This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »a que, al menos en las primeras 7tapa~, una considerable parte del ahorro dlsponlble o del ahorro que se puede obtener del exterior esté dirigida a tales inversiones, lo que hace que el Estado tenga prioridad en acaparar los ahorros. Por ejemplo, en Honduras has– ta Diciembre de 1963, el Banco Interameri– cano había realizado operaciones hasta por
17,500,000 de dólares, de los cuales 17 millo– nes estaban dirigidos al sector público y me– dio millón al sector privado. Ello viene a demostrar claramente este precepto de cana– lización en la etapa inicial del proceso de desarrollo económico, de dirigir los princi– pales recursos hacia el sector público para obras de infraestructura.
En los mercados de valores incipientes las obligaciones del gobierno son las que primero se vuelven negociables. Tales títu– los u obligaciones de renta fija se caracteri– zan por tener tipos de interés bajo, que des– afodunadamente constituyen el faefor más desalentador para la mayoría de los inver– sionistas particulares. En consecuencia, casi la totalidad de bonos gubernaYnentales es colocada por medio de instituciones finan– cieras, las cuales son a veces obligadas por ley para adquirir los mismos y a veces, co– mo estaba hablando anteriormente, los fon– dos de seguridad social, de la lotería, etc., son igualmente invertidos en dichos valores. Enfonces, dichos recursos, que pudieran ser cuantiosos, tienen forzosamente que estar cir– cunscritos a la adquisición de esos valores de carácter público. Si bien es lógico, desde el punto de vista fiscal, una tasa de inter~s baja no se ajusta a la realidad económica de áreas menOS desarrolladas donde el capital es es– caso y forzosamente su precio tiene que ser alio.
La limilada cantidad de valores o la au– sencia del mercado de los pocos que existen es otro obstáculo para el desarrollo de dicho m.ercado. Tal lim.í±ación, que no perm.ite a los inversionistas diversificar adecuadamen– te sus caderas. se complica por la costumbre de financiar nuevas empresas o ampliar el capital de las establecidas mediante coloca– ciones de valores entre familiares del empre– sario o deniro de un grupo reducido de cír– culos de amigos. Esta es por cierto la expe– riencia en este país. Dicha práctica limita no sólo el número de valores que entrarían en el mercado sino que disminuyen el nú– mero de inversionistas potenciales que po– drían operar en él. Este aspecto nos lleva a considerar el aspecto de liquidez que es importante en el desarrollo de cualquier mer– cado de valores.
El éxito de un mercado está medido tan– to por el volumen com.o por la frecuencia de las transaccioneS. Estas características están íntimamente relacionadas con el número y capacidad financiera de los que pueden ne~
gociar en un mercado de valores. Como ya dije, en la economía centroamericana no
existe un gran número de ahorrantes y tam– poco grandes ahorros. Esto constituye en– tonces un círculo muy vicioso, pues el nú– mero limitado de inversionistas ocasiona po– co movimiento en un mercado de valores y la falta de liquidez aleja a los potenciales inversionistas.
Hay otros problemas: el de la estabili– dad monetaria y económica. Hay que reco– nocer que en los úliimos años, tal vez en el úllimo siglo, un proceso inflacionario de ca– rácter crónico, ha bajado el poder adquisi~
tivo de las monedas de iodos los países del mundo. Para el inversionista experimenta– do este factor viene a reducir los atractivos de los títulos valores de rendúnien±o fijo, eS decir, los bonos, las céd'l.ilas hipotecarias, etc. Los rendimientos que podrían producir di– chos títulos-valores, aún cuando estos lleven alios tipos de interés, quedan anulados par– cialmente o iotalmente por la pérdida resul– fante de la baja en el poder adquisitivo de la unidad monetaria.
La improvisación inherente a las econo– mías poco desarrolladas hace que el proceso de creación de nuevas empresas sea más arriesgada que en un país altamente desa– rrollado; además, la vulnerabilidad cíclica asociada con las economías r(lonocul:toras o productoras de maJeria prima que produce fuertes fluctuaciones en la renia de fales paí– ses constituye oiro obstáculo a la esfabilidad y por consiguiente al desarrollo de merca<l.os de valores. ' Observemos que estamos en una etapa inicial de desarrollo industrial y a pesar del gran afán que se ha despertado en el área Centroaroericana, tenernos que recon,océr que fal vez el área es productora de mil, dos mil o cinco mil productos industriales; pero que es consumidora de cienes de :miles de pro– duetos y como tal, cada n'qeva empresa vie~
ne a enfrenfar dificuHades que no se presen– tan en países que han logrado ya una efapa de desarrollo mucho más avanzado, d,onde existen los recursos naturales que permiten suplirse de la materia prima o d!,! los ofros factores de producción que forzosamente, en un área reducida corno lo es Centro América no están disponibles y tienen que seguirse importando de afuera.
Como último obsfáculo, miremos el pro– blema del costo del mercado de valores. Es muy difícil operar al alcance del pequeño ahorrante un mercado de valores tal como existe en los países altamenfe desarrollados. La creación de valores a bajos precios viene necesariamente a muHiplicar los t¡;~bajos de emisión y financiamiento, y el correspon– dienfe costo de manejo de dichos valores de bajas denominaciones es aUo.
A pesar de este panorama algo pesimis– ta, hay muchas cosas que podemos hacer pa– ra promover un mercado. Las siguientes pautas han sido utilizadas con éxifo en oiras áreas; primero, que los pequeños ahorros de
-47-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »