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"Pálida flor de léI locura con normas de literatura!"

Dan Ramón se doctoró en la "Universidad de la

Vida Jt

, am recibió las "borlas Honoris Causa ,

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Entre las calles del Madrid de Valle ¡',c1án _la de la Cruz y la de Gorguera- se estira el Callejón del Gato Una ferreterf:a ha colgado para detener el

paso de fas transeúntes, unos espejos cóncavos y con

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vexos, uno alarga, descuartiza la figura, el otro, lo! redondea, la achata grotescamente

Es fácil imaginar a Don Ramón, paseando .-sin

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agimía- entre los espejos de la ferretería, pOI que é!,

era físicamente esperpéntico, mientras luda como el

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decía, la

En su último encuentro con México, lo encandila

el negro pintoresco de la lucha mexicana, entonces

escribe "Tirano Banderas, novela de tierra caliente"

Decía, explicaba

' ' 'El TIRANO", se llama SANTOS BANDERAS

Santos, es la teología, Banderas, la milicia

Santos Banderas, es la l/máscara oscura" de dis

tintos parecidos en la historia sombría de América la Novela, es la protesta contra lo falsificación de la dignidad humana, en solfa de humor y sátira Esta novela de esperpento, es un dragón de palabras justicieras que devora con mandíbulas de co

ricatura a los protagonistas de "tierra caliente"

AMERICA lo fascinó "Y me fui a México,

porque se escribe con X" repet~1a

En la "Sonata de Estío", Valle Inclán viene a dar a Yucatán como héroe galante que naufraga en fraga– ta inverosímil Bajel de calentura poética -corno decía Cervantes en "El Viaje al Parnaso"- de popa a

proa toda de versos fabricada

Yucatón le enreda la sensibilidad y la literatura, con hüipil y rebozo de colorín Nuevo Chateaubriand,

con melena en la quijada, descubre l/la selva americQ~

no" en la palmera, el tíburón y la esmeralda volante de los loros

Entre pirámides, zopilotes y espadas de mailuey,

entrega su corazón a América

Su repertorio verbal tiene la exageración y el en– cantador enredo del jeroglífico Maya

En l/Las Comedias Bárbaras", su pupila descubre un panorama mostrenco¡ con algo de enterramiento

del Greca

a) las SONATAS, son abultamiento de lo lindo

de lo refinado, deformación de remilgo, caricatura d~

lo precioso

b) las COMEDIAS, son hinchazón psicológica,

con atribuciones físicas de horror, son caricatura:; de

esttemecimiento y angustia

de lázaro, el cuello de pana escariata sobre sus hom_

bros, le corta el pescuezo, entonces es Jo cabeza del

Bautista chorreando el ramo de sangre Don Ramón reviste grandeza funeral

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Altos del "Hotel Regis"

la ventana recorta ciudad y cielo mexicanos r arres y cúpulas pican las nubes Rojo y amarilla se descuelgo el crepúsculo Lejos viene IQ noche con lu– na redonda

la cortina descolorida del cuarto, hace teatro del ambiente y de la figura de Valle Inclón Hay una mesa con botella de tinta negra y revuelo de papeles

escritos

E¡n un canapé colonial con olas de molduras y es– paldar color de sangre terciopelo, está recostado Se

estira en huesos delgados, su cuerpo dibuja un trián–

gulo escaleno La cabeza rapada, como cepillo, que– do en lo alto del mueble estrafalario la mano de

hueso, en contracción de cangrejo, peina su barba

desteñida

Repentinamente en movimiento mecánico se pone

vertical y se enfunda en el envoltorio de la capa espa-ñola. Su capa es cOrtina y catafalco, mortaja negra

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Don Ramón tiene aspecto de ciprés funeral con una sola ramo, su sólo brozo

Al incendiarse en solilóquios se le encolabrina la

manga vacía, al revivir el muñón, se separa del cuerpo

de luto del estafermo, vuela la manga, y, Don Ramón

la agarra, la tira -con su única mano-- Como cuerda

del telón de su propio espectáculo

la figura física de Don Ramón del Valle Inclón y Montenegro se despega, se desliza can pies de pluma

en el laberinto de mi recuerdo, camina, atraviesa zo–

nas, tiempos distintos, corredores vacíos Viene

ladeada, iluminada por luces cruzadas Ente fosfo– recente se enciende en fuego fátuo, deja las penum– bras, y, al fin, las astillas de la luz mexicana la fijan con clarídad de espejo, y, empujan a primer plano la

Visión barroca de Don Ramón, lo sacan de mi sueño

antiguo y me lo entregan cOi póreo, en sacudimiento

de resorte

Ya lo tengo, vivo, en la mañana del primer en– cuentro -Avenido Juárez, umbral del IJRegis"_,

plantado, oblicuo, en hipotenusa, garabato-cariátide liosteniendo su prOpia apOl ición

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Don Ramón del Valle Inclán, fascinó mi adoles– cencia, yo, acababa de jugar las cartas de la vida y había llegado a un México magnífico, ardiendo en fer– Vor justiciero, el horizonte estaba en llamas la vida también

Don Miguel creá la NIVOlA, Valle Inclán, el ESPERPENTO Ninguna de estas palabras, significan nada, es decir, estamos en las fronteras' del Dis– parate

T rotaré de traer aquí a estas exagerados que

inquietaron mi vida, los buenos ángeles me llevaron,

empujándome con sus alas¡ a tener relaciones con ellos,

el víentecillo ligero que da el humor me hacia tolera– ble a sus exigencias de hombres encendidos can las me– jores llamas del arte

Hoy, ya idos, los contemplo can gratitud, con

amor y con fervorosa admiración a su obra