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conciencia me mandaban levantar más ocurri6 que algunos sacerdotes hablaron

alfo la voz, para dar un solemne mentís al nuevo Prelado de la agria cues±i6n del

al articulista que ha pretendido herir con Instituto, haciéndole ver que era una cons– aTlTIaS de m.uy m.ala ley a iodo un sucesor taníe am.enaza para nuesiras creencias y

de los Apóstoles, a todo un verdadero Pas- que era necesario com.bafirlo sin tregua, ±or de la grey de Jesucr.isto. . Y otras cosas por el estilo; iodo lo cual era

"Hablaré pues, y procuraré relaclo- dicho al Prelado con sun'lO calor. De pa– nar fielnten±e los hechos que a ese respec- so advertiré, que todo esío ocurría no con fa han fenido lugar desde la llegada del 40 o 50' Jesuitas, corno con fanio aplomo disfinguido señor UIloa, a ésta, d~ vuel±a afirma el articulisia de "La Es±rella", sino de Panamá, seguro que de esía hel rela- con sacerdotes del Clero secular, corno lle– ción saldrá la verdad con iodo el esplen- va dicho.

dol'" con toda. su hermosura: hablaré con "El dignísirno Señor Obispo habló con fanta más confianza, com.o que he fenicio su natural rnansedutnbre y dijo: que ie– la ocasión de presenciarlos. nía ya conocimiento de aquel asunto, que

liTan. luego como el Ilmo. Señor Ulloa abrigaba los znisrnos iemores que ellos, tornó posesión del Gobierno de esta ~)i~c~- pero que fenía la pena de manife~±arles

sis 10 cual ±uvo lugar el 17 de Abnl ulh- que no estaba de acuerdo en el modo con lno, llegó a su conocimiento, que una. gran que había sido manejada hasta entonces cues±ión tenía ardiendo los ánimos de los aquella cuestión, que podía ser una m.ina nabi±an±es de esta ciudad, y que la pren- fecunda en males para la Iglesia y para

5a estaba agitada hasta lo sumo. La gran el Es±ado; que tuvieran presente que las cuestión se reducía a la declara±oria de mejores causas se debilitaban cuando no

g~"\erra a muerte,.que con descompasadas se perdían por la falfa de prudencia y la voces y sin consultar, según decían, con abundancia de exal±ación; que. él fenía se– el m.ás pequeño rasgo de prudencia se ha- guridad de que el Supremo Gobierno, pro– cía al Institu±o de Occiden±e, pór haber lector de aquel Establecimiento de ense– uno de los Profesores r hablado de liber- ñanza y esforzado por la instrucción del ±ad de concienciar en su discurso inaug-u- pueblo, no había tenido, ni podía fener ral, aunque refiriéndose a otro país y no el dañado intento de sustraer la insfruc– al nuestro. ción pública de la vigilancia y autoridad ., "Téngase presente que, el referido de la Iglesia; que por otra parte, el Direc– Instifu±o es

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un plantel de enseñanza con torio del Ins±i±uio había llegado a él a so– el progresista y bien intencionado Go- m.e±er a su autoridad la inspección 'de la bierno del General Zavala, ha querido fa- enseñanza de aquel estableciInienfó, y a vorecer al departamento de León, dedi- mostrarle la pública manifestación, que, cando a él fuertes sumas de dinero. había hecho el Profesor Leonard pór las

"Informado según he dicho antes, el palabras que dijo en su discurso, y que, !ltm.o. Señor Obispo de aquella mala si- habían sido la causa de fan±a alarma; y

fuación, se conmovió sobre manera y una finalmente, que pronto procuraría verse profunda iristeza se apoderó de él; pero con el Supremo Gobierno y que fuvieran es de adverfir, que aquella tristeza, no era toda seguridad en que él emplearía iodos hija del desaliento, porque corno buen los medios que pudiese disponer a fin de cristiano, COnLO sacerdote modelo y como evitar los graves males que se iem.ían, y dignísirno Pas:tor, sabe que la lucha es la que les aconsejaba la prudenciQ. y la cal– vida misma de la Ig-1esia y que sus ±ribu- mar seguros de que él estaba dispuesto a laciones no han sido, sino el preludio de derramar la úlfitna gafa de su sangre, si sus triunfos y la consagración de su in- necesario fuese, 11.0 sólo por una verdad morial destino. Aquella tristeza nacía de de nuestra Sanfa Fe, sino por cualquiera la generosidad de su aln'la, pues veía muy virtud cristiana.

claro las gravísim.as dificulfades que ha- "Esfos son los únicos hechos que a es– bía abierto, tanio a la Iglesia como al Es- ±e respecto han ocurrido con el Señor Obis– fado, aquella cuestión manejada con. fan- po, en presencia de iodo el Clero de esta fo ardor y en la que iban envuel±os in±ere- ciudad que puede ±esfificarlos.

ses de iodo género. "Anora pregunto yo al articulista de

IIEn tan crítica si±'uación, no pudo rne- "La E$±rella", aqué día y a qué hora, pro– nos que dedicarse con especial solicitud n'llncíó el !l±m.o. Señor Uiloa semejantes a evitar el desarrollo de los graves males palabras de aprobación a la libertad de que amenazaban, o cuando Inenos, a mi- conciencia, de enseñanza, de la palabra figar sus funestas consecuencias. y de la prensa? aEn qué ocasión, yan±e

"Dos días después de haber ±om.ado quién fue abier±am.en±e denunciado con'lO posesión, fue visitado por el Clero de esfa hereje y m.al calólico? Y aep.qué ~poca

ciudad, presidido por el Venerable Cabil- hizo esa serena refufación de, cargos que do Eclesiástico y el Vicario Capitular; y se le habían hecho? A la verdad que se

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