Page 56 - lista_historica_magistrados

This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

HEl sueño es el alivio de las miserias de los que las tienen despiertas lJ

SUEtilO

RUBOR Y PALIDEZ

gran cariño a pesar de la fealdad qu13 lé~

airibuye, teniéndolos por correos o ehlácliS entre damas y caballeros, que reciben siem. pre por sus servicios regalos diversos.

Manifiéstase el sueño, necesidad fisioló_ gica, de muy diversa forma en los persortajeli principales de la novela. Don Quijote, tem' peramento nervioso, preocupadizo, sufre con frecuencia de insomnio, y además nene la idea que los de su profesi6n y oficio no de– beh dormir, sino pasar la noche en dulces pensamientos en relación con la prirtcesa de

sus sueños.

Para Sancho el deScanso es indispertsa– ble. Necesita dormir, donde sea y como Sea– y más después de darle unos tientos a la bot~

cargada con vinillo de Ciudad Real.

Don Quijofe que sabe de la' pereza dé Sancho, le aconseja: "Sea moderado fu SÚÉ!L

ño, que el que no madruga con el sol, no goza del día, y advierte, oh Sancho, que la dili–

gencia es madre de la buenaventura, y la

pereza, su contraria".

"Duerme que necesitas dOl"lTÚr", le di– rá en alguna ocasión, y Sancho no negará que "tenía costumbre de dormir cuatro o cin–

co horas las siestas de verano", pues "el filie'·

ño es alivio de las miserias de los que lé.l!

±ienen despierlas".

Mieniras Don Quijote dormita enfre el sueño y la vigilia, Sancho duerme y ronca

pierna suelta. "Está siempre más dispuestó

para dormir que pa.ra oir canciones".

Sólo se ve al Hidalgo dormir profunda– menfe en ires ocasiones: cuando la aventura de la Cueva de Montesinos, en Sierra MorenE\, cuando duerme al lado de Sancho tan pro–

fundamente que llega Gines de Pasamonte y

Se lleva al Rucio de Sancho Sin que amo ir

escudero Se den cuenfa, y al final de la no– vela, donde se menciona que dUl"lTÚ6 "mÍ¡! de seis horas" de un firón.

Que Cervantes tenía conocimientos mé–

dicos muy su,periores a su época, está pleri~­

mente demosirado, y buena prueba de elló Son la abundancia de observaciones qUe d;¡" notan sus lecturas de fextos hipocráticos citas

de Dioscorides, etc. ' '

El RUBOR como manifestacióri de una

e!",oción! d~tel"lTÚnada por urta vasodilafa.– clón penfénca, se manifiesta en Dón Quijote, Dorafea y el Cautivo. No s610 el sexo terne– nino es susceptible de presentar rubor s{tlb

también el masculino dependiendo rrtUdio

~46-

"Entrará a deshora pO! la pnel ta de la sula un feo y pequeño enano".

uEn esto de gigantes, hay difeumles opiniones

si los ha h'abido o no en el mundo"

GIGANTES Y ENANOS

Menciona Cervantes al gi¡;¡ante Goliat, fi– listeo citado por la Biblia, aSl como las osa–

~enfas halladas por aquel enfonces en la Isla de Sicilia, "tan grandes que su grandeza manifiesta que fueron gigantes sus dueños y fan grandes como grandes torres".

Siempre los enemigos de D. Quijote, de– lirios de su imaginación de psicópata Son gi– gantes. Así los molinos con miles de brazos, Malambruno, Pandafilando de la Posca Vista, quien a más de giganfe es esirábico, Morgan– fe, el mismo'Pierabrás, Caraculiambro, así lla– mado por la desmesurada anchura de su ros– iro, Briareo el de los 100 brazos.

Mieirlras a los giganfes se les asigna foda sueI1:e de maldades y acciones vituperables,

Él lbs enanos iráf!llos el autor del duijote can

ql,1e por ser muy gordo era muy pacífico", que coincide con el viejo refrán de que la "gula agranda el vienire y empequeñece el

cerebro".

También es gorda la mujer de Sancho,

Teresa o "Teresona" como por su gordura

quiere llamarla su escuderil esposo.

La misma Dulcinea es descrita por Cer–

vantes como "ésta que véis de rosfro aITlon–

dongado", es decir de rostro gordo, tosco, des– madejado, y en aquel otro verso cervanfino: "reposa aquí Dulcinea y aunque de carnes

rolliza" .

Torralba la pasfora era "una moza ro– lliza", y la palma de los gordos se la lleva aquel vecino de un lugar al que llegaron Don Quijofe y Sancho, que pesaba 11 arrobas o sea 275 libras, al que Santo recomienda per– der 150 libras para curarse de sus enfermeda– des.

La psicología de la obesidad está magis– tralmente señalada por Cervantes, quien aun– que nunca fue gordo, conoció a quienes lo eran, y supo de sus reacciones que iranscribe cO,n iodo acierto, sintiendo compasión por ellos pues no se cansa de dar consejos a fodo 10 largo de su obra para prevenir la gordura, que sabe que si es envidiable en sus comien– zos, más iarde cuando avanza se hace ridí– cula, para acabar inspirando lástima. Por eso su consejo a Sancho: "Come poco y cena

más poco".

Seguramenfe conoció Cervanies la artéc· dota que desde remofos fiempos Se afribuye a Hipócrafes, padre de la Medicina. Uno de los discipulos, observando la escasez de la diefa de su maestro, díjole: "Maestro, co– med más para fortaleceros". Hipócrates le confest6: "Hijo mío, yo como para vivir, y

no vivo para comer".

Page 56 - lista_historica_magistrados

This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »