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que dispone el área cenfroamericana no se queden en manos de afesoradores, personas de consumos lujosos o empresarios de baja producfividad. Medianfe medidas de carác– ter fiscales, de carácfer monefario o median– fe nuevos atractivos, y educación se puede redirigir el ahorro.

Segundo

r

es necesario crear empresas

que puedan proveer un flujo normal en±Ie

ahorran±es e inversionistas a cosios raz;ona– bIes, conLo son: los bancos, las compañías

de seguros, las cajas postales, los fideicomi– sos y las oficinas del seguro social Necesi–

tarnos crear estos vínculos, esfos recRudacie–

ros, de los ahorros pequeños para que sean ésfos los que se inviedan.

Las financieras son las úHimas insfifu– ciones que han surgido que pueden operar claramente en esfe campo.

Tercero, es importante que exista un rá– pido crecimién±o en varios seciores, princi–

p"\lrnenfe el indusfrial, y que los empresa– rios reinviedan una gran parte de sus ga–

nancias en operaciones productivas.: En mu–

chos países -México es uno de ello~- ya se han creado incentivos tributarios de mucha impodancia mediante las cuales se tributa en forma diferente la ganancia que es dis– tribuida, de la ganancia que es reinvertida. Esta es una política que se debería adoptar

en el área cen~roarn~icana.

Finalmente, es preciso crear un

ambien–

±e favorable para la atracción de capifal ex– tranjero, sea indirecfo o direcfo, privado o público, de codo o largo plazo. Respecfo a esta política sé que aún los industriales cen– froamericanos en una reuI).ión de 8"rupo de trabajo han expresado distintos puntos de vista. DebelX).os, reppnocer que hoy en día es extremadamente difícil ver los países e¡x– portadores dl3 capifal tomar los mismos ries– gos que¡ tomaban en la era de los veintes o a principios de siglo. Admifamos que se han vueHo mucho más cautelosos dichos in– versionistas privados y que en la acfualidad la competencia para el desarrollo económico entre las áreas menos desarrolladas en todo el mundo, no nos permite ser demasiados descrimina±orios en seleccionar cuál capifal padicipará y cuál quedará afuera.

En el área centroamericana se está hoy en día compifiendo con los atractivos que se están ofreciendo en Africa, que se están ofre– ciendo en Asia. que se están ofreciendo en cualquier área que está escaso de recursos de capitales. Dichas áreas están brindando grandes opodunidades y no son solamente las áreas menos desarrolladas. Hay aún dentro de los países exportadores de capita– les, una gran lucha para la captación de di-

chos capifales in±ernamenfe para que no Se salgan. Por ejemplo, existen ciudades den_ tro de los Estados Unidos que están dispu_ tándose las industrias, ofreciendo además de

exenciones tributarias, concesiones como la.

formación de jardines industriales, donde las ciudades obsequian terrenos, donde se obse_ quian energía, agua y desagües a cualquier industria que quiera establecerse en el área.

sin discriminación. '

En algunos países se han creado puertos libres, que han creado fuentes de produc_

ción, es decir, airaer industrias para emplear

la mano de obra ¡ocal.

I

Esta es la competencia que estarnos ob– servando alrededor del mundo. Se está ha– ciendo cada día más reñida por lo cual hay

que tener mucho 6uidado, rn.ucho fino, en la

limifación que se le imponga al capital e,,– tranjero. Recuerden que la experiencia de los años de la post-guerra ha demostrado que el capital que entra tiene que tener una responsabilidad a~ área en que se ubique. Creo que no se le aebe negar la oportunidad de entrar. Una vez estando adentro, estoy seguro, y esto lo hemos visto aún con los in–

versionis±as tradicionales, que asumirán la

responsabilidad que la era moderna exige.

Así que estoy seguro de que en esta eta–

pa en que nos enconfrarn.os, de ahorros es–

casos y de un afán tremendo de acelerar el desarrollo económico, enfrentando la tasa demográfica más alfa del mundo, Ceniro América necesita fuede introducción de ca– pital de fuera del área. Consecuentemente. tenemos la obligación corno seciar privado de atraer al capital privado extranjero, ya que corno dije anteriormente, el capital que

viene a través de los organisrnos in±ernacio–

nales Se necesita principalmente para obra de infraestructura.

Ahora, para concluir, quiero apuntar la necesidad primordial de que mutuamente nos informemos sobre los titulas valores que tengamos disponibles, de crear dentro de nuestras propias empresas el deseo de que haya una distribución impodante de nueS– tros títulos valores.

Para formar un mercado de valores cen–

±roamericano no podernos seguir con favore·

cer solamente los amigos, los familiares, los conciudadanos sino todos aquellos en el Mer– cado Común. Si nos comprometernos a ha– cernos conocer primero por la forma de mo– vilizar nuestros capitales y después por los produdos que querernos exportar habremo,s hecho una gran contribución que nos beneh– ciará individualmente y por ende acelerar el proceso de financiamiento del desarrolla

económico cen±roaznericano.

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