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or Barrios, yo ~ra liberal furibundo, como lo prueban

~is tristes Y célebres obros yo era admirador de Ba– 'os porque lo creía la encarnaci6n genuina del libe–

r~lis;"o Fui a Guat~mala s610 por tener el gusto de

~onocerlo Barrios me recibió con los brazos abiertos,

pero cuando vi puestos en práctica por él de la manera más salvaje los principios de mi credo liberol, compren– dí toda la perversidad de esos errores, y me eché en brozas de la Iglesia Católica, que es la única que da y puede dar la verdadero libertad".

59 - Se cumple la profecía del General Zavala (1885)

Guzmán no se deja subyugar por mezquina pa–

sión cuando la calumnia hiere o su enemigo, al con–

traria, se irrita contra tan bajo proceder y defiende a los que le tienen en el exilio.

IIViene Gámez a contarme --escribe en su Diario

el 19 de Agosto- la historia de una corto de Cárde– nas (cuyo original pretende que está aquí), corta por la cual se compromet~ éste o no entrar en arreglos de canal con los americanos si Lesseps le da 25 millones de .francos Parece que lo Compañia de canal hizo la propuesta y Cárdenas la aceptá Yo no crea nada de esto ha de ser uno maligna invención" El 23 del mismo mes escribe '''La Estrella de Guatemala" en su número de hoy (NQ 10) publico un artículo titulado

"25 millones de francos Nicaragua y el controto de Canal", que envuelve terrible acusación contro Cárde– nas, de quien publica una carta El redactor de "La Estrella" (Hollander) es un yankee\ tunante La ca– lumnia contra Cárdenos no puede estor peor fraguada Sospecho. que J D Gámez ha intervenido en esto in–

famia"

Guzm6n no se conformó con consignar estos fra– ses de su condenación en un manuscrito que no estaba destinado a salir a luz, ayudó a Zavala a desvirtuar la calumnia por la prensa, mientras el General acusaba al diario de impostor onte los tribunales de justicio El J Q de Septiembre regresoba o Nicaragua la legación que presidía Zovolo, y ontes de partirse pro– metió a Guzmán que en Octubre, a más tordar, se do– ría el decreto de omnistío en fovar de todos las emigra–

dOS Guzmán quedá sumida en honda tristeza La añoranza de su hogar y su patria, la consideración de que padecía destierro por uno causo que ya no era la suya y antes bien le inspiraba antipatía, motivaban este désolamiento

Los comporaciones establecidas entre los gobier– nos conservadores de Nicaragua y los gobiernos libera– les de Guatemala le hicieron comprender que al entrar en la politica se había equivocado de puerto Más tarde, cuando ya está en Nicaragua en 1886, escribirá a Rigaberto Cabezas entonces en México "La prisión de Santa Catarina (donde estuvo Rigoberto detenido

~n Guatemala) fue mi camino de Damasco ahora apechugo con todos los calificativos odiosos, pero no consiento que me llamen liberol"

Desde aquella fecha su firme voluntad fue recti– ficar sus error<;:s políticos y religiosas, hasta lograrlo plenamente. A este propósito referiremos una anéc– dota sucedida pocos años después de haber regresodo a Nicaragua

Cierta tarde en el Club Social de Gronada, el Ge– neral Zavala recordaba o Guzmán lo profecía que le hizo en Europa Que se haría conservador cuando mu– rieron don Pedro Joaquín Chamoroo y don Anselmo H. Rivas y con ellos desaparecieran sus rencillas persona– les

-Ya ve -agregá Zavala- cómo se cumplieron mis predicciones aun antes de tiempo Ahora es Ud

cacht,lreco

--Se equivoco, amigo Zavala -contestó Guz– mán- Yo no soy cachureco ¿Sabe Ud par qué? Porque el cachurequismo todavía tiene ribetes de libe– ralismo.

En confirmación de esto encontramos en el Diario

de Guzmán, fecha 16 de Noviembre de 1893' "Vaya casa de Zavala encuentro a éste conversando con D Pedro Rafael Cuadra, quien al entrar yo me dice que de mí hablaban decían que "no había cachista más refinado que yo" Les contesté "No soy cachista, porque el Cacha es demasiado liberal"

60 - Vida apartada y quieta (1885-86)

El dos de Octubre de 1885 sale Guzmán para San Salvador, visita al Presidente Menéndez y consigna su juicio en el Diario como tenía por costumbre El go– bernante solvadoreño le hace mala impresión lo en– cuentra sencillo y escasa de entendimiento

Menéndez dio o los emigrados el apoyo ofrecido para derrocar o Cárdenas Fue esta la invasión que vino a fracasar en Sotoca Encabezábanla y dirigían–

I~ Mariano Salozar y José Dolores Gámei. Quisieron estas organizar un gabinete compuesto de don Francis– co Boca, el General José Bonilla y Enrique Guzmán, pera éste no aceptó, dispuesto como estaba a no seguir militando en el Partida Liberal, y porque vio que, con Jefes coma Gámez a quien consideraba un atolondrado, y Solazar, entregodo al vicio de la bebida, la expedicián Iba al desastre

Esto y los antecedentes de Guzmán en Guatema-

la, aumentaban la desconfianza contra él, en tanto que sus amigos hacían partí'cipe de ella al Presidente salva– doreño Llegaron hasta acusar a Guzmán de agente del Gobierno de Nicaragua, y a inculparlo del desastre de Sataca, diciendo que había dado parte de él a Cár– denas Todo esto era falso, naturalmente, porque, debido a lo misma desconfianza yola franqueza con que Guzmón había declorado sus nuevas ideas, su co–

I respondencia era violada y su persona objet.o de es– tricta vigilancia, pero había que echarle a alguien la culpa de la derrota

Decidió largarse de El Salvador, y se embarcó para Costa Rica con la esperanza de que, 01 pasar por Co– rinto, se! le permitiría entrar a Nicaragua En Ama– polo, discutiendo con el Lcdo. Zurita, Guzmán le de– claro que ya no es liberal. El 26 de Noviembre llega a Corinto o barda de "El Honduras", pera las autor ida-

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