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ma de posesión. En circunstancias dice, excepcionales comienzo en el ejercicio: de mi tninis±erio con la fimidez, no del que quiere gobernar, sino del que tiene obli– gación de h~cer el bien, y feniendo a la vista el mar de las pasiones agitadas por la ±elnpes±ad de las pasiones políficas y

sociales, en que precisamente la discipli– na se relaja y ha de haber graves dificul– :l:ades en destruir pfl:J;"a edificar; pero mi deber me destina é;l' c:;:ombafir las pasio;nes y los vicios, y a destruir el imperi~ del mal y resfablecer el de Jesucristo. Por igual– dad de circuns±apcias puedo decir yo con algunos grandes Obispos, que este minis– terio me arranca del descanso, me sa.ca de la vida privada, y qv.e poniéndome en las manos las armas de la Fe y de la Caridad, necesito que la gracia me sostenga, gra– cia casi siempre l~g~da a las oraciones de los justos, y que esperaría en vano si pres– cindiera de las húellas de tanios venera– bles y santos Obispos, que en iodos tiem– pos han lucido en la Iglesia.

eDejan algo que desear esfas valien– fes palabras del Pastor de la Iglesia de Nicaragua, acerca de su ortodoxia?

Descanse tranquilo el Iltmo. Sr. Ulloa, seguro de que la calumnia no podrá ja– más acabar con la preciosa vida de la ino– cencia, ni acallar las claras voces de la justicia.

León, Junio 16 de 1881.

necesita valor, y mucho más que valor, se necesita esiar poseido de una 'malignidad extremada para lanzar a los cuatro vien– fas una invención tan ofensiva, tan deni– gran±e como injuriosa a la persona sagra– da del inofensivo, del hurnilde y virtuoso Obispó de Nicaragua.

,'Yo no rne extraño de este maligno procedsr, contra mi digno Prelado, cuan– do recuerdo que la prensa del liberalismo,

cond~:ríado por la Iglesia, denunció anie el rnundo corno un gran masón al inrnor– ±a1 Pontífice Pío IX, el Papa ascético por excelencia, y esto nada menos, que con el dañado intento de sem.brar la de'scon– fianza en el piadoso ánimo de los verda– deros fieles, y abrir de esta manera an– cha puerla, al cisma.

"Otro tanto hizo la misma prensa con nuestro: actual Pontífice León XIII, poco después de su exaltación sobre el frono de los Príncipes, asegurando que era un Papa liperal, llegando en su frenesí hasta publicar párrafos incompletos de su famo– sa Pastoral "La Iglesia y la Civilización", comentándolos a su sabor, para de esta manera deslumbrar a los incautos, y rom- :per. impunemente la unidad santa de la esposa de Jesucristo. Pero todos estos es– fuerzos, les salieron fallidos, la prensa ca–

~ólica ocupó su puesto, alzó su voz y que– daron desmenfidos¡ entre fan±o que el Pontífice de la Inmaculada, al que exhi– bían como masón, promulgab~ el inmor– tal 'docurnen±o en que están condenadas todas las erróneas enseñanzas, hijas legí-

timas de la decantada ilustración de ("El Centro-Americano" del Sábado nuestro siglo; y reunió en 1a rtlÍsma Ciu- 25 de Junio de 1881).

dad del Papa.. Y la Santidad de León

XIII, al que llamaron Papa liberal, agota- ,Los Jesuitas fueron expulsados de dos los medios suaves, se enfrenta sereno León, corno ya lo vimos en nuestro es±u– a la Alemania, a la' Rusia, a la Bélgica, a dio anterior.

la Italia y a la Francia y les! señala 'con "Uno de los cargos contra los Jesuitas fiim.eza el límite hasta donde llegar pue- en la época de la expulsión fue el de ha– den. ber hecho guerra sorda al Instituio de

"Si con estos Pontífices máxiznos, han Occidente. "El Porvenir" y "La Verdad", usado los fieros e incansables enemigos afirmaron que el folleto firmado por el ds la obra del Reden±or, amias de tan Canónigo Orozco no era obra de éste, sino mala ley, equé extraño es, que las arrojen de un Jesu:ita¡ a ~se respecto dice don En– sobre $1 humilde Obispo de Nicaragua? i-ique Guzmán ;~:Ii su citado Opúsculo: Más, iéngan bien entendido, ~ue no s$ca- "yo ingenuamerifé no creo que el cuader– rán afro fruto que el que han:recogido en no del P. Orozco sea obra de un hijo de los ,dos i casos citados, la vérgüenza 4e ser Sn. Ignacio. Esa pieza ha de haber sali– desmentidos a la luz del mundó entero, y do toda entera del caletre del canónigo de no merecer crédito sus afinnaciones batallador: se parece mucho a sus produc-aI},±e la conciencia pública. ciones anieriores,r.

d~,;p±ef:1. del Ilfmo. Señor Ulloa, que son un el mismo que aparece en otros - escritos elc:iq\Íe:h±e testimonio de su orlodoxia a ±o- firmados por el P. Orozco.. ~ Era una obli– dEi'pruéba, ±enemos sus terminantes y no- gación del clero secular salir en esa ,Qca– tables 'palabras en la Pastoral dirigida a sión a la defensa de la fé, ,amenazada: en– su Clero y, Pueblo, poco después de su ±o- el Ins±ituto, y si los ¡esuifas alentaron y

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