Page 99 - lista_historica_magistrados

This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

parisina también dejó su marca, sus modales toma– ron un sesgo de formalidad y gentileza que mu–

chos norteamericanos consideraron afeminados, de

modo que, en sus dios de filibustero, asombrobo a los

que al estar por primera vez en su presencia espera–

ban encontl ar a un rudo matasiete

Habiendo abandonado París después de más de

un año, Walker asistió o conferencias médicas en Hei–

delberg Porecio que tenía el don de lenguas Más tarde aprendió español Una fuente alemana infor– mo que participó en los duelos obligatorios, con espa– das de doble filo, de los sociedades estudiantiles de Heidelberg, y sali6 inc61ume -un no pequeño tribu– to, o ser cierto, o su maestro de escriga de Nashville, mas esto puede que seo ap6crifo Qué otros cen– tros europeos hoyo visitado no se sobe, mas finalmen– te se dirigi6 hacia el Norte para estudiar en Edimbur– go, posando en el comino algún tiempo en Londres S4 permanencia allí, aparentemente, lo malquist6 con– tra los ingleses Martín Chuzzlewít estaba por enton–

cesl ocasionando tensiones adicionales en las relacio–

nes Anglo-americanas, y Walker, que no tenía ningu–

no de los hábitos norteamericanos caricaturados por Dickens -no se emborrachaba, ni escupía, ni blasfe–

maba, ni alardeaba, ni asesinaba el idioma, ni consi–

deraba el dinero como lo principal de la vida- ha– bría de resentir eso arrogante condescendencia con que lo mayoría de los Ingleses de eso época hablaban de

sus coterráneos.

Después de un largo y agitado viaje transatlántico regresó a Nashville, donde fue recibido con toda la

admiración que provocaba en esos días un joven via–

jelo con títulos universitarios "El más consumado ci–

rujano que ha llegado a la ciudad" se decia de él Pe–

ro había una amarga ironía en su situación, pues en–

contró o su madre no lejos de lo muerte, gostada, ca– noso antes de tiempo, sufriendo los horas de vigilia de

"reumatismo" y "neuralgia" y él sin pretender sober¡

más que el médico de la familia, cómo debía trotár– sele

Ahora la profesi6n médico le parecí'O inútil Hi–

zo un breve intento de ejercerla pero sin entusiasmo

Aunque nunca perdió el interés en los teorías médi– cas, o su respeto por los médicos dedicados o su pro–

fesión, pronto se dio cuento que recetar calomel¡ o

purgontes, y atender los partos que lIenoban las acti– vidades diarias de doctor, no era definitivomente poro él El hecho de que tirara por la borda el fruto de

sus años de estudio

l

una cuantiosa inversión financiera

y amargamente desilusionara a su padre, no hacía me– lla en él

Después de su larga ausencia, debe hoberse sen–

tido algo así como un extraño en '0

familio, sostenien–

do ideos marcadamente diferentes o lo de ellos, y tal vez desplazado del centro de los afectos de su madre por sus hermanos más jóvenes y su hermono De cual–

quier manera que fuera se decidió a no permanecer en

Nashville De todos las ciudades en los Estados Uni– dos, New Orleans ero la que lo otraía más, con sus en–

cantos criollos¡ su sabor internacional y su cultura me–

tropolitana En ninguno otra porte en el Sur podría

encontrOlse en uno ciudad, teatros¡ ópera, publicistas,

osociaciones literarias, una gran variedad de peri6di-

cos y su famosa cocina. Y fue fácil encontrar una raz6n para ir allá Habiendo rechazado el ministe– rio eclesiástico desde hacía mucho tiempo y no tenien–

do inclinación, --o así parecía entonces- paro lo vi–

da militor, no le quedaba abierta otra p;ofesión "de caballero" que la de las leyes Estudioría, pues, le– yes en New Orleans Lo superioridad del Código de Napoleón, como se aplicaba en la Luisiona era una

convicción favol ita de románticos jóvenes s~renos

Lo ayudo de su padre, si es que le llegara, ero en escala reducida pues Williom Como estudiante de leyes en New Orleans contaba con muy poco dinero A los dos oños de estudios estuvo calificado para el ejercicio de la profesi6n Tení'O entonces veintitrés años de edad y aunque no se le podía considerar un individuo gregario, tenía un ómplio y variado cÍrculo de amistades Edmundo Randolph, unos cuantos años mayor que él, Secretario de lo Corte del Distrito, ero su mós íntimo allegado, aunque eran completamente diferentes Randolph ero un tipo alegre, con una bo– nito querida mulata en una cosa de la colle Rompart y su correspondiente colección de deudas de juego y vales de cantinas Evidentemente vio en Walker las cualidodes necesarias paro complementar los suyas, y o su ruego abrieron un bufete, como socios Mas 10 firmo no prosperó Randolph estaba m6s interesa– do en la prosecuci6n de los placeres que en las cau– sas legales y aunque Walker era un orador fluido y

efectivo cuando quería serlo tendía a ser callado y enigmático con las gentes extrañas Su estilo no atraía o posibles clientes, se ves tia sin seguir las reglas de la moda, y haCÍ'p poca impresión con su apariencia Ape– nas medía cinco pies y cinco pulgados de alto, pesaba menos de 120 libras y parecía más joven de lo que era en realidad Si uno no observaba sus ojos, su rostro no doba indicaciones especiales de fuerzo interior Uno frente alto, sin an ugas, boja un cabello liso, café

c1oro

l

uno larga nariz recta, uno boca ancho, no de–

sagradable, pero con un oigo de satírica en sus esqui– nos, una qui jada anguloso -todo esto era corriente en uno fisonomía norteamericana 56/0 sus ojos de gruesos párpados daban muestras de su fuerza inte–

rior Grises¡· brillantes, luminosos, parecían penetror

los mentes de los personas con quienes hablaba, des– pertobon el interés de sus amigos, atroían o los ex– traños, y desconcertaban a sus antagonistas

Con todo probabilidad había en su coraz6n aban– donado los leyes, así como había abandonado la medi–

cina, aun antes de comenzar a ejercerla No seríto

muy tarde sin que descubriera que para practicar las leyes en las cortes de New Orleans se necesitaba te– ner un pellejo tan grueso como el de los médicos de los hospitales de París Una cerrada cábala de polí– ticos controlaba el gobierno municipal, arreglaba los elecciones escogía o los jueces, controlaba o los ju– rados, manejaba los llaves de las córceles, y hacían mofa del C6digo de Napoleón Los hombres adinera– dos de New Orleans habíon venido o términos con los

patrones políticos en la corriente forma financiera, pe–

ro hobía menos justicia y menos clemencia poro el ciu– dadano sin dinero que tenía que enfrentarse o lo auto– ridad civil En cuanto o uno serio administracián mu– nicipal, brillaba por su ausencia No había dinero pa-

-7-

Page 99 - lista_historica_magistrados

This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »