combinado con figuras geoméiri– caso tales COnLO rOrrlbos, cuadrados, rectángu– los, círculos cuádruples, eíc. Se le encuen-

-11-

Page 20 - RC_1964_12_N51

This is a SEO version of RC_1964_12_N51. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »