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Entrevista de Prensa con el Presidente Schick sobre el Canal

Julio C. Armas, de Estación X: Es obvio Señor Presidente, que por muchas conversaciones que tengan los Gobiernos de Panamá y los Estados Unidos, la tensión estará siem– pre. Es lógico pensar que los Estados Unidos han de decidir en el futuro la construcción de un canal, de un nuevo canal.

Considera Ud. de gran beneficio la construcción de ese canal por Nicaragua?

Pl'esidenle Sc:lück: Ya he contestado esa pregunta en conferencias de prensa anteriores, a las que Ud. infortunadamente no había asisfido, y la he con– testado en fonna muy amplia. He dicho que en realidad para pronunciarnos acerca de esta cons– trucción, a que tiene derecho el Gobierno de los Estados Unidos de acuerdo con el Tratado Cha– rnorro-Bryan, y para la cual existe una opción, tendría yo que consultar co~ la opinión pública nicaragüense. Oír la opinión de los diversos sec– tores de la ciudadanía, y con su pronunciamiento procurar, si acaso fuera favorable a la construc– ción, la celebración de un Tratado, porque ahora, por el momento, no existe ninguno. Existe nada rnás que el Convenio Chamorro-Bryan en que se confiere una opción; entonces el Tratado que se conceriaría, si acaso se llegara a construir este Canal, se suscribiría estableciendo todas aquellas condiciones que de acuerdo con n ues±ros dere– chos, especialmente de soberanía, estipularía n uesfro derecho de ±rafo igual -fan±o para el ni– caragüense corno para el extranjero-o Concreta– mente todos aquellos derechos que la experiencia nos ha enseñado que deben respetarse, elaborán– dose, como le repito el verdadero contrato cana– lera, porque ahora no exisfe rnás que el Convenio firmado en 1914 enire Chamon'o y él Secretario de Es~ado Bryan, relacionado con la ciiada op– ción para consiruir esfe canal. Yq ya les expli–

qué ampliamenfe ésto en ocasion,es, pasadas, y

si le hago esfa aclaracióri es en honor a Ud., por– que realmen:l:e es una pregunta que ha sido con"" ±e's±ada en dos o ires ocasiones.

Julio C. Armas: Si no es mucho insistir; Señor Presidente, cuál e,~ su opinión persol1al?

Presidente Schick: ..Mi opinión personal esfá sujeta

y condicionada a la opinión del pueblo nicara– güense. Yo, cómo Presidente de la República, tengo que oír y acatar las opiniones de mi pue–

blo~ y mi pronunciamiento será, corno le repito, sujeto a esta opinión.

Si la rnayoría del pueblo nicaragüense opina que el Tra:l:ado no se lleve a efecto, no se hará, por 10 menos duranfe mi adminisiración. Si la mayoría opina que sí, en:l:onces se celebrará en las condiciones que an±eriorrnen:l:e he esbozado, pero yo soy de los que creo, y es és:l:a mi opinión muy personal, a pesar de la estimación, el apre– cio y el respeto que me merecen las autoridades de los Estados Unidos, como noso:l:ros les merece– mqs a ellos, que los Esfados Unidos no tienen in– terés de construir este canal por Nicaragua, por el momen:l:o. Yo conozco los estudios realizados en ires ocasiones para este efeC±o, y en realidad, hasta donde psicológicamente pude auscul±ar pa– ra ver si en verdad hay un deseo de hacer esfe canal por parie de los Es±ados Unidos, he podido llegar a la conclusión de que no pre±ende hac~r1o

en Nicaragua, según parece, y anfes bien, en caso ne.cesario, preferirían hacer un nuevo canal o am– pIlar el que ya tienen en Panamá en condiciones muy fa'\Torables a los panameños. Yo leí, hoy precisamente en la mañana, que en el Senado Norteamericano se habían pronunciado algunos

miembros acerca d~ pagarles. a los panameños QUINCE MILLONES DE DOLÁRES, en lugar de

UN MILLQN NOVECIEl'{TQS TREINTA MIL DO–

LARES que les pagan anualmente y que habia que equipararles sus su~ldos con los que ganan los norteamericanos que frabajan en la Zona del Canal. En fin, una serie de ventajas que ojalá se realizaran en favor del pue,plo panameño, ad– virtiéndole que emito es:l:a opii'l.ión en un caráC±er es±rictamen:l:e personal, porque como Gobernante de un país, no fengo que intervenir en cues:tiones internas de airas países.

