Page 123 - lista_historica_magistrados

This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »

El nombre de Barrios, como caudillo liberal del Unionismo Centroamericano, nos irae al re.. cuerdo el de afro caudillo liberal de parecidos arrestos ceniroamericanistas, el guatemalteco Ge– neral don Rufino Barrios, que en 1885 decretó por sí y ante sí, sin consultar a los demás gobier~

nos del Ishno, desde su propia sede de Gobierno Autócrata, la Unión de Centro América que rea– lizaría por la sola fuerza de su espada. No era esíe segundo Barrios, ni podía ser el llamado a

forjar la Unión, reduciendo por la violencia a

viva realidad histórica el hennoso Ideal, porque en su actuación de gobienlo, pecaba n1.ás que s~

homónimo, el otro Barrios, de radicalismo anti– clerical, opuesto en un todo a la conciencia vital de Centro Arnérica, amasada por una tradición profundamente católica, de la que no se puede prescindir en una construcción político-práctica, ancha basamenta, en que debe apoyarse el vasto edificio de la Unidad Nacional Centroamericana para que sea consistente y duradero. Y sobr~

esie pecado original de Rufino Barrios, que lo descartaba. para ser el Mesías milüar de este gran ideal de la Unión Centroamericana, fenía además oiros graves menoscabos en su contra, su propia aufocracia con que oprimía a su pue~

blo y el menosprecio con que, enorgullecido, mi~

raba a sus demás colegas en el gobienlos de los oiros Esfados, que deseaba sujetar bajo la mano férrea de su dicfadura, y a quienes no tomó en cuenta ni consultó antes de dar el paso que fra_ casó en Chalchuapa el 2 de Abril de 1885. Ge~

rardo Barrios no había procedido así, ni fenía en s1;1 cC?n.tra el sino de~ despotismo, aunque en -el eJerCICIO de su autOrIdad se pudiera propasar a veces, de su legítimo derecho. Consulió anfe~ a los gobiernos, fonnuló sus planes de unión, los consultó con fodos, y si fracasó en su jusia de~

manda no fue por su culpa De oiros son las responsabilidades. En cambio, en el caso de Ru~

fino Barrios toda la responsabilidad de su fracaso le corresponde a él solo, haciendo con BU acto más lejana que nW1ca la hasta entonces nece. saria Unión.

llamados al fracaso, en los perfurbados arnbien~

tes de la conciencia social cafólica de Centro América Se perdieron los rumbos tradiciona– les, gastando energías preciosas en combatir cos~

tumbres sanas y seculares, con que no hicieron más que precipüar la vida polífica en la vorágine revolucionaria, ocasión de nuestra ruina Ese había sido el gran pecado de Morazán, que en– contró su castigo en la disolución de la Federa~

cién, a manos semisa1vajes del Indio de MUa, reducido a mejores ténninos por el conserv~tismo

guatemalteco que lo hizo su caudillo y lo pre_ mió con la presidencia vitalicia de Guatemala, en que se convirHó en la espada del separatismo vencedor.

Irungaray, enemigo polilico d~ Carrera, e~ cUél;l instigado por los dociores Duenas y Zalc:lana PI– dió al Presidente de El Salvador lo reflrara de aquel puesto y como Barrios se negara a satis– facer aquella' pretensión, "La ,Gaceta", periódico oficial de Guatemala, reclarnó con acritud, con– tesiando la prensa salvadoreña en términos la..

les, que la guerra se hi~o inevia:abl.e". Quiiad el pelsonalismo de enrnedIo, la enemlsta~ ?-E; Carre:– ra a un hombre, y la guerra, que sacnfIco a mI– les se habría evitado No es ésto el colmo de la desgracia'?

