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apoyo o gobiernos reformistas como ,el de Rómulo Be– tancourt de Venezuela y el de Belaúllde Terry de Perú, y o partidos pollticos reformistas como los que han prestado su liderato en el área del Caribe durante los últimos dos décadas y o los partidos 'democráticos cris– tianos que están surgiendo rápidamente como impor– tante fuerzo política en la América del Sur.

Serfa una equivocación interpretar el programa de la Alianza exclusivamente en términos de una revolu– ción social. y económico y no tomar en cuento el objeti– yo igualm,ente importante, de afionzar los conceptos de democracia polltica y de gobierno constitucional. Como dijo uno vez el Embajador Teodoro Moscoso, primer Coc¡>rdínodor Nortepmericano de la Alianza paro el Prpgreso'; "Los paises libres no se' desarrollan sólo con pon". El cultivo' d~ lino ciudadanía de primera clase, el florecimiento dé las instituCiones políticas re– presentatiyas y el logro de la reforma económica y social dentro de lo estructuro de lln gobierno constitu– cional son partes esenciales de la Alianza, como recalcó una v~z más en su discurso del '1 de Mayo el Presi– dente Johnson. Y el ingrediente indispensable para lo plena realización de los objetivos¡ tanto socioeconó– micos corno políticos, de la. Alianza es una buena direc– ción polltica Si ha habida algo preeminentemente digno de deplorar ace~ca de la Alianza durante sus tres primeros años de existencia ha sido que muchos de los países lotinoamericanos no hon conseguido producir

lídé~es poltticos hábiles y responsables. copaces de re– cabar apoyo poro los programas de la Alianza y de cieór instituciones polrtic!,s y estructuras administra– tivas copa tes de sostener y llevar a cóbo las modifica– ciones bósicos de la sociedad que esos países necesitan. Hemós visto variós cosos en que ha cesadó el régimen constitucional de gobierno porque 16 administración ha resultado inCompetente; en' otros, porque las frágiles estructuras constitucionales y los instituciones politicas nó tuvieron solidez poro resistir el asalto de grupos no constitucionales, usualmente encabezados par milita– res, decididos o ganar el poder Esta es uno situación que ha puesto o los qué formulan nuestro político en uno de los dilemas más delicados que se han presen– tado durante los últimos tres años. ,

¿Cómo deben tratar los Estados Unidos can los gobiernos que han ocupada el poder valiéndose de me– dios inconstitucionales? Naturalmente, nosotros no podemos determinar los tipos de gobierno que ocupan el poder en la América Latína No nos queda más remedio que cooperar con muchos de ellos, Pero de-Paro lograr la realización de los objetívos socia.les beriamos distinguir entre los gobiernos constitucionales y económicos de la Alianza tendremOS que prestar que siguen uno político progresista y los que ocupon nuestro firme apoyo o aquellos gobIernos y partidos a tiros el poder. Con esto quizás no logremos evitar paliticos que estén realmente dedicados a seguir el pro- la formación de juntas, pero sí podemos y debemos gromó de ésta y que se hayan comprometido a modifi- diferenciar o los dictadores de los demócratas, En car la anticuada estructura económica y SOCial del par... aquellas ocasiones en que tengamos que tratar transi– Aunque hay y continuará habiendo gran variedad de toríamente con gobiernos no establecidos constitucio– partidos y gobiernos, tendremos mayor probabilidad de nalmente debemos aPelar !' todos los medios de

v~r re.elizadas los objetivos de la Alianza y mejor ser- influencia paro ver restaurado el régimen constitucio– vldos nuestros propios intereses si damos un sólido nal de gobierno lo antés poSible. '

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decu~do porque supone un cambio inconsciente, no reflexionado, lento y gradual por naturaleza. Lo que se necesito es un cambio rápido de lo estructura, socio– económico, un proceso que puedo llamarse aceptado y precisamente revolución. Cuando s~ u,sa no como un lema' sino en su sentido exacto, lo polltlca de revolu– ción-pacifica en lo económico y social es una correcta caracterización del plan de lo Alianza. N~ debemos vacilar en asociornos o ella en lo América Latino, dé lo misma manero que lo hizo el Presidente Johnson en su "guerra contra lo pobreza" en todo el mundo cuando manifestó recientemente' "Si en estas regiones lo revo– lución pacifico es imposible, lo revolución violento será inevitable" '

En el ambiente revolucionario que existe en varios porses importantes de lo América Lati~a, los factores ideológicos son o menudo ton fundamertoles como los pr,ogromas de carácter estrictamente econámico.' Por eiemplo, me he fijado en que los gobiernos que han logrado mayor estabilidad político y progreso econámico durante lo posado década han sido los de los ,partidos de sólida ideologlo democrático encabezados por Be· toncourt, José Figueres y Múlioz Marln;'" Me he fijado también en que los dos movimientos politicos de más rápido florecimiento en los mayores por~es de Sullomé· rica 'son actualmente los de ideológí'a más intenso, el marxista y el democrótico cristi<;lno

Ambos están floreciendo, principalmente entre los élementos más jóvl¡nes, No debemos olvidar que lo mitad de los actuales hobitantes de la Amérita Latino no tienen todavía '8 (lf;ós, En uno conversación sobre la situación de lo América Latino que tuve con el dis· tinguido político venezolano, Dr. Rafdel Caldero, del Portidó Social Cristiano COPEI, lIegam'os O lo cbhélu. sión de que uno de los razones del florecimiento adual de su partido y de cltros del movimiento derilocr6tico cristiano de Sudamérica entre los grupos impacientes e idealistas más jóvenes, es que brindan lirio oltét'hotlva ideológico ante el marxismo, 4n enfoque integral,ante los problemas políticos, económicos y sociales de lo comunidad Sé qUe poro nosotros, norteamericanos pragmátícos, es difícil comprender por qué un latino– americano do o lo doctrino e ideología de un partido tanto importancia como o los medidos prácticos y espe– cíficos que éste recomiendo. Es apenas ahora que he– mos comenzado o dornas cuento de que lo base ideológico del comunismo, y no SU critico económico, es el principal atmctivo poro los estudiantes y grupos de personas instrurdos de lo América Latino Esto es . lo rozón por lo que el comunismo ganÓ terreno ~n lo

~niversidod antes que en los ba~ríos pobres.