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úlfimo de su patriofismo ascendrado
Lo vemos en esas carlas descorazonado por los fracasos, y con el propósifo, al parecer firme, de consagrarse sólo a labrar la felicidad y pros– peridad de El Salvador, pero pasada la impre– sión del fracaso, y sobre iodo la que le produce la incomprensión de esíos pueblos, que declaran que la luz no es luz, sino tinieblas", COnlO reza una de sus expresiones líricas, vuelve a las an– dadas y ve con entusiasmo la candida±uI a de don Fernando Chamarra en Nicaragua, porque Hene fé y confianza de que, llegando él a la Pre– sidencia, se podrían unir El Salvador, Honduras
y Nicaragua, para fannar una Unión Modelo, que airaería a las demás más tarde, a la vista de sus ventajas
Cada vez que helnos leído esias carias, no nos ha sido posible evitar un pensamiento sobre las historias escritas de las naciones, diciadas a
lo que parece, tnás por los prejuicios, que fueron los pretextos de acciones poco dignas, en su tietn– po azaroso y apasionado, que por la serena ver– dad de los principios o móviles de los hotnbres
y nos hetnos dicho; I Qué distinta se escribiría la historia, si se tuvieran en cuenta, al escribirla, los íntimos pensamientos y sentires de los agen~
tes activos en el devenir histórico de un pueblo, sin los prejuicios desviadores del el iterio del his– toriador! Es 10 que me ha pasado a mí con el Capitán General Gerardo Barrios, Presidente de El Salvador, de quien los prejuicios lanzados a rodar contra su persona para justificar una gue– rra injustificable como la que le hicieron en 1863 Carrera y Marlínez unidos, presentida por él al
~ponerse con tanfo empeño a la reelección de Marlínez, me habían hecho formar de él un con~
capto disfinto, como de un hombre funesto eil Centro América, de espíritu revolucionario con ribetes de impío, se me transformó en afro, en presencia de esas carlas que tne llevaron, al en~
contrarlas en. los archivos de familia, corno un hallazgo histórico precioso, al estudio del hom– bre y su polífica, y tras el aprecio que su histo– ria y su marlirio me han infundido, he venido a formular un juicio enteramente opuesto, que co– loca al Presidente salvadoreño Capitán General Gerardo Barrios como un gran Gobernante, en toda la extensión de la palabra, que si pereció en la contienda que su carácter y sus ideas avan– zadas provocaron, sin quererlo, por el contraste que ofrecían a las puerias de un conservadoris– mo estático, y caducante, incapaz de ponerse sin apariarse de la tradición, a la altura de la época, que pedía a gritos evolución vital, fue porque aun no estaba preparado el ambiente público para comprenderlo
La posferidad ha exaltado a Gerardo Ba–
rrios, como uno de los corifeos del liberalismo centroamericano I yo no lo coloco en esa catego–
ría; después de leer sus Carlas, y estudiar su vi– da en el poder, aun en su conflicto con el clero, no vacilo en calificarlo como un verdadero con~
servador, que comprendió que en la evolución al sol de la Libertad, estaba la conservación mis_
ma del orden y la paz de Ceiltro América, fina– lidad que ha dado el nombre conservado&' a la agrupación de hombres amantes de la liberfad y
el orden, sin los extremos odiosos del jacobinismo radical y del conservadorismo clerical En el medio se halla siempre la virlud, y la virtud en política está en el espíritu de liberlad que debe amparar la adción tnoralizadora de la Iglesia Ca– tólica y un Esfado acatador de la moral cristiana,
y garantizador de esa libertad
APENDICE
CONVENIO DE SAN MIGUEL Y PROTOCOLO DE GUATEMALA
Para completar el llcnsamicnto desarrollado en el Estudio de Interprctación Histólica con que he acompa– ñado la publicación de las intel(~santcs y rcveladOl as cartas inéditas del Gl al Geral do Bal rios, Presidente de F;l Salvador
8 los comisionados de l\1artínez, Genclales Máximo Jerez y Felnando ChamOlro, proponentes del plan de Unión Centl oamel icana, fl acasada ante el sepa– ratismo del Gobielllo de CalrCla, en Guatemala, Cleemos conveniente agregal le, como apéndice a ese estudio, los siguientes documentos, que le sh vieron de antecedente a
lq. Misión de Jelez y Chamono, o sea el Convenio cele– brado en San Miguel entre Jelez y Bardos. y el Plotocolo de Guatemala, en que se cOllsigllalOn las discusiones y doctrinas de las delegaciones de Guatemala y Nical agua. en las confel encias celebradas en Guatemala, en Septiem– bre de 1862. lIcIas aquí:
1
Managua. Junio 19 de 1862.
Mi estimado SCñOl:
Mi amigo el señol Geumal Jelez se ha dignado con– f,arme la última calta de Ud. que lecibió en esta ciudad,
y me ha informado de sus anteriOles, todas lllUY decidi– das en favor de la causa de la nacionalidad; causa por la cual, como U. sabe muy bien, he sido yo muy entusiasta.
y a la que he consagrado, sin fl uto por desgl3cia. mi tiempo y' mis tutbajos, cuando me ha toca(lo alguna pe· queña intervención en los negocios lJúblicos
U que me conoce desde joven. sabe que ni contra mis maYOles enemigos mantengo odios, ni lesentimientos y mucho menos, cuando ellos habajan en favor de la buena causa Por eso fácilmente transigí con el Licen– ciado Dueñas, cuando en 1856 fuí, de acueldo con U. y el General Cabañas, a hablarle pal a que 1 econociese a un tiempo al país amenazado por el filibusterismo, y al pal– tido liberal de Nicaragua que corría mucho riesgo.
Abuzando U con tanto entusiasmo la causa de la nacionalidad, me he sentido. pues, movido a escribirle la plcsente, no pala excitarlo pOlque su conespondencia lcspira mucho calor en el asunto; sino para asegUlarle la buena disposición del señor GenClal Martínez, y de todo Nicaragua, casi sin excep~ión; cleyendo que U no tiene motivos lJala dudal de la sincelidad y buena fé con que yo debo hacelle semejantes aserciones.
El señor General Mal tínez goza de mucha opinión en Nical agua, sin distinción de pal tidos, y unido con el señor Genetal Jelez, todo lo puede hacer en este país; y
sin resistencia dispondl ían de sus 1 CCUlSOS y elementos, pala sostener y hacer triunfar, aun más allá de sus flOn– telas. si fucla necesario, la causa de la Nacionalidad, única espelanza de vida para cstas débiles y miserables lepúblicas.
Los Genela.les Mal tínez y Jerez como hombres dc h01101 y dc mucho patriotismo, no dude U. que plOcede. rán en todo con lealtad, y que ambos oblando con U. de acuerdo bajo una confianza bien establecida. harán glan-
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