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Caraderíst!cl]s de los Peh'ofligos de

Nicart.lgUti

El arie rupestre nicaragüense puede re– lacionarse con oiros del Is±mo centroameri– cano, pero liena caracierísticas propias y es– pecífica que lo hacen inconfundible, no solo por la l18chura de Jos grabados sino iambién por la variedad de símbolos esculpidos.

Encuéniranse los peiroglifos diversamen– te disfribuidos en iodo el territorio nacional

¡

hasta el presente han sido descubiertos sobre iodo en la sección del Pacífico, bien sea por– que es la más densamente poblada y los mo–

numen±os rupesires l11.ás asequibles; bien por–

que es la sección del país más fác1.l de explo– ral". Abundan 9nlos siguientes depar±arClen–

tos: Managua, Carazo, Granada, Rivas, Ma– saya, Chonfales, Boaco, Matagalpa, etc. Las peiias y rocas de ciertos caudalosos ríos, fa– les COl no el Coco, el ll/Iico, el Siquia, eic., há– llanse adornadas de nlUlliiud de grabados

simbólieos.

La mayor parte de las glipfografías de la costa del Pacífico se hallan esculpidas en una clase de piedra llamada "piedra de can– tera", esio es piedra arenisca formada de ba– rro volcánico endurecido, muy fácil de ira– bajar. En el departamenio de Es– ielí, Jnuchos de los grabados están cincelados en piedr~s volcánicas sueltas de }arnaño lllás bien pe~

queño. En la isla de Ome±epe los pe±rogliios esián esculpidos en grandes rocas o pefias volcánicas desprendidas o bofadas por las erupciones del Madera. En oiras secciones del país J as litografías aparecen grabadas en diferentes clases de lTIaterial péfreo.

No existen pruebas algunas que evidencien pt'eferencia parii– cular del indio hacia talo cual mi– neral.

Si la roca cincelada eS de con-sistencia dura los dibujos son más

Elemento indispensable de todo pCÍloglifo es la máscal a Los gl abados adjuntos dan una idea geli€lal de las máscmas de El Acetuno,

Las Pilas y Los ChUamos

o menos superficiales y poco visibles, con io– do, los golpes de cincel son perceptibles y

hasta es posible contarlos sin dificultad e11 ciertos casos.

Llarna poderosarrtenie la aiención la consiante orieniación de los peiroglifos. De las glip±ografías localizadas en Nicaragua, la mayoría se orienta h",cia el Es±e y el resio carece de orientación definida debido a cir– cuns±ancias especiales, tales cozno cambio de posición original por las fuerzas naturales o por iniervención humana.

Tres deducciones importanies se des– prenden de la localización y orientación de los pehoglifos en Nicaragua:

Primera: sus autores rendían pleifesía al sol y a los eletnen±os.

Segunda: la aimósfera con sus períodos de invierno y verano, desempeñaba papel preponderante en la vida aborigen.

Tercera: su ubicación indica frecuente y consian±e uso.

Quería el indio iener cabe sí los sírrt– bolos sagrados en sus éxodos al ir a sus se– menteras, para inl.pe±rar la protección de las deidades propicias en las horas de peligro personal o iribal.