y Marlínez, de Nicaragua, áPor qué se unió a Carrera contra Barrios'? Ya vimos cuánto con– tribuyó a esta acfitud bélica la amistad personal de Barrios con Jerez, sin la cual se habrían evita– do tantas desgracias Ya lo dijimos: "Jerez es capaz de iodo, pensaba Marlínez, y al irse a El Salvador es que prepara una revolución. Prep?-– rérnonos para el evento y a la guerra, que SIn ese prejuicio no habría eslallado, fue creyendo defender la silla del poder de la que lo ;luería arrojar por la violencia su adversario Maximo Jerez Pero a El Salvador iambién fueron, por tan iriste motivo, muchos nicaragüenses, emigla– dos o en son de guerra, y se mezclaron con. sal– vadoreños, así como iambién los guaiemaliecos, quienes, con su intercambio forzado, sin pensar– lo, preparaban los futuros cauces de la hasfa ahora problemática Unión Ceniroarnericana. echa– da a perder por la políiica de aislamiento que triunfó al cabo por encima del abrazo bélico fra– fernal, paradógicamente contenido en las gue– rras

En Centro América, se iniciaron las mismas vías históricas de unificación, que lograron éxito seguro, con trascendental. oportunidad, en el Con– finente Europeo, más fraccionado que nuesfro pe– queño ishno Europa fue la acaparadora de la historia de la Civilización hasta el descubrimien– fa de América, que le arrebató, de un salfo admi~

rabIe, ese privilegio, entrando con ella en COIn~

peiencia, con mejores destinos hisióricos, frente al porvenir. En sus enseñanzas aprendemos que es la vía de las guerras, con sus antitéticos re– sulfados, la gran abridora de surcos para la for~

Inación de las grandes Nacionalidades, que han sido los grandes exponentes de la Culiura y la Civilización Occidenfales. Faltóle a Cenfro Amé– rica el genio bélico arquitectónico, que, aprove– chando esos medios, forjase con ellos un haz de fuerzas vivas, hiciera con Ceniro América, lo que Alejandro Magno, por ejemplo, hizo con Grecia, o Carla Magno con el Sacro IInperio Rornano, la más vasta Unión de pueblos que se ha conocido desde Roma, afro pueblo amasado a golpes de confínuas guerras y vasallaje Pero, ¿por qué falfó ese genio militar, que llamamos arquifec· tónico? En nuestro concepto sociológico, a Cen~

ira América lo perdió el radicalismo liberal, que Porque esia guerra a que se lanzó inconsu1io se apoderó de sus gobeznanfes o caudillos polí~ el General Rufino Barrios, fue la úliima librada. ficos, a raíz de la Independencia. Si Gerardo por motivos de Unión en Ceniro Axuérica. La de

Barrios, por ejemplo, a su fuerza de compren- 1863 fue guerra antiunionista, porque se dirigía sión polífica, a su audacia milifar indiscutible, a liquidar al caudillo que la proclamaba como a su amplitud nacionalisia, virludes que a ojos propósiio finne de su política, el Gral. Gerardo visias lo adornaba de manera eminente, hubiera Barrios Y desde 1885 acá, Ceniro América ha unido, 11.0 el clericalismo de Carrera, que es una tomado rumbos de paz, cifrada en el aislamienio desviación política del ideal moral, social, sino de cada uno de los Esfados, respetados por los una sana política cristiana, que da al César lo oiros por tratados de amistad y comercio, a los que en justa medida es del César y a Dios lo qUG que dio pauta el de Guatemala con Nicaragua a Dios con amplitud le pertenece, fesis fundamen- de ese mismo año, en que como ya lo hemos vis– tal en foda realización histórica como revelación to, ambos gobienlos "reconocen solemne y eX~

de los designios divinos en la humanidad acaso presamente la independencia de ambas repúbli. habría logrado lo que en sus sueños de Gober- cas", lo que significa que abandonan, por iiem· nante idealista se imaginaba posible por los me~ po indefinido, el anhelo de unión Las guerras dios ficticios de la diplomacia y la política de in· que, sin embargo, no han dejado de perturbar

fluencia presidencial de unos pueblos en olros, nueslro suelo, desde entonces, no han tenido idea.

-36-

Page 123 - lista_historica_magistrados

This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version

« Previous Page Table of Contents Next Page »