This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »politica universal y la politica particular cen– troaInericana en el cual buscaba el Profesor las' cifras de 'la 'filosofia del Inte=acionalis– InO Centroa=ericano, insistiré sobre el Inovi– rn,iento de la pol\tica Inl.\ndial ,en el sigl~ XIX. El signo del Derecho Inte=aClOnal ha SIdo el equilibrio entre', potencias, pero sieInpre mo– vida, cada una de estas potencias, por la atn– bición de convertirse en la Superpofencia, Ese equilibrio se rompió estrepüosamente con la primera guerra Inundial. AInérica hizo la moción de fundar una sociedad de Naciones con Iniras l!l crear el superestado ordenador. La sociedad de las Naciones no se pudo cons– fituir, y vino la segunda guerra mundial. .En
Y<ill~a fue rematada la teoría del equílíbrio. La mataron Stalin y Roosevelt. Churchill fue solo testigo dolorido de la operación. Aquí aparecen las fuer"as fisicas, de que hablaba el Profesor, acumuladas en dos polos, o sean dos superPotencias: Estados Unidos y Rusia. La estructura del superestado constituido en las Naciones Unidas oscila en una balanza, en equilibrio por dos pesos más o tnenos equi– parados. Así está planteado el problema en la actualidad. Consideremos las soluciones posibles de tal sHuaei6n. Ouién cerrará nUe– vamente el teInplo de Jano? Lo cerrará Ru– sia? Lo cerrara Estados Unidos? Tendrá la hUInanidad cordura. para que lo cierre un organismo apoyado en las dos l!luperpoten– ci¡¡is?' Podrán vivir el oso y el águila dentro del esa gran jaula, aInansándose mutuamen-te con concesiones recíprocas? ,
No deseo considerar. la catástrofe de un triunfo defiIiilivo 'de Rusia. Ello significada la roina total de la civilización cdstiana. Per– rcltaseIne' fOInar COInO postuladc;:> el triunfo de 'Estados Unidos; La constitución y consa– gración de esa potencia a=ericana en el su– perestado ordenador, en la nueva Roma con influencia incontrastable dentro de los lítni–
~es de toda la humanidad. Demos por cerra– do el TeInplo de Jano.
'Pero antes necesito estudiar el de¡3arrollo del Derecho Inte=acional CentroaInericano. Trataré de percibir esa filosofía, que tanto in– teresaba al Profesor. CentroaInérica, por cir– cunstancias geográficas e histódcas, ha ten– dido a constituirse en un alter orbis, en vir– tud de un procesointerestatal, que ha dado origen a un Derecho Internacional de apli– cación singular'rnente centrqamericana. Las operaciones inferestatales de las cinco Repú– blicas han fenido el InovinUento, las contra– dicciones y las contingencias de una vida in– ternacional humana. Las repúblicas de Cen– troamérica han pugnado, enloquecidas por doIninar cada uria de ellas, el Inedio roto de su nacionalidad Original. Las intervenciones Inutuas han sido frecuentes y sangrientas. Los Trafados dé 'rlaz se han sucedido sin nin– guna eficacia. lla habido combinaciones es– peciales para formar las que se han llaInado Repúblicas Mayores, que es algo parecido a lo que se 11aIno en Europa la Santa Alianza,
pero COn signo liberal. Pero el alter orbis centroaInericano ha carecido de fuerzas para constituirse en una entidad respetada. Ade_ más, ninguna de las cinco repúblicas ha te– nido sobre las otras una superpotencialidad ' capaz de iInponer el orden.
El alter orbis centroamericano, desde sUs tieInpos coloniales, ha existido con la zozobra producida por una vigilancia codiciosa de pó– tencias exteriores. Todas las agresiones con– tra la Madre Patria repercutieron dolorosa_ Inente en Centroatnérica. El mar Caribe fUe el escenario de la lucha tnarífitna entre Es– paña e Inglaterra. La piratería interrumpió constantetnente el desarrollo de esta provin– cia, que era vulnerable por las largas costas de los dos grandes Océanos. Las posibilida: des del IsÍIno para la construcción del canal interoceánico, fueron las fuentes de nuestras Inás grandes inquietudes. Centroamérica sé independizó con su solar Inenguado por la ocupación inglesa de su Cqsta Atlántica. Des– pués de la Independencia, Centroa=érica se ha visto precisada a concurrir a la organiza– ción del Confinente con todas esas iInperfec– ciones propias. La lucha entre Inglaterra y los Estados Unidos recayó también especial- ' Inente sobre CentroaInérica. Inglaterra con' Inira de conquista, de conformidad con las tesis europeasl y los Estados Unidos a la de– fensiva de la organización del Continente, co- ' mo una grande entidad geográfica en donde, se debía operar con nuevas formas de polili- ' ca internacional, con tendencia a la libertad ' e igualdad jurídica de los Estados.
En tres direcciones ha tenido que Inar- ' char CentroaIné~ca dentro de ese complicado , proceso. La prlInera es la que le llevaban a;' conseguir el definitivo establecimiento de Su ' alter orbis, por Inedio de relaciones cada ve~
Inás íntitnas entre sus' propios Estados. ' 4:
segunda, le lleva, en cinco cauces separados. a la afluencia de la corriente Inayor, Pana- '
rnericana, para formar un gran organismo
Continental. La tercera es la de sus relacio–
nes con las naciones europeas, con las cua~
les hacia todo su cOInercio de compra y ven– ta, y con España el trato de desenvolvimiento, de su cultura. '
Del constante tránsito de estas tres direc- , ciones Se produjo la actividad jurídica sui gé- ' neris de un internacionalismo complicado, agitado y a veces vehemente.
Resultaria un capítulo muy largo en este trabajo, si me pusiera a seguir a Centroa=é– rica en su marcha sobre estas fres direccio– nes, hasta llegar a la encrucijada del mundo, actual. Procuraré resuInir mis observacio– nes. El movinUento unionista de las cinco repúblicas no fue de pasos concertados. No se tornó un camino de aprqximaciones tran– quilas, sino que se violentaban las cosas con procedimientos bélicos, que ferIninaban en una mayor dispersión. Por la veheInencia de esa política, no se dieron cuenta los go– biernos centroamericanos de las graves cosas
-32-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »