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Debajo de la cama sacó una caja de cartón, llena de los famosos pajaritos de papel, que él doblaba há–

bilmente, dueño de una anatomía graciosa que iba

desde la pajarito de papel, del tamaño de un grano de arroz . hasta el elefante y el dromedario, el cocodrilo yel lirio ,

La Zoología, el libro de lo Naturaleza, ero para

este hombre, una geometría que miraba más el anda–

míoje de cado cosa, que la envoltura atrayente Como el diamante brilla por su corona de triángulos lumino–

i5os, así, buscaba Don Miguel, polígonos, ángulos

l fuerzas en los dobleces del papel En uno geome– tría del espacio, provocaba la luz y la sombra de lo piedra preciosa, en el carapacho arquitecturado del megaterio, en el envoltorio de la orquídea de sabias plegaduras, en el orangután más humano que animal

Pero el mundo es un crucero de caminos y,

pon Miguel de Unamuno, llegó uno mañana a París, evadido de Fuerte Ventura -isla ofl icana- donde le había recluí'do un insensato y bien grotesco gobierno, de un grotesco jefe

Esa misma mañana corría yo, emocionado, al

humilde hotel, en que se hospedaba el Maestro de Sa– lamanca y de las pajaritas de papel

Don Miguel tenio un peculiar aspecto y una en– voltura exterior que él se habio inventado Don Mi– guel ero perfectamente distinto o todos los hombres mucho vida y mucha muerte

Tenía un traje y un sombrero que solamente él sabía llevar con desap, ensión, yo diría, elegantemente Su barba en fleco, hacía un reflejo de plumilla blanca a sus anteojos, y le daba un aire familiar o la lechuza griego Había una verdadera coqueterí\] en lo simpli– ficación que había hecho de su traje negro, en su apa– rente aspecto raro y casual

Recip, simple, ancho, alto, tenía Ja apariencia de

una torre bien plantada, con sus pájaros y sus muchue– los, con cantos y graznidos ..

Arturo manejaba el complot amistoso, de salvar

mis dibujos, tiernamente me inculcaba fe en la vida incierta

Inolvidable amigo que,.al 'revés de Homlet, con– templador de las formas vagas de los nubes del negro cielo de Dinoll101 ca, destocaba boja el encendido sol nuestro, el primor de lo hiel ba, el insecto de colores, el luto del zopilote Sentía nuestra vida mínima, tibia

-.-como un Son Francisco sus "Florecillas" y pasaba ¡:ado pequeño cosa nuestra- como diría el Dante

_"por el lago de su corazón"

Don Miguel escribió un gracioso "Tratado de Co– cotología" paro explicar sus pajaritos de papel En el capítulo llamado ETIMOLOGIA, registra teorías, y va hasta el Génesis, (Cap 11, versículo 19), cuando Adán

dio nombre a los animales, y tomó "posesión intelectual

de los cosos 01 nombrarlas'l

Unamuno filólogo tenía por los palabras la mismo inquietud que por su arte cocotolágico, les buscaba los huesos constitutivos, la construcción esencial.

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Ambrogi sabía mi devoción por Don Miguel.

Mi primer encuentro con la opariencia física de

Don Miguel de Unamuno, fue justamente aquí en San Salvador

Nuestra Arturo Ambrogi, había recortado una caricaturo de Don Miguel hecho por Borgorío, maestra

de la caricaturo¡ Como su amigo Unamuno, sentidor de

Espoña

En aquello época, 'eí'a yo, escondido, ante el ojo benevolente del Director de la "Librería Universal" -Señor Kouders- los muchos libros de la "Editorial

Renacimiento lf

,

de Madrid, con el compromiso de no

co, tarles las páginas!

Así mis ojos, mi mirada, mi alma, se encontraban

en los posturas y ángulos más difí'Ciles Me metía en el acordeón de los pliegues de las páginas cerrados, como quien desciende en un embudo sin fondo

d A~ur~~codo, inmóvil, leí el "Sentimiento trágico

e lo Vida ,de Don Miguel de Unomuno

El esperpento, el espejo de Valle Inclán es un reflejo que castiga y es también uno luz de perenne bel\e7a

En su afán moralizador, todas van a quedar cla–

vados para siempre, como entes de mamarracho No

hay risa, todo es mueca y gracejo Estos destartala– dos fantoches son los males de España

El final de su abra, "El Ruedo Ibérico", es el tablado nocional con luz y sombra -como en la tau– romaquia emboucodora- con plasticidad y policramío -lo vida y lo muerte esperpénticas- españolas des– cienden o lo plaza trágica a exhibirse ante el deforma– dor que es Don Ramón

Su ojo -la flor de su lacura- tiene la revelación d la luz deformante de'esos espejos Valle lnclón,

en cólera esperpéntica va o cambiar todo, en una

c~eva forma literaria modelará su mundo, reflejando nomo los espejos del calleján, una indignidad plóstica,

~ero de magnífica disciplina estética

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La doctrina estrafalaria, la sabemos por un diálo– go de dos personajes de "Luces de Bohemia", el poeta Max Estrella YDon Latino

Dicen "El esperpentismo lo ha inventado Gaya Los héroes clósicos han ido a pasearse por el Callejón del Gato!"

_"Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética siste– máticamente deformada

. "Las imágenes más bellas en un espe jo cóncavo son absurdas Pero la deformación deja de sedo cuando está sometida o una matemática perfecta Mi

estética actual es transformar con matemática de es–

pejo cóncavo las normas clásicas. Hay que deformar lo expresián en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de España"

De una desesperación, de una angustia nace el

nuevo arte del JlEsperpento"