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Los directores del Partido Conservador creyeron que semejante afirmación no' debia quedarse sin su debida desautorización, y el 28 de Enero aparece en

El Diaria Nicaragtiense un artículo bajo el título La des– mentida oficial en que se niega enfáticamente el ofre– cimiento de los votos, y se previene al Ministro Barrios de decir toda la verdad de lo sucedido (la desconfianza del Gobierno a los liberales) si no desautoriza las decla– raciones del Sr Gámez.

Dióse éste por ofendido contra Guzmán y publicó el Managua el siguiente aviso permanente

"Miente el titulado Coronel don Enrique Guzmán, redactor de El Diario Nicaragtiense, y miente como un bellaco y miserable que es y ha sido toda su vida, al llamarme felino horrendo y al desfigurar mis telegra– mas A la faz de Nicaragua y de todo el mundo declaro que el mencionado señor Guzmán es un co– barde vil y un asqueroso, y lo pruebo poniéndome a sus órdenes en esta ciudad y ratificándome en todo lo di– cho José D Gámez"

Guzmán contestó a estas injurias entre bromas y veras En un artículo que tituló con zumba Como

bufa un historiador, acosaba con sarcasmos de esta laya a su enemigo

"Mayor cuidado me inspira un alfiler que una tranca, y mucho más me mortificaban las groseras li– sonjas con que este mismo historiador me abrumaba en otros tiempos, que sus dicterios de hoy Todavía re– cuerdo con cierta vergüencita qUe, en Guatemala, me decia casi diariamente, que yo era el mejor adorno del Partido Liberal, y aun se me enciende la cara- cuando

mis amigos, por darme Soga, me hablan del champaglié nunca visto en Centro América que en mi casa se be– be Termina el histo6ador diciéndome que está a mis órdenes en Managua De esto me alegro, na porque tenga nada que ordenarle, sino porque quizás ahora se dignará escuchar la súplica que muy atenta: mente le hago, de que se sirva pagarme lo que me de– be, hace más de cinco años, por aquella fianza que tontamente le dí para F y M. Lacayo, de Granada cuando yo, aunque bellaco, miserable, cobarde, vil y

asqueroso, como he sido toda mi vida, era el mejor adorno del Partido Liberal, tenía champagne nunca visto en Centro América, y tenía sobre todo buenos lo:

nl0S para aguantar sablazos" :,

Mayor irritación causaron a Gámez estos sarcas–

mos y se fue o Granada o buscar cqmorra con Guzmán. Lo primero que hace es publicar en El Diorita de Carlos Selva, el mismo que boleó a Guzmán en 1880, un vio_ lento artículo titulado Ecce Hamo, en que, o vueltas de repetir que Guzmán es un cobarde porque no respondió su cartel de desafío enviándole los padrinos, explica que aquello deuda no la pagó porque las persecuciones políticas, de que ero víctima por compañerismo con Guzmán, habÍ'on arruinado su negocio

No satisfecho con este desahogo, el tres de Fe; brero, cuando Guzmán va al Club, Gámez le sale por una esquino, y encarándosele mientras hacía que se sacaba una arma de lo pretina, le dijo -Aquí está Gámez. ¿Me quiere?

-No lo ando buscando -replicó con calma Guz: mán, y no hubo más

74-' Se inicia la campaña antirreeleccionista de 1890

Guzmán se enardecia en la lucha a medida que se perfilaba más clara el peligro panterista El artícu– lo El Ministro Barrios y su órgano en la prensa del 14 de Febrero de 1890, acusa ya o don Modesto de dirigir un periódico pagado por el Estado, y de que ha pasado

01 liberalismo

Pronto principian las persecuciones El Dr Víc-tor Dubarry, redactor de La Estrello de Nicaragua, fue expulsado por extranjero pernicioso, tan sólo porque el diario que él redactaba se oponía a la reelección Esta medida violento hizo más daño Gobierno que los ar– tículos de Dubarry Por dondequiera se levantó un clamor de protesta, y la conmoción que produjo aque– lla violencia en un periodista muestra lo hondo que habí'o arraigado en Nicaragua el respeto a la libertad de escribir

Guzmán redacta en aquello ocasión unas breves líneas cuyo sólo titulo da la medida de su temple Gran escóndalo El panterismo se impone en Nicaragua Y a éste sigue otro artículo Una mancha en la bandera

Enérgicamente condena el extrañamiento de Dubarry por haber, combatido la reelección del Presidente Saca– so. Si la expulsión tiene por objeto dar gusto al dicta– dor de Guatemala, como Sé dijo, escribe Guzmán, "El lodo que al autócrata guatemalteco ha lanzado sobre los conductores del pai's, salpica de rechazo nuestra limpia bandera"

Después de hacer notar que La Estrella de Nicara– gua sigue como antes publicando artículos enérgicos

contra los planes gubernativos, pregul'lto "¿Qué ganó entonces el Gobierno con la expulsión del extranjero pernicioso? Pljes, tomo, no había de ganar! Ganó, nada menos, que las acerbas censuras de la gente sen' sato del país, los aplausos de los panteristas y la apro– bación de su poderoso amo el Dictador de Guatemala". A sus enérgicas imprecaciones, Guzmán agrega la mofa de su aguda sótira Cultiva entonces como l1un– Ca la gacetilla, y cada uno de aquellas articulejos que aparece en lo sección de Ecos del Día, es una afilada saeta que desespera al Ministro omnipotente Como

en La Reconciliación, periódico que desde el Ministerio inspira el Dr Barrios, se dijera que lo expulsión de Du– barry fue aplaudida a dos manos, el insigne gacetillero escribe

"Desde que don Modesto se metió a Iibertaldo, en lengua Iipertoldd tiene que hablor

IlConque "aplaudir

Q dos manos"¡ Sr Barrios?

Qué conservadores tan pícaros! Si hubieran aplaudi– do con una mano solamente, podría perdonórseles, pe–

ro con las dOS!1I

"Ya no extrañamos que el señor Ministro de la Gobernación, en un decreto de reciente fecha, llamara

estampillas los sellos postales"

Guzmán trabajó mucho como Director de El Dia– rio Nicaragüense A veces se retiraba de la redaeción pasadas las doce de la noche, En su diario íntimo anota "Me fatiga esta lucha periodí'stica en que m~

he metido"

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