Mariano Valle Quintero, de ll~dio Continental: 'rengo que insistir yo, o que volver sobre el asunto del 'O~NAL, por– que en el SENADO AMERICANO se preseIltó hace ~Hez

días una resolución por 1ft cual sé declara dé necesidad la construcción de" un nuevo CANAL que no sea por Pa– namá, y precisamente entre los p;tlses mencionados en la resolución presentada al, SENAPo. AMERICANO, está Nicaragua, Colombia y México, ~or 10 tanto pues, de, ahí se deduce que existe la po::;ibilidad de que por Nicaragua sea construído ese canal; ahora bien, Ud. ya explicó am– pliamente la actitud que tomaría el Gobierno, pero es qué también en el caso de que los Estados Unidos no constru– yan el Canal, se impone una l'evisión del Tratado por la simple razón, de que si nó construyen el Cana} por Nica– ragua, Nicaragua está aufriendo desde 1914 un grave per– juicio de uno de sus mayores bienes naturales, cual es la posibilidad de una vía internacionlll. Entonces tendría que plantearse ante los EE.UU. la' ré'VÍsión del Tratado, una de dos, o para que construY¿ln el Canal o para', que indemnicen a Nical'agua en no construir el Canal, d~sdé

luego que la tienen nUlniatad~ y en la imppsibilidad dé disponer (le uno de sus m<}yol'es recursos naturales. En– tonces la pregunta se concreta a.ló.' siguiente: No existe pues la in~ención del Poder Ejec.\itivo del Gobierno de Ni– caragua de pedir una revisión d~ la IConvenciQ'tl de 1914,

poi:' la cual se dió esa opción al Góbiernó de 105 EE.UU. y que' de no tomarla para sí, c0r1stituye un grave daño para nosotros. .

Ptesidenle Schick: Es una prég~n~a muy atinada la. que. Ud. me hac:e, pero que, en realidad para don–

tes~ársela necesitarla yo coritár con la opinión auf'odzada de los diversos ¡;,;eCf6res de la opinión

pú,pUca, don la opinión d~ los parfidós políflcos

qu~,', militan en el país, porque," rel:l1n1.enfe una re... visiqn de un Tratado realizad e.

con todas las for– rnalidades legales, y rafificada constitucional– mente por ambos paíse~, corno usted sabe, es un aeto que enfraña una :trascendencia muy grande para dos países que se rigen por el derecho inter– nacional. Y en este <;:aso, repito, sería objeto, de una consulia que hada a los Notables del Partido Conservador de Nicaragua en cuyo tiempo, y ba– jo su manda:l:p se celebró ese Tratado, para ver si este padido se pronuncia por ¡a r~visi.ón o no del rnismo. Ud. conoce rnuy bj~n, q\le cuando noso– tros éramos estudiantes tnuqhas vepe¡s nos plan– tearnos .este problema~ c0n'\0 ge~eralmen±e se 10 plantean los estudiantes universitarios, pero más tarde, y analizando uno el problema con criterio de profesional, comprendQ que las obligaciones internacionales son de :tal carácter que uno debe respetarlas. Sin embargo un' caso de esta natu– raleza, 10 consuliaría def~nidamenfe con todos los seciores del país, y 10 llevaría a efec:l:o si lle– gara a contar.' con el r~sp~lqo TOTAL de la ciu– dadanía. Pero yo no se pqr qu~ estarnos hablan– do, cox:;}p le repito; de c?sas que a mi juipio no se sabe SI llegaran a reahzarse, aunque el Senado de 10$ EE.UU. haya manifestado su deseo d~ abrir un nuevo canal a nivel, ya sea por Colombia, por México o por Nicaragua. .

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